El síndrome de quedarse con todo

24-01-2019 Uno de los principios de la democracia es que en ella nadie gana todo ni pierde todo. Las mayorías, incluso las absolutas, no son unanimidades, ni disimulan la heterogeneidad de la sociedad. Es tan válido que los simpatizantes del presidente López Obrador digan que ganaron con 50 millones de votos como que sus adversarios recuerden que otros 43 millones no votaron por él. 

 

Por eso el síndrome de quedarse con todo no sirve en términos de gobernabilidad: cualquier que haya seguido la historia reciente de Venezuela podrá comprobar como termina esa historia: con crisis, desestabilización, ruptura social y enfrentamiento civil. Normalmente quien quiere quedarse con todo convierte una democracia en una dictadura, o por lo menos en un gobierno profundamente intolerante.

La administración López Obrador que apenas lleva 53 días en el poder ha enviado el mensaje de que no sojuzgará a las minorías y a las disidencias, y en buena medida lo ha cumplido, pero también ha ejercido el poder, sobre todo a través de su partido, Morena, sin dejar espacio a sus adversarios. Olvidemos por un momento las mayorías automáticas en el Congreso, regresemos a Puebla. 

El gobernador interino, Guillermo Pacheco Pulido, aquel ex presidente del Tribunal de Justicia tan cuestionado por Lydia Cacho, por haber sido uno de los responsables de su arresto ilegal en 2005, ha avanzado en otro agravio hacia el panismo y sobre todo contra los simpatizantes de los fallecidos Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle. Al tiempo que el informde SCT sobre el accidente de la gobernadora y su esposo, no decía absolutamente nada nuevo, en Puebla el gobernador interino designaba como secretario de gobierno a Fernando Manzanilla, quien fuera cuñado de Moreno Valle. 

Manzanilla ocupó esa posición en los dos primeros años de gobierno del fallecido ex gobernador pero luego tuvieron una ruptura pública notable. Manzanilla se refugió con los principales adversarios de Moreno Valle y terminó como coordinador de diputados del PES, trabajando en forma muy cercana con Miguel Barbosa. Colocarlo como secretario de gobierno termina de desmentir cualquier interés en que la gubernatura interina se apartaría o tuviera alguna neutralidad de cara a la elección extraordinaria de julio próximo. 

Pacheco Pulido, un priista que en realidad es gente de Bartlett y Barbosa, colocó como su segundo al principal adversario de la gobernadora muerta en el accidente no explicado. Y en finanzas designan a un hombre respetable, priista pero que está trabajando también desde hace tiempo con Morena, Jorge Estefan Chidiac. La gubernatura, la política y el dinero alineados de cara a los comicios de julio. Morena, hoy necesitaba nada de esto, de ese juego que viola incluso normas éticas básicas en la política, como es dejarle a quien había ganado la gubernatura el interinato en el estado. No lo necesita porque tiene una fuerte ventaja de cara a esos comicios extraordinarios y con un gobernador neutral no hubiera tenido seguramente problema alguno en los comicios. Pero la intención es tener todo, controlar todo, no dejar espacio alguno.

Coincidiendo con esto, la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Janine Otalora, presentó su renuncia al cargo, luego de que la decisión del Tribunal, precisamente sobre el caso Puebla, fue públicamente descalificada por el propio presidente López Obrador.

En Guadalajara y Monterrey, dos de la principales ciudades no morenistas del país, el desabasto de gasolina se ha tornado crucial. En la capital de Jalisco eso se arrastra desde hace varias semanas, en la ciudad regiomontana, está semana desapareció la gasolina. Los esfuerzos que se hicieron para aprovisionar la CDMX no son ni siquiera similares a los de esas grandes ciudades opositoras.

En las designaciones al sistema de medios públicos del Estado hay de todo. No se cuidaron formas con Armando Carrillo, que terminaba su responsabildiad en el sistema público de Radio y Televisión en octubre. Decidieron no esperar y pedirle la renuncia, llega Jenaro Villamil en su lugar. Son buenas las designaciones de Lydia Camacho, con enorme experiencia en el sector para Televisión Educativa; de Rodolfo González en RTC, de Gabriel Sosa Plata en Radio Educación e incluso de José Antonio Alvarez Lima (en su momento uno de los funcioanrios muy cercanos a Salinas de Gortari, ahora igual de cercano a López Obrador) en canal 11. 

En el tema VenezuelaJesús Ramírez Cuevas, vocero de la presidencia, aseguró que para México el presidente de ese país sigue siendo Nicolás Maduro. México ela única naciónimportante de la región que opina así: Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Perú, entre otros, han reconocido como presidente interino a Juan Guaidó. En ese camino está la Unión Europea. México se queda defendiendo a Maduro junto a Cuba, Nicaragua y Bolivia. Por cierto, buena parte de esos acuerdos se escenificaron en la cumbre mundial de Davos, en donde México decidió no participar, dejándole todo el espacio a Jair Bolssonaro, el nuevo y ultraderechista presidente de Brasil.

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