28.09.2022
Hoy decidirá en Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación si se anula o no la elección en Tamaulipas. No se trata sólo de un conflicto electoral: la decisión definirá en mucho el destino político y personal del gobernador en funciones hasta el 1 de octubre, Francisco Javier García Cabeza de Vaca y del electo, Américo Villarreal. Cualquiera de los dos podría, incluso, terminar en manos de la justicia. Y el fantasma del crimen organizado está detrás de todo este escenario.
Por Nuevo Laredo y Reynosa transita buena parte del comercio internacional de México y siempre han sido claves para el crimen organizado, no sólo el narcotráfico. En esos ámbitos, además, es donde mayor relación, de todo tipo, se ha dado entre la política, la administración pública, sectores empresariales y grupos criminales. Desde los tiempos de Juan Nepomuceno Guerra y luego Juan García Abrego, hasta Osiel Cárdenas y los Zetas, incluyendo la ruptura de éstos con el cártel del Golfo y luego de la pulverización de esos grupos con los remanentes del Golfo y la presencia, como sucesores de los Zetas, del cártel del Noreste y su Tropa del Infierno, durante más de 40 años esa región fronteriza, incluso en las guerras intestinas, fue controlada por grupos locales.
Se dice, en ámbitos de inteligencia, que el cártel de Sinaloa, con aliados locales, estaría listo para terminar de desplazar en la estratégica frontera de Nuevo Laredo y Reynosa al cártel del Noreste, desarticulado luego de la detención en marzo pasado de su líder Gerardo Treviño, apodado El Huevo, sucesor en la entidad de los Zetas y que fue entregado inmediatamente a Estados Unidos.
El Cártel de Sinaloa ha tenido, consecuencia de contar con un enemigo común, los Zetas, acuerdos con el cártel del Golfo, una organización debilitada pero muy presente. La cercanía de algunos de sus líderes con dirigentes de Morena locales ha sido evidente. Muchos de los negocios y de los acuerdos políticos del asesinado empresario Sergio Carmona iban en ese sentido. El último encargo político delgobernador electo, Américo Villareal, independientemente de su larga carrera política local, fue como delegado de Morena en Sinaloa, en las controvertidas elecciones del año pasado. La presencia del cártel de Sinaloa en el noreste del país es cada vez más marcada y todo indica que su avance hacia el control de esa estratégicafrontera, con sus aliados locales, puede ser, a corto plazo, un hecho.
Otro elemento que contamina todo el proceso es la operación de la la columna Pedro J. Méndez, de la que hemos hablado mucho aquí, es una organización criminal que controla, incluso con sus propios alcaldes, varios municipios tamaulipecos. Es responsable de varios asesinatos sobre todo durante el periodo de Egidio Torre Cantú, cuyo hermano Rodolfo, fue asesinado por sicarios del cártel del Golfo, al que pertenece esa columna que se opuso en forma radical a ese gobernador.
Se debe reconocer que hace seis años apoyó públicamente al actual gobernador Francisco José García Cabeza de Vaca. Pero en cuanto asumió el presidente López Obrador, el entonces subsecretario de Gobernación de Olga Sánchez Cordero, Ricardo Peralta, se reunió en un mitin público con los líderes de la columna Pedro J. Méndez, les prometió todo el apoyo y éstos se apresuraron a romper con el panismo local y comenzaron a apoyar a Morena, como lo hicieron en las pasadas elecciones.
Ganaron sus distritos como los habían hecho en las dos anteriores elecciones, impidiendo por la fuerza de las armas que sus opositores participaran en la elección.
La Columna Armada Pedro Méndez no es una organización civil, es un órgano del cártel del Golfo, su esquema de operación y su discurso es muy similar al que manifestaron en su momento La Familia, Los Templarios y algunos de los grupos de autodefensa en Michoacán y Guerrero, ligados, en realidad, a distintos cárteles, sobre todo, al de Jalisco Nueva Generación.
Aparecieron en el 2014 en los municipios de Hidalgo, Villagrán y Mainero, en el centro-sur de Tamaulipas y los organismos de inteligencia desde entonces los reportan como un grupo del cártel del Golfo, utilizado para propaganda política y para confrontarse con Los Zetas, cuyos asesinatos se han atribuido públicamente en varias ocasiones. Así, en 2015 informaron en un comunicado que "Silverio Zúñiga fue ejecutado ayer por la mañana en el ejido Cruz y Carmen de Hidalgo, Tamaulipas, por La Columna Armada Gral Pedro José Méndez, porque participaba apoyando a la delincuencia zeta en asaltos carreteros y secuestros en la región".
Antes, el 19 de mayo del 2014, fueron asesinadas nueve personas en el municipio de Hidalgo, cinco hombres y cuatro mujeres, después de que ese grupo armado ingresó al poblado e incendió varias casas. Los de la columna los acusaron de ser zetas".
En un comunicado divulgado en el 2014 y dirigido a "los pueblos de Hidalgo, Villagrán y Mainero", afirman que “hemos fusilado sin violentar nuestros escrúpulos ni torturar nuestra conciencia religiosa pues lo hemos hecho en defensa de la vida y del destino de nuestro pueblo, hombres de convicciones no de fortuna urgen a la patria". En sus mantas aseguran que están "a Dios rezando, pero con la 45 dando".
Los negocios de Carmona, la columna Pedro J. Méndez, el crimen organizado que mueve el tráfico de drogas, personas y armas en ese enorme tramo de la frontera, es el que está más pendiente que nadie de lo que suceda electoralmente en Tamaulipas.