Una historia de crímenes y traiciones
Columna

Una historia de crímenes y traiciones

17.05.2023

Hace seis años fue asesinado en Sinaloa el muy reconocido periodista Javier Valdez. Según las investigaciones oficiales, que coinciden en esta ocasión con las realizadas de forma independiente, Valdez había tenido una entrevista con Dámaso López  Serrano, El Mini Lic, hijo de Dámaso López, el Licenciado, en medio de una dura disputa con los Chapitos, los hijos del capo que unos pocos meses antes había sido extraditado a los Estados Unidos. El Mini Lic le exigió a Valdez que no publicara la entrevista, Valdez decidió publicarla y el hijo de El Licenciado ordenó su asesinato.

Seis años después dos de los asesinos materiales de Valdez están detenidos, uno más fue asesinado y el Mini Lic y su padre están en los Estados Unidos, ambos son testigos protegidos, aunque no se conoce exactamente cuál es su situación legal. Los familiares y colegas de Valdez exigen, con toda razón, que el Mini Lic, sea o no testigo protegido, sea regresado a México y aquí juzgado por la muerte del fundador de Río Doce.

En junio del 2017, Dámaso López Serrano, el Mini Lic entonces de 33 años, se entregó a la DEA. Su padre, Dámaso López Núñez, El Licenciado, fue el hombre que ayudó a El Chapo Guzmán a escapar del penal de Puente Grande en 2001, y que fue ascendiendo en la línea de mando del Cártel del Sinaloa hasta convertirse en el principal operador del capo. Había sido detenido un mes antes en la ciudad de México.

El Mini Lic, no sólo era ahijado de El Chapo, también había había manejado a su grupo de sicarios, apodados Los Ántrax. Cuando el Chapo fue extraditado a los Estados Unidos, El Licenciado pensó en ser su sucesor, pero en ese camino se cruzaron los hijos de El Chapo y su socio desde los años 90: Ismael El Mayo Zambada.

Cuando Dámaso fue detenido comenzó amenazando a los funcionarios que habían dado con él. Con el paso de las horas quiso negociar su seguridad (no quería ir al mismo reclusorio que El Chapo) y quería garantizar la seguridad de su hijo, el Mini Lic, porque afirmaba que lo iban a matar. A los pocos días comenzó a caer la estructura de protección del joven López Serrano. Primero cayeron sus custodias y miembros de Los Ántrax, en un operativo en Tláhuac. Pero al Mini Lic, como había dicho su padre, lo cercaba más la muerte que la detención ante el enfrentamiento entre los juniors que hasta poco antes habían sido casi familia, entre los hijos de El Chapo y el de Dámaso.

La idea del Mini Lic era convertirse en una suerte de aliado del CJNG en la operación del Cártel de Sinaloa. Para eso tenía que eliminar tanto a los hijos de El Chapo como a otros operadores de ese grupo. Pero el Mini Lic perdió esa pelea y estaba cercado.

Que estaba cercado lo demuestra la detención, inmediatamente después de su entrega a la DEA, de su más cercano operador, apodado El Quinceañero, quien se encargaba de sus finanzas y que hubiera sido su sucesor. No lo entregó López Serrano: El Quinceañero ya estaba detectado y lo estaban siguiendo para llegar a su jefe. Antes de que lo detuvieran, el Mini Lic se entregó a Estados Unidos.

Desde entonces tanto Dámaso como su hijo han estado trabajando para dar datos que lleven a la caída de quienes eran sus adversarios reales: los hijos de El Chapo y El Mayo Zambada. Antes habían entregada a su propia red. Por eso cualquier cosa es preferible para ellos antes que regresar a México. No sólo tendrían que rendir cuentas por el asesinato de Valdez, sino también estarían amenazados por quienes alguna vez fueron sus socios y hasta familiares.

Ciro, seis meses

Se cumplieron seis meses del atentado que sufrió nuestro colega y amigo Ciro Gómez Leyva. Hay varios detenidos, presuntos autores materiales del atentado, pero falta por detener el personaje que sirvió como enlace para contratarlos y, sobre todo, falta saber quién fue el autor intelectual de ese crimen. Hasta que no lo sepamos, el atentado contra Ciro seguirá en la impunidad.

Fondos buitres y jueces

Los fondos buitre son eso: fondos que se alimentan de bonos o deudas que compran a otros acreedores para poder hacer negocio con ellas, utilizando, casi siempre, métodos poco ortodoxos, presiones, chantajes para sacar una ganancia.

Un grupo de acreedores de un bono de TV Azteca -liderado por fondos buitre como Plenisfer Investments SGR; Cyrus Capital Partners LP; Sandpiper Ltd, entre otros, están utilizando esos métodos para sacar ventaja en su disputa con Azteca. Un juez decidió la semana pasada impedir acciones mientras no se resuelva el tema de fondo en este caso. Eso no sorprende lo que sí lo hace es que haya algún medio que se preste a descalificar las decisiones judiciales que afectan a esos fondos, cuando al mismo tiempo se dice defensor de la autonomía del poder judicial y exige, como debe ser, el respeto a sus determinaciones.

Intentar erosionar y socavar la credibilidad de un juez por una resolución desfavorable para un grupo de interés es irresponsable y le hace el juego a quienes quieren vulnerar al poder judicial, lo deberían entender en Reforma. En este tema de los bonos, los voceros oficiales de la televisora del Ajusco insisten en que mantienen su disposición para llegar a un acuerdo que sea benéfico para todas las partes interesadas.

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