Samuel García incumple su compromiso de gobernar durante seis años al renunciar a su cargo como gobernador de Nuevo León, con la intención de postularse para la candidatura presidencial de Movimiento Ciudadano. Esta decisión contradice su propuesta constitucional y plantea preocupaciones sobre sus intenciones políticas, especialmente al intentar dejar a su secretario de gobierno como su sucesor.