El decreto con el que el presidente Fox modifico el reglamento de la ley de radio y televisión, no sólo cambió el 12.5 por ciento del tiempo del que gozaba el Estado para enviar sus mensajes en radio y televisión. El cambio de reglamento no esta del todo mal, primero se utilizó como instrumento de coerción; segundo como una forma de control; tercero, como una forma de eludir pagos fiscales; y cuarto, nunca se utilizó plenamente con lógica. Eliminar el 12.5 por ciento es un paso positivo.