El viernes 10 de enero, altos funcionarios del área de operaciones de la Fiscalía Especializada para la Atención de delitos contra la Salud (FEADS) buscaron al fiscal antidrogas, Estuardo Mario Bermúdez Molina para informarle que tenía noticias de que se había hecho un importante decomiso de drogas en Tijuana. De acuerdo con el fiscal, se dispuso el envío de dos ministerio públicos a Tijuana. El ejército tomo las bodegas de la institución se encontraron 4 toneladas 800 kilos de marihuana y dos narcotraficantes detenidos ilegalmente y se aseguraba que los integrantes de la FEADS solicitaban dos millones de dólares de rescate a sus familiares.