Ella concita todos los odios y algunos, quizá muchos, fervores. Pero el éxito de ella sólo puede explicarse como un fenómeno asociado al de su compañero. Tanto ella como él venían de matrimonios previos: el primero de ella fue un fracaso; el primero de él fue peor: su esposa decía que no era su ?tipo de hombre?, pero aceptaba que tenía una personalidad irresistible.