Cuatro días han transcurrido desde la desaparición del obispo Salvador Rangel, y aún persisten las incógnitas sobre lo sucedido. Las autoridades de Morelos han ofrecido versiones divergentes: mientras el fiscal estatal insiste en que fue un secuestro exprés, el comisionado de seguridad estatal sugiere que el obispo ingresó voluntariamente a un motel antes de recibir atención médica.