Las encuestas que publicaron esta semana diversos medios sobre Andrés Manuel López Obrador mostraron resultados sorprendentes: el jefe de gobierno mostraba índices de aprobación que rozaban el 85 por ciento. Esas cifras son engañosas quienes las han querido utilizar: como un indicador hacia el 2006. El hecho es que nadie ha indicado que esas encuestas se realizaron en el DF y el área conurbada. Pero si vamos, como se puede comprobar en esta edición de Milenio Semanal a Monterrey, Guadalajara, Tampico o Torreón, el efecto López Obrador aún no ha llegado.