La semana fue un desastre para el PRI. La noticia original de que, ahora sí, Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo rompieron. Se había dicho desde hace meses que el presidente del PRI y la secretaria general de ese partido habían roto la alianza. Todo indica que todo se rompió y comienza una etapa de claros enfrentamientos entre ambos. La ruptura se dio como consecuencia directa de la derrota del PRI en Tabasco.
La semana fue un desastre para el PRI y aún faltan varios días para que concluya. La noticia original fue que, ahora sí, Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo rompieron y ésta no es una confidencia del pasado. Se había dicho desde hace meses que el presidente del PRI y la secretaria general de ese partido habían roto la alianza que los llevó al liderazgo de su partido, pero era una verdad a medias: por supuesto que, en términos de alianza, ésta no existía plenamente como tal, pero también era verdad que la distancia terminaba siendo menor a la aparente porque ambos, finalmente, trabajaban con ciertos objetivos comunes.
Pero ahora todo indica que todo se rompió y comienza una etapa de claros enfrentamientos entre ambos: la causa no fue, como se ha dicho, el que Elba Esther no haya renunciado a la secretaría general (en los hechos eso fue de acuerdo con Madrazo y le conviene a éste porque entonces, con esa interpretación de la legalidad interna, podrá comenzar su precampaña sin renunciar a su cargo en el partido); tampoco, aunque ello influyó, por el protagonismo de Elba Esther en las negociaciones o por la resistencia, hasta el martes silenciosa, de un grupo importante de diputados con el estilo de liderazgo que impuso la dirigente del SNTE en la bancada de diputados de su partido.
No, la ruptura se dio como consecuencia directa de la derrota del PRI en Tabasco con todas las lecturas e implicaciones que ello conlleva. Madrazo se sintió débil, sintió -como tituló el domingo Milenio Semanal-, que la candidatura presidencial, despojado de su base política local, comenzaba a hacer agua y decidió tratar de reasumir el control total de su partido antes de que éste se le fuera de las manos. Ello en un momento donde tanto Gordillo como varios gobernadores y legisladores comenzaron a buscar en otro que no fuera el presidente del partido, un candidato para el 2006.
Hasta entonces, en la negociación con el gobierno, Madrazo había asumido la coordinación de la reforma energética y Gordillo de la fiscal y hacendaria. Días antes de la desastrosa reunión que la maestra tuvo con los diputados en una hacienda del estado de México, ella se había reunido con la mayoría de los gobernadores priistas para impulsar la propuesta de la reforma fiscal, incluyendo un IVA bajo para medicinas y alimentos con la posibilidad de una canasta exenta de éstos. Ese acuerdo, aparentemente también se había establecido con Madrazo. Pero Elba Esther en la operación se habría saltado al dirigente del partido y confiado en el acuerdo con los gobernadores. Pero la operación fue pésima: se "secuestró" a los legisladores, no se planteó bien la propuesta, no se tomó en cuenta que al presentar la misma Tomás Ruiz, ello detonaría la oposición de varios legisladores comprometidos con Fidel Herrera por una parte y con Miguel Angel Yunes por la otra (y de varios madracistas que perciben al principal impulsor de Tomás Ruiz, el gobernador veracruzano Miguel Alemán como un adversario serio a su candidatura) y se dio por sentado que tanto los gobernadores como Madrazo habían ya "planchado" los acuerdos con los diputados, lo que tampoco la propia Elba Esther y su gente habían realizado. ¿Fue planificada la rebeldía? La del fin de semana probablemente no, pero Madrazo decidió aprovecharla para enviarle el mensaje a Gordillo y a los gobernadores de que "todavía" es necesario.
Un día después, en un nuevo error de comunicación y operación en la bancada priista, se tuvo una excusa magnífica para hacer pública una rebelión que se había expresado en el ámbito privado un día antes: la votación del presupuesto de la cámara de diputados que, entre otras cosas, congela las dietas (los salarios), que reciben los diputados. Y todos sabemos que muchos de nuestros legisladores son capaces de sacrificar casi todo por la patria…menos una parte de sus sacrosantos ingresos. Como oficialmente no se le había notificado a muchos diputados, sobre todo a aquellos denominados del Bronx, los más alejados de cualquier protagonismo y cercanos al priismo más duro y tradicionalista, que se había tomado ese acuerdo en la Junta de Coordinación Política (la propuesta fue realizada por el perredista Pablo Gómez), de allí partió una rebelión que se terminó confundiendo con el tema del IVA y la reforma fiscal.
El golpe era contra Elba Esther y rápidamente el propio Madrazo se puso al frente de las negociaciones con los diputados "rebeldes". La puesta en escena fue, en ese sentido, perfecta, siguiendo aquella vieja regla de que para adquirir peso político se deben crear problemas para poder arreglarlos. Eso es lo que se hizo: se generó una crisis para poder solucionarla y enviar el mensaje de que era demasiado temprano para dejarlo de lado en las apuestas y las negociaciones. Y eso fue acompañado con una serie de graves errores de manejo político en el grupo de la propia Gordillo que le facilitaron esa operación a Madrazo y su gente. Pero hubo algo que no esperaban y que ha complicado, aún más, todo el escenario: la anulación de los comicios en Colima.
Anoche los priistas estaban reunidos analizando lo sucedido con la anulación de las elecciones en Colima, por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que acusó al gobernador Fernando Moreno Peña de haber realizado abierto proselitismo a favor del candidato priista Gustavo Vázquez Montes e incluso ordenó a la procuraduría estatal iniciar acciones penales en contra de éste por esos delitos. La noticia es catastrófica para el priismo en muchos sentidos: cambia, junto con la derrota de Tabasco, el clima optimista que se había generado en ese partido con los comicios del 6 de julio pasado. Debilita, por supuesto, a la dirigencia del partido, pero sobre todo a Elba Esther Gordillo: el gobernador Moreno Peña es de los más cercanos a la maestra y la de Vázquez Montes una candidatura gordillista. Tan cercano es Moreno Peña que se lo había señalado, una y otra vez, como el candidato a reemplazar a Elba Esther en la secretaría general del PRI, e incluso mucho se ha especulado con que Gordillo no había dejado aún esa posición esperando a que el próximo primero de noviembre se diera el cambio de poderes en Colima para que Moreno Peña asumiera esa posición partidaria.
La decisión terminará complicando aún más todo el escenario y el accionar no sólo de Elba Esther sino también de Madrazo: si no hubiera habido "rebelión" de priistas tradicionalistas a principios de semana, sería más sencillo manejar este fallo que esos sectores jamás aceptarán como una decisión de la justicia electoral y trataran de ver como un golpe del gobierno en su contra. Ello generará en esos sectores un sentimiento antireformas aún más acendrado y podría repercutir, precisamente, en la negociación que debió darse anoche respecto a la conformación del nuevo consejo general del IFE. Es verdad que esa no es una responsabilidad del Tribunal Elelctoral, pero la decisión de Colima se dio, en muchos sentidos, en un muy mal momento, por supuesto que para la vida interna del PRI, pero también para todo el entramado, ya seriamente debilitado, de reformas que se había intentado construir en las últimas semanas. Es tan duro el golpe que habrá que ver si esos acuerdos embrionarios resisten la prueba a la que serán sometidos en las próximas horas. Madrazo, Gordillo y el resto de la dirigencia priista, tendrán que tomar decisiones: si apuestan por la reacción inmediata y la dureza quizás ganarán votos entre los duros del Bronx priista…y se alejarán de la gente.
El extraño robo
El fin de semana robaron las oficinas del senador Genaro Borrego en su natal Zacatecas. No sería novedad hasta en un estado relativamente seguro como Zactecas sino fuera por el hecho de que los ladrones no robaron nada. Revisaron papeles y documentos, entraron en las computadoras, abrieron todos los archivos, hicieron destrozos pero no se robaron nada: ni las computadoras ni los cuadros de prestigiados pintores que adornan esas oficinas. Es más, los ladrones no dejaron huellas dactilares, lo que indica que incluso se cuidaron de llevar guantes. Qué ladrones tan extraños los zacatecanos.