Migrantes y Cuba en la agenda de Rubio
Columna

Migrantes y Cuba en la agenda de Rubio

Marco Rubio

Mientras el tema de los aranceles está más vivo que nunca, la exención arancelaria de un mes para los vehículos importados de México y Canadá se da, sobre todo, por la protesta de los propios productores estadounidenses, la administración Trump ha anunciado otra medida que generará turbulencia. 

Anunció el secretario de Estado, Marco Rubio, que el gobierno de Estados Unidos establecerá una política de restricción de visas contra funcionarios extranjeros y otras personas que faciliten la migración ilegal a su país. Las medidas incluyen a funcionarios de migración, aduanas, aeropuertos y autoridades portuarias, así como a empresarios y otras personas que faciliten la migración ilegal, ya que se considera que podrían estar involucrados en la facilitación de tráfico ilegal de personas. Y el objetivo, dice el departamento de Estado, es presionar a los países a que tomen medidas más efectivas y cooperen con Estados Unidos en este tema.

Las repercusiones que ello puede tener en México son amplísimas y se cruzan con otra decisión anunciada por Rubio días atrás: las restricciones de visas para quienes contraten médicos con el gobierno cubano. La contratación por ese sistema de médicos cubanos es considerada por el gobierno estadounidense “trabajo forzoso” y afecta a los funcionarios cubanos y extranjeros involucrados en estos programas. 

El objetivo principal, dice el departamento de Estado, es frenar la explotación laboral de médicos y profesionales de la salud cubanos enviados al extranjero porque estos programas “enriquecen al régimen” y privan a los propios cubanos de atención médica en su país. Las restricciones de visas se aplicarán a funcionarios actuales o anteriores del gobierno cubano, así como a funcionarios de gobiernos extranjeros que participen en estos programas. También afectarán a los familiares directos de las personas sancionadas.

Los programas de misiones médicas cubanas operan en varios países, sobre todo en Venezuela, Brasil, Angola, Bolivia, Ecuador, México y Nicaragua. México ha recibido tres mil 650 médicos cubanos desde 2002, por acuerdos establecidos por el expresidente López Obrador. Los grupos más recientes fueron de 199 médicos cubanos que llegaron el 25 de noviembre de 2024 para trabajar en comunidades rurales de 24 estados, y se anunció que llegarán otros dos mil 700 sumándose a los 950 que ya estaban trabajando en México. 

El gobierno mexicano no se ha pronunciado sobre el anuncio de Rubio, pero el cubano las ha calificado como una “agresión injustificada”, aunque muchos especialistas consideran que son abusos cometidos por el gobierno cubano con esos trabajadores de la salud que son “alquilados” porque el pago es recibido por el gobierno, no por los trabajadores, y por ello el departamento de Estado lo considera trabajo esclavo. 

Las misiones médicas son una fuente importante de ingresos para Cuba y están basadas más en acuerdos políticos y de apoyo al régimen que en necesidades reales de los países contratantes, además de que no se sabe, como ocurre en México, si realmente estamos en presencia de médicos o de otro tipo de profesionales, incluso de personajes.

Más allá de eso, el tema de las visas, con funcionarios objetivo tan amplio, puede usarse con toda discrecionalidad. En el caso de México, tanto en el ámbito de la migración como en el de los médicos, puede llegar a cualquier funcionario, sobre todo de la administración pasada y en los dos temas pueden establecerse sanciones altamente sensibles.

Como hemos dicho, tanto en el capítulo migratorio como en el del tráfico de fentanilo, México ha hecho grandes avances en los últimos meses y semanas, pero Estados Unidos va por funcionarios y redes políticas relacionadas con el crimen organizado, temas que ya ha estado sobre la mesa en las reuniones que se han mantenido en Washington y con mayor discreción también en México. Es clave que en los acuerdos que tarde o temprano se tendrán que establecer, se definan personajes y objetivos claros para evitar el uso indiscriminado de ese instrumento político. 

Lo de los médicos cubanos fue denunciado desde un primer momento pero el entonces presidente López Obrador lo tomó como una bandera personal que lastimó muchísimo las relaciones con Estados Unidos y que llegó a su máximo nivel cuando el presidente cubano Miguel Díaz Canel (cuyo hijo, por cierto, vive como un rico empresario en Madrid y está de novio con la actriz Ana de Armas) fue el orador invitado en el Zócalo, nada menos que el 16 de septiembre de 2021, en la celebración del 211 aniversario de la independencia de México. 

Esa contratación de médicos al gobierno cubano ha ido de la mano con otro apoyo que generará consecuencias en la relación con Estados Unidos: el envío de petróleo prácticamente gratis (porque las deudas no se pagan y son canceladas por Pemex). En el primer semestre de 2023, Pemex exportó a Cuba un promedio de 17 mil 400 barriles diarios de crudo y mil 800 barriles diarios de derivados. En el segundo semestre de ese año, el promedio fue de 16 mil 800 barriles diarios de crudo y tres mil 300 barriles diarios de petrolíferos.

El año pasado, hasta el cambio de administración, México suministró a Cuba 20 mil barriles diarios de crudo Olmeca. Además, se enviaron 400 mil barriles de petróleo y 65 mil barriles de diésel hasta octubre de 2024.

En total, entre 2023 y parte de 2024, el valor total de los envíos a Cuba fue superior a los mil millones de dólares, que nunca han sido pagados a Pemex, una empresa con pérdidas por 620 mil millones de dólares en 2024. Ese tema lo tiene Trump (y sobre todo Rubio) guardado en lo más alto de su agenda.

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