Todas las notas sobre el encuentro del domingo en el rancho El Alacrán coinciden en que Madrazo fue ?acotado? por trece gobernadores del PRI y se le ?impuso? que acelerara la conformación de la comisión que controlará el proceso de selección del candidato priísta a la presidencia de la república en el 2006, con lo cual, se supone, se delimitarán sus espacios. Madrazo por supuesto acepto las ?presiones?, pero tendrá el control casi absoluto de su partido hasta el inicio del 2005. Parece que en este momento los gobernadores no inquietan al dirigente priisita. Si Madrazo enfrenta problemas será por sus propias decisiones. Su capacidad parece disminuir notablemente cuando él mismo tiene la posibilidad de construir. En este sentido, es donde Madrazo puede equivocarse y transformarse, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, en su peor enemigo.
Muchos priistas, al igual que algunos colegas, confunden su animadversión por Roberto Madrazo con una subestimación recurrente del ex gobernador tabasqueño. El domingo en el rancho El Alacrán, en Sinaloa, volvimos a comprobarlo. Todas las notas sobre el encuentro coinciden en que Madrazo fue "acotado" por los trece gobernadores del PRI que allí concurrieron, que se le "impuso" que acelerara la conformación de la comisión que controlará el proceso de selección del candidato priista a la presidencia de la república en el 2006, con lo cual, se supone, se delimitarán sus espacios.
Madrazo, por supuesto, aceptó las "presiones" de los gobernadores, pero logró que la comisión dependiera de la propia comisión política nacional que él encabeza y que está conformada, en su enorme mayoría, por madracistas. Logró también que, en los hechos, el procedimiento de selección del aspirante priista comience una vez que concluyan los procesos electorales en los 20 estados que tendrán comicios en este 2004 y el inicio del 2005. Por lo tanto, hasta esa fecha tendrá el control casi absoluto de su partido.
Los gobernadores priistas estarían en condiciones de asumir ese control y ser una suerte de contralor de Madrazo, sólo si asumen, también, que por separado son simplemente un factor más de poder. En los hechos, no han logrado conformar una alianza interna, entre ellos, que los capacite para imponer sus condiciones. Cuando lo han intentado hacer no han logrado designar un interlocutor único y confiable que cumpla ese papel y, por otra parte, los nuevos, los que han llegado al poder en los últimos meses, están más preocupados en consolidar su base de poder, mientras que muchos de los que salen lo que están viendo es su propia sucesión y su futuro. Existe en este sentido, una suerte de acuerdo implícito entre Madrazo y los gobernadores que es clave para comprender la actitud de éstos: mientras pueda permanecer al frente del partido, Madrazo no buscará influir abiertamente en las designaciones de los candidatos a gobernador en los estados en los que hay mandatarios priistas. Y como muchos están en esa condición y, además, aspiran, algunos de ellos a la candidatura presidencial, el resultado es un débil frente opositor al madracismo, que éste puede sortear con facilidad, accediendo a sus demandas mientras trabaja con base en su propia agenda.
Lo ocurrido el domingo en el rancho El Alacrán no es un ejemplo aislado. Días atrás, señalábamos cómo en los encuentros previos al Consejo Político del PRI, realizados en Hermosillo y Metepec, la demanda central de los gobernadores fue que se mantuviera a Elba Esther Gordillo como secretaria general, a lo que Madrazo accedió sin resistencia alguna, al contrario, la permanencia en esa posición de Elba Esther es la que garantiza que también Madrazo permanecerá en la presidencia priista. Paradójicamente, quien no estuvo en la reunión de El Alacrán, fue la propia Elba Esther que andaba en estos días por España, pero que, por sobre todas las cosas, parece que está preparando su propia estrategia, a través de su corriente reformadora que, entre otras cosas deberá definir dónde concentra su fuerza, tanto en los procesos electorales estatales como en el camino hacia la sucesión.
Otro factor que debilita al bloque de gobernadores es que el mexiquense Arturo Montiel ha establecido una suerte de acuerdo tácito con Madrazo que implica que ambos no se molestarán recíprocamente hasta el 2005, cuando los dos competirán por la candidatura presidencial priista. Y sin el estado de México, el frente de gobernadores antimadracista, pierde buena parte de su fuerza. En todo caso, la apuesta de Montiel es que, llegado el momento, ese bloque se conforme en torno suyo. Otro aspirante importante, el hidalguense Manuel Angel Núñez Soto está acumulando aliados potenciales apostando, a su vez, en convertirse en una opción socialmente "aceptable" del priismo ante la imagen de extrema dureza fuera de su partido que refleja Madrazo. Al similar, con menos peso público, intentan Tomás Yarrington y Enrique Martínez.
En todo caso, pareciera que los gobernadores en este momento no inquietan demasiado al dirigente priista. Si Madrazo enfrenta problemas será por sus propias decisiones: la capacidad que demuestra Madrazo para enfrentarse a los contratiempos, para luchar contra sus adversarios cuando pareciera que éstos lo tienen dominado, disminuye notablemente cuando él mismo tiene en sus manos la posibilidad de construir. Y en este sentido, es donde Madrazo puede equivocarse y cometer errores que lo transformen, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, en su peor enemigo. Y eso se pondrá de manifiesto en la elección de sus candidatos, particularmente en los estados en los que no gobiernan los priistas o donde lo hacen aliados suyos.
Por ejemplo, la designación como candidato de Jorge Hank Rhon para Tijuana es un gravísimo error político, que sólo puede comprenderse por la histórica relación que Roberto lleva con la familia Hank y particularmente con Jorge y Carlos. ¿Puede Hank Rhon ganar Tijuana, luego de años de gobierno panistas?. Sí, podría ganar porque difícilmente alguien podría colocar un candidato que gaste en una campaña municipal más recursos que el dueño del grupo Caliente. Pero para la sociedad en general, para ese casi 50 por ciento de electores que dice que jamás votaría por Madrazo, la designación de Hank Rhon lo único que logra es confirmarlos en su determinación y seguir viendo al PRI como la suma de todos los miedos del pasado. Obviamente, existe la intención, si el globo sonda de Jorge funciona adecuadamente, de lanzar a Carlos Hank Rhon en el estado de México y, con esa base, Madrazo sabe que difícilmente alguien podría discutirle la candidatura presidencial. Pero ¿ganarán ambos Hank, una elección, uno en Tijuana y el otro en el estado de México?¿gana el PRI en legitimidad, sobre todo con la candidatura de Jorge? La apuesta parece ser demasiado alta.
Porque no se trata sólo del mensaje que envía esa candidatura local. Ello va de la mano con la llegada de Víctor Cervera a la candidatura para Mérida. Y si bien, muchos aseguran que la popularidad dell dos veces gobernador de Yucatán en su estado sigue siendo muy alta, no es menos cierto el decir que con ello pareciera que el PRI no tiene más recursos que mirar hacia el pasado. ¿A poco no tiene Cervera un solo discípulo al cual apoyar, renovando, así sea mínimamente, la clase política local?¿o tanto depende ésta de Cervera Pacheco?
En Oaxaca la operación para imponer como candidato a Ulises Ruiz puede costarle carísima a Madrazo y a uno de sus principales aliados, el gobernador José Murat. Todos los otros precandidatos internos quedaron fuera de la competencia y, hoy, en ese estado, Ruiz no sólo tendrá que enfrentar, como consecuencia de esa imposición a los tres principales partidos de la oposición unidos tras una sola candidatura, sino también a muchos sectores priistas, que incluso fueron parte de la administración Murat y que fueron desplazados por éste. Oaxaca puede ser una elección altamente nociva para el madracismo, con costos muy altos para el dirigente del partido y el gobernador saliente, que aspira a convertirse en secretario general del PRI y coordinador de la campaña electoral de Madrazo.
Está el acertijo de Veracruz, donde cualquier cosa puede pasar. Allí el candidato será Fidel Herrera, con apoyo de Madrazo y del gobernador Miguel Alemán, pero habrá que ver cómo se configura la oposición y que actitud toman los priistas que quedaron fuera, aunque no se espera una situación tan polarizada como en Oaxaca.
Madrazo también ha tenido aciertos, como fue la designación de Oscar González en Aguascalientes, un hombre que puedo haber sido candidato hace seis años (como Oscar López Velarde) y que hubieran podido ganarle la elección a Felipe González. Hoy tiene la posibilidad de la revancha. Pero la pregunta principal no es esa, sino si Madrazo podrá colocarse por encima de sí mismo, para tener una política incluyente para todo, o aunque sea buena parte, del priismo. Eso es lo que determinará, finalmente, la configuración de fuerzas de cara al 2006, dentro y fuera del PRI.