Francamente desconcertante el esperado informe de Andrés Manuel López Obrador sobre los famosos videoescándalos. No sólo porque no haya aportado nada nuevo, sino porque, a pesar de su compromiso, no contestó las principales preguntas que todos nos hacemos respecto a este caso y al grado de conocimiento que tenía el jefe de gobierno sobre lo que sucedía en su administración. Durante el informe justificó las cosas con base en un complot donde coloca los nombres de todos los ?villanos favoritos? pero no aportó más pruebas que cinco tarjetas informativas y la carta de un abogado que vio, juntos en el lobby de un hotel, a Diego y Ahumada.
Francamente desconcertante el esperado informe de Andrés Manuel López Obrador sobre los famosos videoescándalos. No sólo porque no haya aportado nada nuevo, sino porque, a pesar de su compromiso, no contestó ninguna de las principales preguntas que todos nos hacemos respecto a este caso y al grado de conocimiento que tenía el jefe de gobierno sobre lo que estaba sucediendo en su propia administración.
Primero y principal: ¿qué pasó con los millones de pesos que le entregó Carlos Ahumada a René Bejarano? En relación con ello: ¿qué pasó respecto a las gestiones que estaba realizando Bejarano, según sus dichos, con el propio López Obrador para solucionar los problemas de Ahumada?
Segundo: si existían desde el inicio de su gobierno pruebas de acciones ilegítimas de Ahumada, ¿por qué no se lo denunció entonces y se esperó tres años, hasta la salida de los videos para hacerlo?
Tercero: si se conocía el fraude de la Gustavo A. Madero desde enero ¿por qué no se actuó en ese momento contra Ahumada?
Cuarto y en relación con lo anterior: ¿por qué el procurador Bernardo Bátiz dijo que Gustavo Ponce Meléndez no estaba involucrado originalmente con ese caso y sólo participaba en él en calidad de testigo y días después de conocidos los videos fue cuando se lo involucró penalmente?
Quinto: ¿por qué si se sabía de los malos manejos de Ponce Meléndez se lo mantuvo en su puesto, nada menos que la secretaría de Finanzas, manejando un presupuesto de 77 mil millones de pesos?
Sexto: ¿cuándo mintió López Obrador?¿cuándo dijo que había hablado con Ponce Meléndez la misma noche de la trasmisión del video, asegurando que éste daría una conferencia de prensa a las diez de la mañana para ofrecer su versión de los hechos, pidiéndole a los medios que no lo "lincharan" y reclamándole a Televisa que le abriera un espacio, luego de lo cual se "enteraron" que Ponce se había fugado? ¿o mintió anoche, cuando aseguró que le había dado órdenes a Bátiz al momento de ver el video de Ponce en Las Vegas, de detenerlo lo que no pudieron hacer porque éste ya se había fugado? Las dos cosas no pueden ser verdad: si en la noche del video López Obrador ya sabía que Ponce se había fugado, no tiene sentido que le pidiera a los medios que lo recibieran en la conferencia de prensa de las diez de la mañana y no lo "lincharan" antes de conocer su versión. Si no lo sabía y francamente creía que el funcionario tenía posibilidades de explicar lo sucedido, entonces no había dado órdenes de detenerlo. Esa es la mayor y más grave contradicción de toda la versión de López Obrador.
Séptimo: ¿cómo está eso de que con René Bejarano sólo tuvo relación política y administrativa, que "nunca ha tenido operadores políticos" y que Bejarano trabajó con él como muchos otros?¿cuántos de los muchos otros fueron su coordinador de campaña y su secretario particular?¿cuántos se encargaron de crear los comités de López Obrador para el 2006?¿por qué hasta el día de hoy no lo ha condenado públicamente ni le ha exigido públicamente una explicación sobre lo sucedido y sobre qué hizo con el dinero?
Octavo: ¿qué pasó con Carlos Imaz? El ex dirigente del CEU está a cargo de la delegación más grande del DF, su esposa Claudia Sheimbaum es miembro del gabinete de Andrés Manuel y está encargada de la principal obra pública de su gobierno, el segundo piso del Periférico. ¿Por qué no pedirle a Imaz que solicite licencia mientras se investiga su caso para asegurarse que el jefe de gobierno no estaba enterado del dinero que recibía de Ahumada? Y una vez más ¿dónde quedó el dinero, a qué se lo destinó?
Noveno: ¿dónde están las pruebas del complot gubernamental e internacional? En las cinco tarjetas de Marcelo Ebrard lo único que existe es un informe del propio secretario de seguridad pública del DF diciéndole que ha hablado con el delegado de la PGR, López Villaseñor, pero éste ni confirma públicamente esos encuentros ni le entrega los documentos que le promete. ¿Dónde están las pruebas? En todo caso, si se confirmara ese encuentro, la pregunta que queda pendiente es porqué participó en él el delegado del Cisen en el DF, José Luis Valles. Pero no hay una sola prueba de que exista un complot nacional e internacional en lo dicho.
Tampoco existe prueba alguna de la intervención de Carlos Salinas de Gortari. Es más ¿cómo puede establecer como prueba de esos hechos la carta de una persona que vio en el lobby de un hotel a Fernández de Cevallos y Ahumada hablando, mientras el segundo le mostraba papeles al primero? Sin duda Diego debe informar cuál es su relación con Ahumada y su participación en este caso, pero insistimos, dónde está el complot.
Décimo: el hotel Bellagio. ¿Dónde están las pruebas de que la grabación de Ponce Meléndez se basó en las propias cámara del casino y en una cámara adicional que se metió al lugar con el respaldo de la empresa? Nadie, además del canal seis de julio, ligado al propio López Obrador, ha sostenido esa tesis (fuera de que el propio hotel ya la desmintió terminantemente) y la mayoría de las versiones bien informadas del caso, insisten en que se trató de uno de los propios asistentes de Ponce Meléndez quién lo grabó y que, como fue él quien pagó las cuentas, se quedó con las copias de las facturas. Por cierto, quien le estaría pagando el vicio a Ponce Meléndez sería el propio Ahumada. Además, ¿cómo puede asegurar Andrés Manuel que fue el departamento del Tesoro de Estados Unidos el que pidió esos documentos?¿sólo porque existe un convenio de colaboración firmado en 1994 entre el Tesoro y la secretaría de Hacienda? Es absurdo. Eso debe demostrarse con pruebas, no con hipótesis.
El informe López Obrador es desconcertante. Va exactamente en la dirección contraria de lo que se esperaba: una actitud de limpieza en su casa, de remoción de funcionarios ineptos o sospechosos de corrupción o simplemente de ineficiencia (sólo cómo pregunta: si es verdad que López Obrador había hablado con Ponce por teléfono e inmediatamente le pidió a Bátiz que lo detuviera y sin embargo Ponce se les escapó ¿qué hace Bátiz todavía como procurador?¿cómo puede ser que Ponce realizara 17 viajes a Las Vegas y Berta Luján, la contralora o alguien no lo supiera?¿a poco nadie en el gobierno del DF trataba de averiguar de dónde salía el dinero para formar los comités pro AMLO que Bejarano creaba en todo el país) lo que hace es tratar de justificar las cosas con base en un complot donde coloca los nombres de todos los "villanos favoritos" pero no aporta más pruebas que cinco tarjetas informativas de su secretario de seguridad pública y la carta de un abogado que vio, juntos en el lobby de un hotel, a Diego y Ahumada.
Es lamentable y como si faltara algo, resulta que el mitin del domingo, sí se realizará, sí se pagará con recursos del GDF, sí es verdad que se están repartiendo dos millones y medio de hojas convocando a participar en él, pero en lugar de llamarlo mitin, ahora el jefe de gobierno lo apoda informe, supuestamente para explicar lo mismo que dijo ayer en radio y televisión. Si es simplemente para eso, si no es una manifestación tipo Chávez, qué sentido tiene convocar a las masas a apoyarlo contra un complot que no se ha podido demostrar que existió y menos aún en la magnitud en que lo anunció el propio López Obrador. Lo dicho: es lamentable.