AMLO: del Yunque a Televisa, todos enemigos
Columna JFM

AMLO: del Yunque a Televisa, todos enemigos

El citatorio debe haber caído muy mal en la mañana de ayer en las oficinas del Distrito Federal. La PGR en el mismo citaba ?en su calidad de probable responsable? a Andrés Manuel López Obrador, el lunes a las 10 horas para que esa ?unidad investigadora le haga saber la imputación? en su contra. Horas después se supo que este nuevo citatorio se basa en una acusación de desobediencia y resistencia a particulares, todo ello derivado de una denuncia laboral realizada por un grupo de trabajadores capitalinos que fueron despedidos y que, pese a que ganaron un amparo para ser restituidos en sus puestos, el jefe de gobierno ignoró esa orden judicial emitida por un tribunal federal.

El citatorio debe haber caído muy mal en la mañana de ayer en las oficinas del Distrito Federal. La PGR en el mismo citaba "en su calidad de probable responsable" a Andrés Manuel López Obrador, el lunes a las 10 horas para que esa "unidad investigadora le haga saber la imputación" en su contra. Horas después se supo que este nuevo citatorio contra el jefe de gobierno capitalino se basa en una acusación de desobediencia y resistencia a particulares, todo ello derivado de una denuncia laboral realizada en su contra por un grupo de trabajadores capitalinos que fueron despedidos y que, pese a que ganaron un amparo para ser reinstalados en sus puestos de trabajo, incluyendo el pago de sus salarios devengados en el periodo, el jefe de gobierno ignoró esa orden judicial emitida por un tribunal federal.

Este es sólo uno de los dos procesos similares, por despido de trabajadores, que el tribunal federal de conciliación y arbitraje le ordenó reincorporar a sus labores, que el jefe de gobierno ha ignorado, por lo que cabe esperar que en los próximos días, pudiera llegar otra notificación similar a la de ayer. Quién puede olvidar que el jefe de gobierno está sufriendo un proceso de desafuero acusado de no haber respetado otra sanción judicial en el caso del predio El Encino pero, además, existen varios otros casos similares, en los cuales existiendo sentencias en firme, han sido ignoradas por López Obrador que podrían transformarse en procesos similares al de El Encino. Ahí están, por ejemplo, los casos de los predios en donde se construyó la Escuela Nacional de Antropología e Historia, donde hay sentencia en firme y donde, incluso, el gobierno capitalino, respondiendo esa orden, habría hecho un primer pago de 5 millones de pesos pero luego no continuó con sus pagos a los propietarios expropiados. Existe otro proceso multimillonario por el pago de indemnizaciones a los propietarios de los predios donde se construyó la central de abasto. Y podría continuar hasta convertirse en una lista interminable.

Independientemente de lo que se piense sobre estos casos, sobre si existe complot en su contra, si el gobierno federal tiene consigna contra el jefe de gobierno o si éste, simplemente, está cosechando los vientos que sembró con un estilo de ejercer el poder en el cual ignora a los otros poderes, el hecho es que López Obrador tiene cada vez más frentes abiertos y sus propios colaboradores se empeñan en abrirles unos nuevos a cada rato.

Es comprensible que muchos en el Gobierno del DF estén preocupados porque las cosas no están funcionando como esperaban y porque se encuentran bajo un fuego político tupido en su contra, pero hay algunas declaraciones incomprensibles en hombres que deberían tener la suficiente sensibilidad política como para comprender la esencia de los problemas y no terminar atribuyendo todo a un complot de malvados.

La semana pasada, el procurador Bernardo Bátiz, desestimó por "exageradas" las cifras de secuestros que se manejan para la ciudad. Las confrontó con las suyas y olvidó lo más importnate: la cifra negra, la enorme cantidad de delitos, incluyendo los cotidianos secuestros express que simplemente no se denuncian ante las autoridades y se olvidó de las víctimas, cuyos testimonios desmienten cualquier encuesta. Apenas el día de ayer, nada menos que el secretario de Gobierno, Alejandro Encinas, un hombre inteligente y políticamente sensato, vaya uno a saber qué línea tuvo que respetar y no tuvo dudas en decir que tras las movilizaciones que se están realizando ante el inquietante auge de la inseguridad y el crecimiento del secuestro (que comenzaron el lunes en el centro comercial de Perisur pero que se reflejarán en la gran marcha que se prepara para el 27 de junio próximo en El Angel de la Independencia) está la mano de El Yunque, la organización de ultraderecha que tiene asidero en Acción Nacional, y de distintos medios de comunicación y, especificó, como Televisa. Por supuesto no mostró prueba alguna de ello. Como demostración de la intervención panista señaló la participación de una diputada local del PAN, Mariana Gómez del Campo, en la demostración del lunes ante Perisur. De lo del Yunque no hay rastro alguno, de la campaña de los medios y en particular de Televisa, tampoco (por cierto, ¿están seguros en el GDF de que se quieren lanzar a una guerra con Televisa? Porque esa no es una declaración aislada: del propio PRD salió la versión de que El Mañanero había salido del aire no, como Víctor Trujillo explicó, por el fallecimiento de su esposa, sino por "presiones de la presidencia y de Marta").

Lo que existe en términos de inseguridad es un malestar ciudadano que se ha extendido no forma casi generalizada y que seguramente será aprovechado por los partidos, pero la única forma de frenar esa indignación será con resultados concretos, no acusando a grupos políticos o medios de comunicación de estar organizando una campaña en su contra. Porque ya con un complot es suficiente ¿o será éste otro capítulo de una misma historia?

No son esos los únicos frentes que siguen abriendo el gobierno del DF y su partido, el PRD. El presidente del partido, Leonel Godoy sigue insistiendo en que no se sentarán a negociar nada con el gobierno federal si el tema prioritario no es el desafuero de López Obrador o si la PGR no retira la solicitud de desafuero. Por esa ruta lo único que logra el PRD es aislarse e incluso afectar las propias posibilidades de López Obrador, cuya situación legal, escuelitas sobre El Encino aparte, es más que difícil y todo indica que continuará complicándose. Pero como pareciera que no les alcanza con pelearse con el gobierno federal, con la PGR, con el PAN, con las organizaciones ciudadanas que están movilizándose contra la inseguridad pública o con los medios, el nuevo miembro del comité ejecutivo nacional del PRD (un CEN que se movió notoriamente hacia posiciones más duras con las nuevas incorporaciones), Gerardo Fernández Noroña, no tuvo ayer mejor idea que iniciar un proceso de juicio político contra el gobernador mexiquense y obviamente precandidato del PRI, Arturo Montiel, por supuestos gastos excesivos en publicidad.

Puede ser verdad o no. Pero una pregunta obvia que deberían hacerse los perredistas es cuántos frentes quieren abrir simultáneamente. Hasta ahora los priistas no se han involucrado en esta historia y, en todo caso, el presidente del PRI se llama Roberto Madrazo, que se supone que es el enemigo histórico de López Obrador y que resulta que es un adversario, también, de Arturo Montiel. ¿Qué sentido tiene abrir un nuevo frente contra el priismo mexiquense?. Ninguno, como no lo tiene acusar, cada vez con más frecuencia, a los medios de comunicación que no opinan lo mismo que López Obrador de realizar una campaña en su contra, incluso, ahora, poniéndole, según Encinas, nombre y apellido: nada menos que Televisa.

Insisto, ni siquiera es la intención de estas reflexiones establecer en qué medida hay algo de verdad en esas acusaciones (en las movilizaciones, el famoso Yunque y en el tema de los medios no hay prueba alguna de esas afirmaciones) pero lo que sí es notorio es lo inoportuno políticamente de adoptar una línea de confrontación simultánea con todo y con todos, incluyendo, por supuesto, la acusación de la procuraduría capitalina contra la ex presidenta del PRD y antecesora de López Obrador en el gobierno de la ciudad, Rosario Robles, de haber "traído" a México a colaboradores prófugos de Carlos Ahumada.

Es, políticamente, una locura: no se puede enfrentar simultáneamente al gobierno federal, al sistema judicial, al PAN, al PRI, a una fracción del PRD, a los medios de comunicación y a las organizaciones civiles. ¿Quién pondrá un poco de mesura y sensatez en el PRD y el gobierno capitalino?¿quién les dirá que en una lucha como la que están enfrentando lo peor que pueden hacer es seguir, una día sí y el otro también, abriendo frentes con nuevos enemigos?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *