De Marta a LEA: la agenda de la crisis
Columna JFM

De Marta a LEA: la agenda de la crisis

La administración Fox parece encerrada en una cadena de crisis ininterrumpidas. Al haber permitido a lo largo de los meses que se abrieran tantos expedientes sin terminar de cerrar ninguno, sin una medición de los tiempos y las consecuencias políticas, la acumulación de situaciónes críticas, que no admiten salidas sencillas, la ponen una y otra vez contra la pared.

La administración Fox parece encerrada en una cadena de crisis ininterrumpidas. Al haber permitido a lo largo de los meses que se abrieran tantos expedientes sin terminar de cerrar ninguno, sin una medición de los tiempos y las consecuencias políticas, la acumulación de situaciones críticas, que no admiten salidas sencillas, la ponen una y otra vez contra la pared.

La semana pasada fue la de la renuncia de Alfonso Durazo con consecuencias devastadoras para la administración Fox, por los efectos de la misma, por la famosa carta de 19 cuartillas, y por las consecuencias internacionales que generó. Apenas ayer el editorial del New York Times titulado La Evita de México, fue inclemente con el presidente Fox y con su esposa: si alguien esperaba algún argumento adicional para que Marta anunciara su declinación a cualquier aspiración presidencial, ese texto hubiera sido suficiente.

Finalmente, poco después del mediodía de ayer, Marta Sahagún decidió dar un paso, que sin duda en lo personal le debe haber costado mucho adoptar: renunciar explícitamente a cualquier hipotética candidatura presidencial. Una declinación que incluso así no estuvo exenta de controversias, probablemente por una mala operación en su oficina o quizás por las pugnas internas sobre la forma y el fondo en que esa decisión se debía anunciar. El anunció oficial de Marta se dio a poco después de las 13.30 horas. Poco antes, a las 12.43 en algunas redacciones, yo recibí uno, se recibió un fax con el contenido del texto que leería la señora Fox. El texto es literalmente el mismo que efectivamente leyó Marta. Pero faltaba una línea que le daba un sentido completamente diferente: luego de especificar en el cuarto párrafo: "lo he dicho y lo reitero: México está preparado para ser gobernado por una mujer", seguía explicando que "la realidad reclama a más mujeres que contiendan no sólo por la presidencia de la república sino por todos los espacios de decisión en los ámbitos político, económico y social". Al final del texto decía que a partir del primero de diciembre del 2006 (ella y el presidente Fox) "iremos juntos a casa, a disfrutar de nuestra familia, sin que ello signifique renunciar, jamás, a mi compromiso con los más desprotegidos". En ese texto, enviado poco antes de la una desde las oficinas de Los Pinos (el fax del que se envió es el 52768131), no se decía una palabra sobre la renuncia a buscar la candidatura presidencial. Ello se incluyó más tarde en el texto, luego de la reiteración de que México está preparado para ser gobernado por una mujer y parece, en la lógica del texto, un injerto colocado ex profeso en ese espacio aunque se rompa, insistimos, la lógica de redacción del párrafo. En los hechos se podría interpretar que hasta poco antes de la una de la tarde la intención era dar a entender que el primero de diciembre del 2006, como dijo el presidente, los Fox se irían al rancho, pero no hacer explícita la afirmación de que "no seré candidata a la presidencia de la república". Horas después en las oficinas de Marta Sahagún afirmaron que ese primer envió era falso, que no era auténtico. Pero sin embargo, además de haber sido enviado desde un teléfono de Los Pinos, llama mucho la atención que el discurso sea exactamente el mismo, salvo esa única y definitiva frase. Si lo que se dice en las oficinas de Los Pinos es verdad, ello implicaría que alguien estuvo boicoteando desde las propias oficinas el mensaje de la primera dama. Si, como parece mucho más lógico, la frase de la declinación se agregó después, tenemos una demostración de cómo se estuvo debatiendo internamente la forma y sobre todo los términos de ese comunicado.

El hecho es que la declinación de la señora Fox es un hecho, con lo que se desactiva un conflicto político que ya había pasado de lo posible a lo real y que generaba problemas tan graves en la relación interna del propio gobierno y de éste con sus interlocutores externos. No dice nada el mensaje, por el contrario, sobre otra posición de elección popular ni sobre Vamos México. Este último puede ser un factor de conflicto. Respecto a la primera posibilidad (siempre he pensado que la señora Fox más que la presidencia buscaría, y la hipótesis está lejos de ser descabellada si desea seguir su carrera política,una posición en el senado de la república) se debe reconocer que Marta Sahagún no tiene impedimento legal (y creo que en ese caso tampoco ético) para tratar de llegar a él.

Pero mientras por lo menos parcialmente se cierra el capítulo Marta Sahagún, este mismo lunes se terminó de abrir otro que puede ser igual o más difícil de resolver para el foxismo. El 15 de julio, el jueves próximo, se ha anunciado que la fiscalía para los delitos del pasado pedirá la consignación de varios ex funcionarios comenzando por el ex presidente Luis Echeverría Alvarez por la matanza del jueves de corpus en 1971. La consignación se daría por el delito de genocidio.

Ayer mismo, el propio Echeverría, el entonces Secretario de Gobernación, Mario Moya Palencia y el entonces procurador general de la república Julio Sánchez Vargas, enviaron una carta al fiscal Ignacio Carrillo Prieto en el que sostienen que los famosos Halcones que perpetraron la matanza no dependían del Estado Mayor Presidencial sino del Departamento del Distrito Federal que encabezaba entonces Alfonso Martínez Domínguez, ya fallecido, y por lo tanto ellos no eran responsables de su accionar; que tampoco se los puede acusar de genocidio porque no se llenan los requisitos para ser consignados por ese delito y que, incluso si así fuera, ese delito, en su caso, ya habría prescripto. La posición puede o no se compartida, pero lo cierto es que coloca el tema en una ámbito de debate legal complejo. Sumemos a ello la insistencia del propio secretario de la Defensa Nacional, el general Gerardo Clemente García Vega, sobre la conveniencia de una amnistía para esos delitos, la presión que están ejerciendo numerosos priistas (y también perredistas que le deben mucho de su carrera al propio Echeverríaa, desde Cuauhtémoc Cárdenas a Andrés Manuel López Obrador) y tendremos una caldo de cultivo idóneo para generar una crisis más que marcará, ni duda cabe, no sólo el futuro del gobierno sino también la posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo en el próximo periodo legislativo. Lo que llama la atención es que siendo algo anunciado, previsto desde tiempo atrás (la primera advertencia sobre el tema del secretario de la Defensa se produjo el 19 de febrero pasado) no pareciera que hubiera una previsión estratégica sobre lo que se hará, sino no se explicaría que en dos oportunidades más el propio secretario haya insistido sobre el tema y que otros funcionarios hayan mantenido posiciones públicas divergentes sobre el mismo.

No es un capítulo menor. Con el paso dado por la señora Fox probablemente se podría desintoxicar un poco el ambiente político como para avanzar en ciertos acuerdos globales. El caso Echeverría, si es políticamente mal llevado, terminará, por una u otra causa, haciendo detonar esas posibilidades.

Los Verdes sin salario

A veces algunos dirigentes políticos nos quieren tomar el pelo: ayer el Partido Verde Ecologista de México atendiendo las disposiciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, dio a conocer el salario de todos los integrantes de su comité ejecutivo nacional. Y en un ejercicio de transparencia inédito informaron que ninguno de sus 16 integrantes, con la sola excepción del secretario de comunicación social, Gerardo Díaz Ordaz (que gana 13 mil 250 pesos mensuales) cobra un solo peso de salario. ¿Usted les cree?¿Incluirán esos informes los "gastos de representación" derivados, por ejemplo de algunas largas vacaciones en la Costa Azul de su presidente nacional como se denunció en su momento? ¿No cree usted, insisto, que nos están tomando el pelo?

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