¿Desconstruyendo a Marta?
Columna JFM

¿Desconstruyendo a Marta?

El gobierno federal parece decidido a tratar de cerrar algunos de los muchos expedientes políticos abiertos. El lunes, la señora Marta Sahagún de Fox, anunció su declinación a una hipotética candidatura presidencial. Ayer, se decidió la salida de Laura Valdez de la Lotería Nacional, sorpresivamente la reemplazó el diputado por el PRI, Tomás Ruiz que hasta hace unos meses estaba buscando la candidatura priista para Veracruz.

El gobierno federal parece decidido a tratar de cerrar algunos de los muchos expedientes políticos abiertos. El lunes, no sin muchas presiones internas, la señora Marta Sahagún de Fox anunció, finalmente, su declinación a una hipotética candidatura presidencial. Ayer, se decidió la salida de Laura Valdez de la Lotería Nacional, una muy cercana amiga de la señora Fox y cuya hermana es la secretaria ejecutiva de Vamos México. Ello, en medio de las denuncias, auditorias y presiones en torno a la labor de la ahora ex directora de esa institución que había llegado a esa posición sin ninguna experiencia política proveniente del equipo empresarial de Alfonso Romo. Lo cierto es que Laura Valdez, a pesar de la forma muy afectuosa con que fue despedida por el presidente Fox, aún puede afrontar demandas administrativas y penales graves en su contra. Sorpresivamente, cuando en el PAN se ha insistido tanto en la necesidad de que más miembros de ese partido sean parte del gobierno foxista, reemplazó a Laura Valdez el diputado por el PRI, Tomás Ruiz que hasta hace unos meses estaba buscando la candidatura priista para Veracruz.

Tomás Ruiz es un sólido economista, con experiencia en el área de Hacienda de la que depende la Lotería Nacional, que es muy cercano a Elba Esther Gordillo, pero no se puede ver qué gana con esta designación, salvo que estemos, una vez más en la búsqueda del gobierno federal de un acuerdo con el elbismo, una estrategia que ya fracasó a fines del año pasado. En realidad, puede ser una designación de perder-perder: los panistas no estarán en una posición que es más importante de lo que parece en el gobierno federal, y si la idea es colocar a un priista allí para dar fe de que se manejó la Lotería con transparencia, la elección no cubrirá ese objetivo. Insistimos: la única lectura posible sería la búsqueda, una vez más, de una nueva alianza con la corriente de Elba Esther Gordillo, de la que ya hablan en la dirección nacional del PRI que estaría a punto de pedir el registro para un nuevo partido político basado en la agrupación política nacional con la que cuenta el magisterio.

Por las razones que fuera, el gobierno federal ha intentado con el reemplazo de Laura Valdez por una parte, tratar de mostrar que aceptará transparentar lo sucedido en esa institución y, por otra parte, deslindar a ésta de la señora Marta Sahagún y de Vamos México. ¿Será éste el preámbulo de la desaparición de esa fundación?¿se está desconstruyendo en el gobierno la estructura en torno a la señora Fox como algunos suponen? Lo dudo, porque si fuera así, estaríamos asistiendo hoy a la designación en la Lotería de un panista destacado y no de un priista que es potencial aliado de la corriente que en el PAN encabeza la señora Fox.

Un segundo intento de cerrar expedientes lo tendremos hoy en la comisión permanente del congreso de la Unión, cuando se presente la iniciativa para reformar la ley del seguro social, una iniciativa que buscará dos objetivos: por una parte impedir que los recursos destinados a la atención médica de los millones de asegurados del IMSS terminen en los fondos para pagar las pensiones de los trabajadores del propio IMSS. Por otra parte, se establecerá que a partir de ahora los nuevos empleados del Seguro Social estarán bajos las condiciones del nuevo contrato de trabajo, sin las inequitativas (respecto al resto de los trabajadores) prestaciones con las que cuentan ahora sus pensionados y jubilados: estarán en una situación similar a la de todos los demás asalariados del país. Habría un acuerdo ya con el PRI, el PVEM, Convergencia, para sacar esa reforma en un periodo extraordinario a realizarse en los próximos días. Pero habrá que ver si el anunció dado ayer por el diputado panista Manuel Pérez Cadena, de que esa iniciativa es del blanquiazul, no genera turbulencias con los otros partidos, porque en realidad esa es una propuesta que se elaboró en la CTM, de común acuerdo con los grupos empresariales. Pero, una vez más pareciera que se quiere cerrar un capítulo aunque quizás la operación termina provocando que quede abierto.

Queda sin embargo, el mayor factor de turbulencia inmediata: la consignación de los presuntos responsables de la matanza del 10 de junio del 71, del famoso jueves de corpus. Ayer el fiscal especial para delitos del pasado, Ignacio Carrillo Prieto, anunció que el pliego de consignación se presentará no mañana, 15 de julio, sino hasta el día 24 de julio. Son diez días de diferencia, pero abre un espacio por lo menos para reflexionar qué se va a hacer porque, por lo menos hasta ahora, no pareciera que existiera una estrategia clara y predeterminada en el gobierno respecto a ese tema. Y decir que es un asunto judicial donde la política no interviene, suena muy bonito, pero no tiene nada que ver con la realidad. De todas formas, la estrategia de anunciar previamente las fechas de una consignación lo único que logra es presionar a la propia fiscalía especial y, sin duda, politizar aún más el proceso. Pero, una vez más, aunque no sea con demasiada claridad, pareciera que se estaba buscando un espacio no sé si de negociación pero por lo menos de reflexión.

Por otra parte, en estas horas, Luis Ernesto Derbez viajará a La Habana para tratar de reconstruir, como se acordó en la cumbre de Guadalajara, la relación con el régimen de Fidel Castro luego de los encontronazos derivados del caso Ahumada. Es otro capítulo a cerrar, habrá que ver si se lo cierra con réditos políticos.

Quizás esa es la mayor dificultad con la que se encuentra la administración Fox: la falta de claridad estratégica. Parece ser claro que quiere demostrar que está abierta a la posibilidad de cerrar expedientes, pero las formas, la operación sigue sin ser clara. La declinación de Marta Sahagún solucionó un problema; la salida de Laura Valdez parece ir en ese sentido (aunque las auditorias de la secretaría de la función pública y sobre todo la que pretende realizar la Auditoria Superior de la Federación, pueden ser detonantes muy graves en esa historia que no se cierra con la designación de Tomás Ruiz). La propia designación del ex subsecretario de ingresos del sexenio pasado en la Lotería tampoco parece aportar, independientemente de su capacidad personal y de las intenciones gubernamentales, soluciones políticas.

Este nuevo acercamiento del gobierno con el grupo de Elba Esther tampoco se entiende (¿será que ante el endurecimiento del PRI por el caso Luis Echeverría se busca fortalecerse en el otro polo reviviendo los acuerdos Marta-Elba?), mientras que en la medida en que se prolonga la anunciada consignación de los implicados en la matanza del jueves de corpus, aumentan también las presiones contra la fiscalía y el gobierno.

Falta mucho por ver aún. Falta por ver, sobre todo, hacia dónde se dirigirá la administración Fox luego de la crisis que la sacudió la semana pasada. Ahora sigue sin estar claro.

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