El IMSS es más que las pensiones
Columna JFM

El IMSS es más que las pensiones

Si de algo no cabe duda es que la reforma del IMSS es imprescindible y que la protesta de los dirigentes del sindicato encabezado por Roberto Vega Galina es un torpe acto de oposición política. Con la muy tímida reforma al sistema de pensiones y jubilaciones del Seguro Social no se afectan los derechos de uno solo de los actuales trabajadores, pensionados o jubilados del IMSS, simplemente equipará el régimen de pensiones de los futuros trabajadores del Seguro Social al del resto de los trabajadores del país. No hay ni justificación sindical ni mucho menos ética para la oposición del sindicato a la reforma.

Si de algo no cabe duda es que la reforma del IMSS es imprescindible y que la protesta de los dirigentes del sindicato encabezado por Roberto Vega Galina es, sólo, un torpe acto de oposición política en la que no reside interés alguno de defensa de sus agremiados. La razón es sencilla, con la muy tímida reforma al sistema de pensiones y jubilaciones del Seguro Social, no se afectan los derechos de uno solo de los actuales trabajadores, pensionados o jubilados del IMSS, y la reforma propuesta, que en los hechos comenzará a tener efectos palpables dentro de casi tres décadas, simplemente equipara el régimen de pensiones de los futuros trabajadores del Seguro Social al del resto de los trabajadores del país. No hay ni justificación sindical ni mucho menos ética para la oposición del sindicato a la reforma.

En todo caso, como lo ha declarado el propio Vega Galina, lo que está detrás de este movimiento es una intención política demasiado transparente: reeditar a nivel macro una oposición como la de los comuneros de Atenco que doblegaron (en el que ha sido quizás el mayor error político de los muchos que ha cometido esta administración) al gobierno federal en su proyecto de construir un nuevo aeropuerto metropolitano en Texcoco. Aunque, en realidad, este movimiento del sindicato del IMSS parece tener una intención mucho más parecida a la tristemente célebre huelga de la UNAM, encabezada por el CGH en el quinto año de gobierno de Ernesto Zedillo, con el obvio interés de influir en la sucesión presidencial, que al movimiento de Atenco. Pero eso no lo puede decir Vega Galina.

La reforma planteada es pequeña, tímida, insuficiente y necesaria. Pero la pregunta es porqué no se fue más allá. Se podrá argumentar y es verdad, que era necesario un primer paso, realizar la reforma menos controvertida para poder avanzar en el futuro en lo demás, pero también se podría decir con los mismos argumentos, que si se va a pagar un costo político contra un liderazgo sindical que quiere politizar sus demandas con la vista puesta no en el Seguro Social sino en el 2006, se podría haber utilizado la oportunidad para hacer una reforma más profunda.

Existen, por eso, dudas que deberían ser despejadas. El senador Carlos Rojas, en la reunión de los senadores priistas para analizar el tema, presentó una serie de cuestionamientos que son atendibles, y que deberían tener una respuesta en el proceso de debate de la actual reforma.

Dice Rojas Gutiérrez que es un error "ver, justificar y orientar" exclusivamente al Seguro Social en un sentido financiero, sin contemplar el sentido original del mismo como medio de redistribución de la riqueza en su sentido más amplio. Y por esa misma razón argumenta que, fuera de atender los evidentes problemas financieros del Instituto, no se percibe un plan estratégico respecto al camino hacia el que se quiere llevar al IMSS, lo que se refleja, entre otras cosas en la reducción en el gasto de inversión en el Seguro Social en los últimos años. Tiene razón Rojas Gutiérrez al agregar que la prisa por sacar esta reforma debe tener relación, también, con la necesidad de que cualquier proceso de reestructuración del Seguro Social deberá reflejarse en el presupuesto federal que deberá entregarse al congreso a más tardar el 8 de septiembre próximo.

Ese es un punto central. Sí creo, en lo personal, que la reforma anunciada es una necesidad, pero las autoridades y los legisladores nos deben una respuesta mucho más amplia, diciéndonos hacia dónde quieren llevar la Seguridad Social. Basar toda la lógica de la operación, de la reforma, sólo en los cálculos financieros es insuficiente para que todos tengamos una visión más completa del tema. Recordemos que, además de los aspectos netamente financieros, la reforma propuesta incluye un par de capítulos más sobre las atribuciones del Consejo Técnico del IMSS, respecto a su capacidad de contratación de trabajadores que también deberían ser explicados con mayor profundidad.

Es indudable que el solo dato de que los recursos destinados al IMSS por sus millones de afiliados se destinan hoy en mayor proporción para pagar el sistema de pensiones de los trabajadores del propio instituto que para la compra de medicinas para sus 40 millones de usuarios, es contundente como para justificar la reforma, pero también, superada ésta, o mejor dicho en su propio contexto, se debe avanzar en una visión mucho más integral del propio sistema de Seguridad Social.

Toda esta semana, por ejemplo, el presidente Fox la dedicó a hablar de la política social. Llama la atención que en todo ello no se esté hablando del papel del Seguro Social. Con todas sus deficiencias, con muchos de los calificativos, en ocasiones injustos que se vertieron sobre ellos, en el pasado algunos de los frutos más importantes de la política social se relacionaron con la participación del IMSS en programas sociales muy amplios como el IMSS-Coplamar o luego, y sobre todo, el IMSS-Solidaridad. Hoy pareciera que el Seguro Social es un departamento estanco, separado de otras instancias de política social cuando es indudable que el IMSS es la piedra angular de cualquier sistema de política social que se quiera implementar en el país.

Insistimos, la reforma es necesaria y debe ser analizada y aprobada. Pero también nos tienen que decir, legisladores y autoridades, hacia dónde quieren llevar, en el futuro al Instituto Mexicano de Seguridad Social.

La provocación

Ayer el presidente nacional del PRI, Roberto Madrazo, mintió o fue engañado por sus compañeros de partido. En una carta enviada por Madrazo al secretario de gobernación, Santiago Creel, el dirigente del PRI dice que los enfrentamientos en Oaxaca, en la localidad de Huautla de Jiménez, que han dejado ya dos muertos, fueron provocados por integrantes de la alianza opositora del PAN, PRD y Convergencia. En el mismo sentido habló el candidato priista Ulises Ruiz. Sin embargo, ayer mismo, el periódico reforma publicó un excepcional documento gráfico donde se puede observar con todo detalle como militantes del PRI, de la marcha que encabezaba Ulises Ruiz, son los que están agrediendo hasta darle muerte a Serafín García: la serie fotográfica permite observar hasta el detalle cómo progresa la agresión y quiénes son los responsables.

Ayer el gobierno estatal envió, para amedrentar a los pobladores de la zona, 200 policías ministeriales a Huautla de Jiménez, supuestamente para investigar lo sucedido. Por lo pronto si tuviera interés en saber qué sucedió podría tomar las fotografías publicadas por reforma donde se puede apreciar con todo detalle el rostro de quienes asesinaron a Serafín García, particularmente un hombre de camisa amarilla y jeans que se ve en todas las fotos como uno de los principales agresores. Ahí tienen a los asesinos en el momento en que están matando.

Pero la justicia es lenta en el estado cuando involucra a personajes ligados al gobierno local. ¿Alguien sabe, por ejemplo, qué ha sucedido con la investigación realizada sobre el policía muerto en el famoso autoatentado de José Murat el pasado 18 de marzo (una impunidad a la que ha contribuido la propia PGR al decidir no ahondar en las investigaciones por causas inexplicadas e inexplicables)?

Ojalá todo salga bien en Oaxaca este domingo. En todo caso, lo importante es que el gobierno estatal cumpla con su obligación mínima de garantizar la seguridad y la libertad de todos a la hora de ejercer el voto. Cuanto mayor sea la participación ciudadana, mayores serán las posibilidades de acotar las provocaciones y la violencia.

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