El PRI perderá ganando
Columna JFM

El PRI perderá ganando

Las elecciones del domingo pueden provocar movimientos sísmicos en la mayoría de los partidos y sobre todo en el PRI. Serán elecciones muy diferentes, con un margen alto de civilidad política entre las distintas fuerzas, con un resultado muy cerrado y posibilidades de malos manejos electorales en Oaxaca. En Huautla ya ha habido dos muertos: el gobierno estatal y el candidato priista Ulises Ruiz y el presidente del PRI, Roberto Madrazo responsabilizaron de los hechos a grupos opositores.

Las elecciones del domingo pueden provocar movimientos sísmicos en la mayoría de los partidos y sobre todo en el PRI. Serán elecciones muy diferentes a las que tuvimos hace unas semanas en Chihuahua, Zacatecas y Durango: si en éstas la norma fueron resultados previsibles, un alto margen de civilidad política y diferencias muy amplias entre las distintas fuerzas, en las del próximo domingo tendremos un resultado muy cerrado y posibilidades de malos manejos electorales en Oaxaca, una elección compleja y muy controvertida en Tijuana, y comicios que se han complicado mucho, incluso por encima del resultado final, para el PAN en un estado que tenía completamente asegurado como Aguascalientes.

En este estado, el PRI no sólo estaba abajo en las encuestas sino que, además, su candidato original, Oscar González renunció a la candidatura denunciando, lo que nunca pudo comprobar, un acuerdo del gobernador panista Felipe González con Elba Esther Gordillo. En realidad, todos creen que González se retiró porque estaba muy abajo en las encuestas y buscó una excusa política para salirse de la contienda. Llegó en su lugar quien debería haber sido, no sólo ahora sino también hace seis años, el candidato priista, Oscar López Velarde, que logró un crecimiento en la campaña que quizás no le alcance para ganar los comicios del domingo contra Luis Reynoso Femat pero sí para posicionarlo firmemente en el escenario político futuro en el estado. Sin embargo, aún quedan muchas dudas: no está claro quién ganará la elección en la capital del estado y, sobre todo, el proceso se ha contaminado con la divulgación de un "préstamo" que le hizo el gobierno del estado al presidente del Instituto Estatal Electoral, Enrique González Aguilar, por 246 mil pesos para que se comprara un automóvil. González Aguilar se ha negado a renunciar y ello ha dejado cuestionado su accionar y el del IEE.

En Oaxaca y Tijuana habrá elecciones muy complejas. En la importante ciudad fronteriza el PRI ha presentado como candidato a Jorge Hank Rhon, el controvertido empresario de la industria del juego, hijo del fallecido Carlos Hank González y que arrastra, detrás suyo, una multitud de denuncias de todo tipo, sobre todo acusaciones sobre su participación en el asesinato del editor del semanario Zeta, Héctor Félix Miranda, perpetrado por su jefe de custodias, Antonio Vera Palestina, y más recientemente, el asesinato de otro coeditor de Zeta, el semanario que dirige Jesús Blancornelas, Francisco Ortiz, muerto hace poco más de un mes y por el cual, pese a ser uno de los sospechosos de ordenar ese crimen, el candidato no ha sido investigado a profundidad. Hank Rhon terminó su campaña con una enorme fiesta, con muchos artistas y mucho alcohol en su hipódromo Caliente y asegura que ganará ampliamente la alcaldía. Paradójicamente, tanto Hank Rhon como su opositor panista Jorge Ramos terminaron con actos eclesiásticos sus respectivas campañas: Hank yendo a misa, Ramos visitando al obispo Rafael Romo. Lo cierto es que la candidatura de Hank es una prueba de Roberto Madrazo, con fuertes relaciones personales y políticas con los Hank, para ver cómo puede evolucionar en el futuro su candidatura presidencial.

Pero si bien la elección en Baja California y en particular en Tijuana será compleja, en ese estado existen instituciones y capacidad política como para controlar los comicios en sí y a las diferentes fuerzas políticas. Será difícil que exista una fuerte manipulación electoral en un estado como Baja California. No es igual en Oaxaca: no sólo por la fuerte demografía rural del estado que controla José Murat, sino también porque los modos de hacer y entender la política y ejercer el poder que ha impuesto éste se alejan cada vez más de las prácticas que han sido la norma en buena parte del resto del país. Los hechos violentos de esta semana en Huautla de Jiménez y la forma en la que nuevamente la procuraduría estatal (como ya lo había hecho en el famoso autoatentado del pasado 18 de marzo con todas sus secuelas, incluyendo la aún no resuelta muerte de un policía auxiliar en esos hechos) ha tratado de manipular y tergiversar la información, demuestran que el gobierno estatal no está dispuesto a garantizar siquiera la seguridad en los comicios y eso es altamente preocupante.

En Huautla ya ha habido dos muertos: el gobierno estatal, el candidato priista Ulises Ruiz y el presidente del PRI, Roberto Madrazo, responsabilizaron de los hechos a grupos opositores y en el caso del candidato lo ha minimizado diciendo que no se debe confundir una trifulca con un asesinato. Sin embargo, la serie fotográfica publicada por el periódico reforma sobre esos hechos demuestra con claridad cómo se dieron los hechos y quiénes fueron los asesinos del maestro jubilado Serafín García. Las fotos muestran que el diputado priista Elpidio Concha participó y dirigió en esos hechos, lo mismo que el militante priista José Luis Pineda. Concha Arellano fue, antes que diputado, coordinador de giras del gobernador Murat, coordinador de delegados de gobierno, delegado del PRI en La Cañada y coordinador de la campaña de Ulises Ruiz en esa zona. Ayer decíamos que uno de los asesinos materiales de Serafín era un hombre de camisa amarilla y jeans: ahora sabemos que se llama Jorge Pineda, es apodado el Diablo y es también militante del PRI, que estuvo acompañado en la agresión que causó la muerte del maestro jubilado por Aarón Quiroga y otra persona no identificada. Pineda fue, también, el responsable de la agresión a un fotógrafo del periódico oaxaqueño Noticias cuando vio que éste tomaba fotos de los hechos.

Ayer, todavía la procuraduría del estado insistía en que los priistas habían respondido las agresiones de los miembros del Frente Huautleco y Ulises Ruiz decía que era comprensible lo sucedido porque él iba con miles de manifestantes que fueron provocados por 40 miembros de esa organización. Sin embargo, las pruebas documentales ahí están: por lo menos Jorge Pineda y Aarón Quiroga son los responsables de la muerte de Serafín y el diputado local Elpidio Concha ha estado involucrado en los hechos. Hasta ahora no han sido molestados en absoluto, como tampoco se conoce avance alguno de las investigaciones de la procuraduría local sobre los hechos del 18 de marzo. Es más, el principal involucrado en el autoatentado, según la PGR, ha sido ascendido por Murat de su jefe de escoltas a secretario de seguridad pública. Así las cosas ¿quién puede tener confianza en la imparcialidad y las garantías de las autoridades locales?

Pero en Oaxaca se jugarán más que la gubernatura. Murat ha asegurado que existe un pacto entre él y Madrazo, que viene de la elección interna del PRI mediante el cual, después de la elección constitucional, Madrazo se iría como candidato presidencial, Murat llegaría como secretario general y coordinador de la campaña del propio Madrazo. En el momento en que eso ocurra, si llegara a suceder, la ruptura en el PRI sería inmediata y por eso, los muratistas han comenzado desde hace tiempo a tratar de adelantarse a ello y demandan una cacería de brujas en el PRI para "depurarlo". Por una de esas paradojas de la política, si Madrazo llegara a ganar en Tijuana y Oaxaca, se quedaría con dos posiciones importantes pero con la carga de dos personajes como Hank Rhon y Murat que serán un lastre para cualquiera de sus aspiraciones futuras, cancelando, además, la posibilidad de siquiera hablar de una renovación priista, mucho menos de un nuevo PRI. Se quedaría casi solo con lo más viejo de lo viejo del tricolor.

Por cierto, no deja de ser significativo que, a pesar de todo lo visto y lo dicho, las autoridades federales hayan frenado sus investigaciones criminales en los dos casos que afectaban a estos dos personajes, por lo menos hasta después de las elecciones: ni del caso de Hank Rhon en relación con el asesinato de Francisco Ortiz ni en el autoaentado de Murat del 18 de marzo ha habido avances públicos de esas investigaciones por parte de la PGR. ¿Es parte, también, de la negociación con el PRI?

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