El PRI tiene el poder
Columna JFM

El PRI tiene el poder

Cuando comenzó esta legislatura decíamos que el PRI se propondría, utilizando su fuerza electoral, gobernar desde el congreso. Pasado todo el proceso de ajustes de cuentas entre Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, cuando el priismo logró homogeneizarse en la cámara y Manlio Fabio Beltrones quedó como presidente de la misma, insistimos en lo mismo, pero creíamos que esa labor se desarrollaría a través de una serie de acuerdos con el panismo, basados en la propia agenda del PRI.

Cuando comenzó esta legislatura decíamos que el PRI se propondría, utilizando su fuerza electoral, gobernar desde el congreso. Pasado todo el proceso de ajustes de cuentas entre Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, cuando el priismo logró homogeneizarse en la cámara y Manlio Fabio Beltrones quedó como presidente de la misma, insistimos en lo mismo, pero creíamos que esa labor se desarrollaría a través de una serie de acuerdos con el panismo, basados en la propia agenda del PRI.

No ha sido así. Quizás el gobierno federal no supo sacar adelante una agenda de esas características o quizás el enfrentamiento entre el gobierno del DF y el federal como consecuencia de los videoescándalos, le permitió visualizar a los priistas una espacio muy cómodo para su operación sin estar demasiado atado a unos u otros, y en los hechos, así ha ocurrido: el PRI ha utilizado su fuerza legislativa en ocasiones para respaldar medidas impulsadas por el PAN, como la reforma para descentralizar la educación en el DF, en otras se ha puesto de acuerdo con el PRD (como en aceptar que el desafuero de Bejarano procedía porque se le reconocía éste el fuero aunque estuviera con licencia como diputado local) o en el paquete económico 2005, cuyo presupuesto de egresos se discutía anoche en la cámara de diputados. Evidentemente se han movido con inteligencia y ello se ha reflejado en sus resultados.

Esta semana, en particular, debe haber dejado a muchos de los priistas de plácemes: ganaron con amplitud Tamaulipas y Puebla; por un margen menor pero todo indica que se llevarán tambiénSinaloa; Tlaxcala se definirá por un puñado de votos, pero de todas formas lograron destronar al perredismo en esa entidad; en Michoacán mantuvieron muchas de sus posiciones más importantes. Mientras tanto, el PAN creció en Sinaloa y Tlaxcala pero lo hizo a través de dos candidaturas externas, una de ellas muy cercana al PRI, como la de Héctor Ortiz. En el PRD, lo que decíamos esta misma semana fue confirmado por su propio secretario de elecciones, Graco Ramírez: la elección del domingo tuvo tonos de desastre para el partido del sol azteca. Con relación al 98, la votación del PRD cayó hasta cuatro veces: en Puebla pasó del 10.87 por ciento al 5.53 por ciento, en Sinaloa del 17.40 por ciento a sólo el 4.22 por ciento, en Tamaulipas del 15.66 por ciento al 7.36 por ciento y en Tlaxcala del 45.16 por ciento cayeron al 28.21.

Pero quizás, para la acumulación de poder del priismo, pudiera ser más importante lo decidido ayer por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que les dio, en serie, los triunfos más cuestionados de ese partido en los últimos años: los de Oaxaca, Veracruz y Tijuana. En todos los casos, el Tribunal consideró que no había pruebas suficientes como para sustentar las acusaciones de la oposición, y aunque reconoció que el gobernador Murat había cometido irregularidades en el proceso oaxaqueño, consideró que éstas no alcanzaban a modificar el resultado electoral. Para el PRI esto era fundamental: en Oaxaca se hizo con la gubernatura un cercanísimo aliado de Madrazo, Ulises Ruiz; en Veracruz, además del peso evidente del estado, Fidel Herrera no está distanciado con Madrazo pero también tiene una buena relación con Enrique Jackson y éste estaba muy interesado en ese resultado; el triunfo de Jorge Hank Rhon es lo que único que faltaba para abrirle definitivamente el camino a su hermano Carlos Hank Rhon hacia el estado de México. Era mucho lo que estaba en juego y, contra todas las previsiones se quedaron con todo.

Exactamente a la misma hora en que el Tribunal decidía a favor del PRI, comenzaba en la cámara de diputados el debate sobre el presupuesto 2005, en un ambiente cargado de reproches y sin ir al fondo del tema. Si alguien pensaba que el PRI esperaría la resolución del Trife y, viendo que ésta era positiva para su causa, aflojaría la presión sobre algunos puntos del presupuesto, se equivocó: al contrario, se endurecieron y aunque al momento de escribir estas líneas el presupuesto aún no había terminado de ser aprobado, era evidente que la posición del ejecutivo no se respetaría.

Es verdad que todo esto es parte de una batalla política, donde hay mucha palabrería y poca profundidad, pero también parece ser verdad que el mayor beneficiario de los enfrentamientos que se han dado en los últimos tiempos, sobre todo en torno a los videoescándalos con todas sus derivaciones, ha sido el PRI porque en ellos, a pesar de los esfuerzos de López Obrador por involucrar al Innombrable, no han podido hacer siquiera aparecer a gente de ese partido. Y eso pesa políticamente.

Por eso mismo se le debe exigir, en estos momentos, mayor responsabilidad al priismo. Nunca, desde el 2000, ha tenido tanto poder como hoy y evidentemente, tampoco desde entonces había tenido un margen de operación tan amplio. Por eso el problema no es que haya votado un presupuesto diferente al enviado por el ejecutivo, sino esa aparente incapacidad de diálogo para poder sacar adelante algo que contara con un mínimo respaldo del gobierno federal. El problema no es que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le haya dado Oaxaca, Veracruz y Tijuana (si queremos que las instituciones judiciales y electorales funcionen y sean respetadas lo menos que se puede hacer, gusten o no, es aceptar sus resoluciones), sino que el PRI no termine de revisar procedimientos que, como sucedió en Oaxaca, simplemente riñen con la menor modernidad partidaria. El problema no es que el PRI gane elecciones por márgenes tan amplios como en Tamaulipas y Puebla, o que utilice su mayoría legislativa, sino que no caiga en revanchismos y acepte, en ese contexto, ser incluyente con las minorías. El problema no es que haya corrientes internas, sino que no se azuze a algunas de esas fuerzas para tratar de marginar a personalidades tan diversas como Beatriz Paredes, Elba Esther Gordillo o Diódoro Carrasco, simplemente porque un sector no quiere oposición interna alguna.

En última instancia, esa exigencia de mayor responsabilidad para el PRI deriva de la necesidad de que ese partido no sólo tenga la habilidad para avanzar en los espacios del poder político como lo está haciendo, que no sólo pueda sentarse para acordar un mecanismo interno de selección de sus candidatos, sino que comience a ver y verse en un contexto diferente en el escenario nacional. Por supuesto que en el PRI el escenario está puesto en el 2006, pero debe enviar nuevas señales a la sociedad y asumir mayores responsabilidades con la estabilidad y con el país, por encima de las coyunturas. Hoy el PRI tiene poder, mucho poder. Se debe observar, muy de cerca, cómo lo utiliza.

Germán Martínez, va por el PAN

Es muy interesante el hecho de que el vicecoordinador de la bancada panista, Germán Martínez haya decidido, finalmente, lanzarse a buscar la presidencia nacional del PAN, en el consejo que se realizará el 5 y 6 de marzo del año próximo. Es importante porque representa toda una corriente histórica en ese partido que buscaba un abanderado, pero también porque Germán está reconociendo públicamente lo que ha perdido el panismo en estos años, desde la operación hasta la ideología. No es menor la apuesta ni el desafío, pero existe un punto clave en todo esto: por presencia, por edad, por preparación, Germán Martínez puede representar un cambio generacional que ayudaría al panismo a reposicionarse de cara al futuro.

Un homenaje a don Joaquín

Ayer la UNAM y el rector Juan Ramón de la Fuente ofrecieron un homenaje a don Joaquín Vargas Gómez por la enorme contribución realizada por este hombre de empresas y de principios a nuestro país, particularmente en el ámbito de la comunicación. Estuvimos ahí muchos de los que en algún momento hemos trabajado con y para don Joaquín, aprendiendo de él mucho más de lo que quizás él mismo se imagina. Fue un placer y es un honor estar entre sus amigos y con su familia.

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