El nuevo (¿dream?) team de Los Pinos
Columna JFM

El nuevo (¿dream?) team de Los Pinos

Las aguas en el PAN continúan siendo turbulentas. Cuesta acomodar al partido en el poder al nuevo proyecto que se desprendió de la elección de Manuel Espino. Por lo pronto, quedó muy en claro cuál es el nuevo esquema de poder interno en ese partido: en la reunión del martes, con el presidente Fox y Espino en Los Pinos estuvieron Santiago Creel y sus subsecretarios, Felipe González y Humberto Aguilar Coronado.

Las aguas en el PAN continúan siendo turbulentas. Cuesta acomodar al partido en el poder al nuevo proyecto que se desprendió de la elección de Manuel Espino. Por lo pronto, quedó muy en claro cuál es el nuevo esquema de poder interno en ese partido: en la reunión del martes, con el presidente Fox y Espino en Los Pinos estuvieron Santiago Creel y sus subsecretarios, Felipe González y Humberto Aguilar Coronado. De la presidencia estuvieron Ramón Muñoz y Emilio Goicoechea, además de los senadores Diego Fernández de Cevallos y Jorge Zermeño. Esos fueron, casi sin excepciones, los hombres que operaron la elección de Espino. Sólo habría que sumarle al secretario general, Arturo García Portillo. Todos ellos tuvieron un rol protagónico, aunque en el panismo se asegura que ninguno fue más importante que Ramón Muñoz, con todo el respaldo presidencial, sumado al peso que tienen en el partido Creel y un Diego Fernández de Cevallos que desde hace más de un año no participa de las reuniones del CEN de su partido, pero cuyo enfrentamiento personal con Medina Plascencia (y su alianza con Creel) lo decantó a favor de Espino.

Ese es uno de los secretos del triunfo del dirigente duranguense asentado en Sonora: se conjugaron muchas fuerzas que no necesariamente lo respaldaban de origen pero que se unieron para cerrarle el camino a Medina Plascencia y a sus aliados.

El discurso con el que ha comenzado su gestión Espino es el del verticalismo y la disciplina. Ha sido también el de la conformación de un grupo homogéneo en torno suyo que, por definición, dejó fuera del CEN a prácticamente todos los representantes de las corrientes que se opusieron a su candidatura. Lo vimos en la citada reunión de Los Pinos: allí no estuvo Felipe Calderón, lo que se podría justificar porque ya no ocupa cargo ni en el gobierno ni en el partido, pero tampoco Francisco Barrio, ni su sucesor como coordinador interino en la cámara de diputados, Germán Martínez. En parte es comprensible, pero en buena medida ello también implica una apuesta muy alta, del presidente Fox y de la nueva dirigencia partidaria que puede tener resultados inciertos.

Ayer mismo, el líder saliente de los diputados, Francisco Barrio, endureció el discurso contra Santiago Creel y acusó a Espino de haber sido ungido desde Gobernación. Calderón tendrá que decidir si también endurece su discursote cara a la contienda interna. Porque evidentemente al disminuir tan drásticamente la representación de estos dirigentes y sus seguidores en los distintos órganos de su partido, no les quedan demasiadas opciones más que ponerse más duros y jugar el todo por el todo en la carrera por la candidatura presidencial. Y ello puede repercutir en el proceso interno del PAN que, recordemos, será una elección entre militantes y adherentes, que se realizará en varios pasos, precedida de dos o tres debates en distintas regiones del país (si es que la nueva dirección del partido no decide dar marcha atrás a esos acuerdos). Todo indica que, si las cosas continúan así, habrá un endurecimiento del debate con el consiguiente desgaste de quien sea el candidato que, a la postre, resulte triunfador.

En el nuevo CEN panista, se buscará, sin duda, acotar esas posibilidades de ruptura, pero la vía disciplinaria no parece ser la más idónea para ello. Por lo pronto, la comisión de elecciones de Acción Nacional decidió que la convocatoria saldría hasta julio próximo, como proponía el propio Creel, y no en abril como esperaban Barrio y Calderón. Una vez más, tiene su lógica: si los priistas se irán hasta esa fecha con su propia convocatoria y Madrazo seguirá al frente del tricolor hasta esa fecha, hubiera sido contradictorio que los panistas se les adelantaran unos meses. Desde otro punto de vista, el hecho es que Creel podrá en ese periodo reforzar su candidatura desde Gobernación, mientras sus dos principales adversarios están peleando la candidatura sin cargos públicos, desde la calle. Pero, adicionalmente y desde el punto de vista de eficiencia gubernamental, continuará la parálisis en ese periodo, porque evidentemente el PRI no sacará ninguna iniciativa en el Congreso mientras Creel continúe en Gobernación. Una vez más se trata de una apuesta, donde los panistas tienen que contabilizar costos y beneficios potenciales.

De lo que no cabe duda es que el problema mayor para Espino y la nueva dirigencia albiazul, estará en la designación, que será anunciada hoy, del nuevo coordinador de los diputados panistas. Barrio dejó esa posición y en su lugar quedó, como interino, Germán Martínez. El equipo de Espino dejó a Martínez (que fue quien al renunciar a su candidatura al partido para apoyar a Medina habló del peligro de la derechización del partido) fuera, incluso, del nuevo comité ejecutivo. Pero en la mayoría de los diputados, que en un muy alto porcentaje no simpatizaban con la candidatura de Espino, se espera que Martínez siga como su líder, quizás con la única alternativa aceptable de José González Morfín. En la corriente cercana a Espino se quiere designar (recordemos que es el presidente del partido el que designa al coordinador de los diputados y senadores) nada menos que al tapatío Fernando Guzmán, aquel que se hizo muy conocido por su relación con el cardenal Juan Sandoval Iñiguez y su insistencia en la reapertura del caso Posadas, muy cercano también a la ex subprocuradora, Adriana Lima Malvido que, por cierto, ya ha regresado a México de su suerte de exilio diplomático en Europa.

Las tensiones estallaron desde el día de ayer, incluso con la versión de la renuncia de Tatiana Clouthier al PAN, decepcionada por la elección de Espino, con quien tuvo, un duro debate y al que acusó de machista y ultraconservador semanas antes de la elección interna. Ayer el propio Espino se reunió con los diputados de su partido y allí se realizó una votación interna, cuyos resultados no se dieron a conocer, pero de la que trascendió que los que se llevaron el mayor número de votos fueron precisamente Germán Martínez y José González Morfín, pero el presidente del partido anunció que será hasta hoy cuando informe quién será el nuevo coordinador, pues aseguró que ésa es una decisión “personalísima”. Con todo, resulta difícil imaginar que, sabiendo ya el sentir de los diputados, la designación pudiera apartarse demasiado de ella, aunque ello vulnere, así sea en parte, el esquema de gobierno vertical y muy disciplinado que quiere imponer el nuevo presidente del partido.

Los cierto es que la decisión de hoy marcará en muchos sentidos el futuro de la gestión de Manuel Espino y se verá si finalmente decide abrir espacios a las otras corrientes panistas o todo se concentrará en los ganadores: Fox, Marta, Creel, Muñoz, Diego y, por supuesto, el propio Espino.

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