Puentes para transitar al tres de julio
Columna JFM

Puentes para transitar al tres de julio

La foto vale más que muchos mensajes: al mismo tiempo en que algunos candidatos están hablando de elección de Estado, cuando otros dicen a sus partidarios que se prepara un gran fraude, cuando en Oaxaca confluyen distintos grupos, con intereses divergentes pero todos con la intención de mantener encendida la mecha de una estallido que por lo menos impida la elección en ese estado, en un acto público, Cuauhtémoc Cárdenas aceptó encabeza la comisión coordinadora de los festejos del bicentenario de la independencia y el centenario del inicio de la revolución. Allí, junto al presidente Fox estaba Cuauhtémoc y al otro lado estaba Enrique Jackson, senador y presidente en funciones de la comisión permanente del congreso de la Unión.

La foto vale más que muchos mensajes: al mismo tiempo en que algunos candidatos están hablando de elección de Estado, cuando otros dicen a sus partidarios que se prepara un gran fraude, cuando en Oaxaca confluyen distintos grupos, con intereses divergentes pero todos con la intención de mantener encendida la mecha de una estallido que por lo menos impida la elección en ese estado, en un acto público, Cuauhtémoc Cárdenas aceptó encabeza la comisión coordinadora de los festejos del bicentenario de la independencia y el centenario del inicio de la revolución. Allí, junto al presidente Fox estaba Cuauhtémoc, el mismo que la semana pasada en Séptimo Día me dijo que no veía ninguna posibilidad de un fraude electoral el próximo dos de julio y que aceptaría el resultado oficial aunque “no me guste el ganador”; y al otro lado del presidente estaba Enrique Jackson, senador y presidente en funciones de la comisión permanente del congreso de la Unión.

Los tres, Fox, Cárdenas y Jackson tendrán un papel protagónico la noche del dos de julio. Por un acuerdo partidario, el presidente Fox no dará resultados, ni un mensaje, hasta que haya una tendencia oficial que marque un ganador señalada por el IFE. Eso ocurrirá cerca de las diez y media de la noche. Pero el papel del gobierno federal en todo el proceso de apaciguamiento del proceso electoral, de tejer acuerdos que permitan una jornada comicial tranquila, pacífica y en orden, es fundamental. Jackson tendrá un papel muy importante en su doble papel de priista y de presidente de la comisión permanente. En un contexto en el cual, para algunos actores, la autoridad presidencial puede estar cuestionada, Jackson se convertirá en el representante del poder legislativo que puede y debe dar fe de la legitimidad del proceso electoral. Su posición interna en el PRI le otorgará, incluso, mayor legitimidad política y moral a su posición.

La figura de Cárdenas, decíamos la semana pasada, ha crecido en forma notable en los últimos tiempos. Ha crecido porque desde los sectores más diversos se ha reconocido la calidad personal y política del ingeniero y su compromiso tanto con el proceso democrático como con las instituciones. Cárdenas ha demostrado que es un hombre que quiere cambiar aspectos clave del sistema, pero lo quiere hacer desde dentro, quiere mejorar las instituciones desde el seno mismo de éstas. Nada más alejado del ex candidato presidencial que buscar detonar el proceso político y electoral. Su posición el dos de julio y en los días posteriores será clave en este sentido.

También la semana pasada, cuando hablábamos de Cárdenas decíamos que éste no sólo estaba dispuesto sino que también buscaba ser puente en el post electoral, entre distintos actores y sectores políticos que en el contexto de una campaña ríspida, basada en publicidad negativa, donde ha habido muchos agravios y mentiras, han quedado muy lastimados y ofendidos con sus adversarios. El propio Cárdenas lo puso de manifiesto ayer cuando señaló que, al encabezar la comisión encargada del bicentenario de la independencia y el centenario del inicio de la revolución, no sólo buscará impulsar las conmemoraciones sino “las acciones que pueden tener efecto directo en las condiciones de vida y de las perspectivas de proyección del país”. Reafirmó sus convicciones al asegurar que “la mejor forma de conmemorar estos dos acontecimientos nacionales es fortaleciendo nuestra democracia, nuestra libertad y nuestra lucha permanente para que México se afiance como un país moderno, plural, de leyes e instituciones, de justicia y equidad”. Fue incluso más allá y terminó proponiendo que en este contexto se avanzara hacia la construcción de una nueva Constitución.

En estos días, cuando algunos candidatos no pueden salir del círculo de mentiras que han creado para desprestigiar a sus adversarios en busca de un puñado de votos o cuando sectores duros plantean la opción, como si eso fuera posible, de reventar el proceso electoral para tratar de sacar mayor provecho de él, se requiere de puentes, de interlocutores, de visiones distintas en lo político pero similares en lo institucional, para romper con las especulaciones. No es verdad que estemos ante una elección de Estado; no es verdad que partido alguno se haya aprovechado para su beneficio del padrón electoral (un documento que, además, tienen todos los partidos); no es verdad que se prepara un fraude o que las instituciones electorales no están preparadas para asumir el reto del dos de julio; no es verdad que hay dos candidatos que pueden ganar pero sólo uno que podría gobernar, porque de perder le haría la vida imposible a su rival y de paso a la sociedad. No hay espacio para eso. Lo que hay son intereses muy específicos que quieren llevar la elección hacia esa percepción para desalentar, por diversas razones, la participación: quieren apropiarse, en su beneficio, de la elección.

Pero la política es demasiado importante como para dejarla, solamente, en manos de los políticos. Para que el dos de julio y en los días posteriores tengamos tranquilidad y el resultado electoral se acepte sin regateos, se requerirá, por supuesto, de esa participación. Pero también serán necesarios los puentes que puedan tender, esa noche y de cara al futuro, otros personajes que tengan amplia aceptación y legitimidad. Ayer el presidente Fox tuvo el buen tino de hacerse acompañar de dos de ellos, Jackson y Cárdenas, que por diferentes razones y por distintas vías, cumplirán con papeles decisivos en la historia inmediata posterior al dos de julio. En el caso de Cárdenas, además, simplemente se hizo justicia a un hombre con el que se puede o no estar de acuerdo pero cuya contribución a la consolidación democrática ha sido fundamental. El dos de julio habrá instituciones funcionando, habrá certidumbre y, afortunadamente, todo indica que habrá, también, puentes.

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