Espino, Ruperti, Chávez: amigos incómodos
Columna JFM

Espino, Ruperti, Chávez: amigos incómodos

¿Recuerda usted aquella visita del presidente Hugo Chávez a un convaleciente Fidel Castro, en la cual el mandatario venezolano le regaló al cubano un arma que había pertenecido a Simón Bolívar? La antigüedad había sido comprado en un millón 600 mil dólares en una famosa casa de subastas por uno de los hombres más ricos del mundo y por supuesto de Venezuela, el transportista de petróleo Wilmer Ruperti, un empresario que apenas en 1987 era capitán de un barco de transporte de crudo y que ahora es dueño de una de las principales flotas del mundo. Ruperti compró dos armas de Bolívar para Chávez y éste le regaló una a Castro. ¿Qué importancia puede tener ello para México? Pudiera ser que ninguna… o mucha.

¿Recuerda usted aquella visita del presidente Hugo Chávez a un convaleciente Fidel Castro, en la cual, según se informó, el mandatario venezolano le regaló al cubano, entre otras cosas, un arma que había pertenecido a Simón Bolívar? La antigüedad había sido comprado en un millón 600 mil dólares en una famosa casa de subastas por uno de los hombres más ricos del mundo y por supuesto de Venezuela, el transportista de petróleo Wilmer Ruperti, un empresario que apenas en 1987 era capitán de un barco de transporte de crudo y que ahora es dueño de una de las principales flotas del mundo, además de propietario de una cadena de televisión que espera opacar a la del poderoso y antichavista Cisneros. Ruperti compró dos armas de Bolívar para Chávez y éste se la regaló una Castro.

¿Qué importancia puede tener ello para México? Pudiera ser que ninguna…o mucha. Wilmer Ruperti se consolidó como uno de los principales empresarios del chavismo cuando con sus buques rompió la huelga de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y le permitió a Chávez rescatar su presidencia. Ello fue más notable porque hasta ese momento era señalado como uno de sus mayores adversarios, luego de que los sectores de la democracia cristiana venezolana le habían permitido a Chávez llegar al poder pero se vieron obligadas a romper con él cuando el propio mandatario acabó con sus alianzas preelectorales. Lo cierto es que la huelga del 2003 acabó con el despido de 19 trabajadores de PDVSA y de toda su junta directiva y Chávez logró con ello asumir plenamente el control del país y sobre todo del petróleo.

Ruperti recibió por su apoyo la  máxima condecoración que otorga Venezuela y los contratos exclusivos para el transporte de gasolinas y de buena parte del petróleo de PDVSA y ello lo convirtió, según la Lloyds List, la empresa londinense que monitorea buena parte de la industria energética mundial, en el auténtico “Rey Midas” de su país. Vía Chávez, las empresas de Ruperti se han quedado con buena parte de los contratos petroleros de Argentina, Cuba y Ecuador y siguen creciendo alrededor del mundo: hoy tiene oficinas en 30 países y se ha convertido en la segunda flota privada más importante del mundo, según algunos analistas.

Pero Este empresario no sólo ha respaldado a Chávez. En los últimos tiempos, pese a que fue uno de los principales apoyos del presidente para que ganara el referéndum revocatorio y de que sigue siendo uno de sus principales respaldos y beneficiarios económicos, ha apoyado financieramente, también, a algunos partidos y dirigentes de la oposición venezolana, particularmente a los demócrata cristianos, nucleados ahora en torno al candidato Manuel Rosales, para las elecciones del próximo 3 de diciembre.
Precisamente allí, en Caracas, estuvo el fin de semana el presidente nacional del PAN, Manuel Espino, acompañando a Rosales en una marcha proselitista y en la búsqueda de la presidencia de la Organización Demócrata Cristiana de América (OCDA). En Caracas, el dirigente panista hizo una declaraciones duras contra Chávez, que obligaron a un comunicado de Relaciones Exteriores, deslindando al gobierno mexicano de las mismas y especificando que ellas fueron pronunciadas a título personal por Espino.

Todo ello en un marco donde se insiste en que la relación de Espino con el presidente electo Felipe Calderón está deteriorada desde mucho tiempo atrás, desde la misma elección de Manuel como presidente del PAN; que existen problemas también de Espino con parte del gobierno federal (en dos ocasiones ha sido desmentido el presidente del partido por el vocero presidencial Rubén Aguilar) y particularmente con la cancillería. Pero también de fuertes conflictos del gobierno mexicano con el de Venezuela, desde que Chávez calificó al presidente Fox como “cachorro del imperio” y luego de que el venezolano fuera el único gobernante que no ha reconocido el triunfo de Felipe Calderón en las pasadas elecciones federales.

Todo esto viene a cuento porque recientemente se realizó un reunión, con funcionarios de PEMEX, entre los que participó el ex diputado Ricardo Alegre Bojorquez, encargado del enlace de la paraestatal con el congreso e influyente integrante de la comisión de energía y de transportes durante la pasada legislatura y un funcionario muy cercano al ex subdirector de la empresa y actual senador por Veracruz, Juan Bueno Torio. Reunión en la cual, según aseguran fuentes de la propia paraestatal, invitado por el presidente nacional de Acción Nacional, Manuel Espino, participó nada menos que Wilmer Ruperti, quien vino a ofrecer sus servicios a PEMEX. El hecho, vaya casualidad, se dio poco antes de que estallara en el puerto de Coatzacoalcos uno de los principales buques de carga de PEMEX, lo que aumenta la dependencia de la empresa de los arrendamientos externos.

Para la empresa de Ruperti, quedarse con parte del transporte del crudo mexicano seria clave porque ya, con el apoyo de Chávez, controla el de su país con el resto del mundo, el de varios países de Sudamérica y el Caribe, y ahora ofrece sus servicios a México. ¿Qué tendría esto de malo? Probablemente nada, pero no deja de ser por lo menos extraño que el dirigente nacional del PAN y altos funcionarios de PEMEX terminen participando en la búsqueda de acuerdos con el empresario más prominente del chavismo. Aunque sí, según dicen en Venezuela, Wilmer Ruperti puede financiar a Chávez y a Manuel Rosales al mismo tiempo ¿por qué alguien tendría que asombrarse que también sea amigo de Espino y Alegre?

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