El fracaso de Juárez
Columna JFM

El fracaso de Juárez

Hace un año estuve en Ciudad Juárez reporteando el lanzamiento del operativo que se implementó en esa ciudad para combatir la violencia y las secuelas del narcotráfico. Juárez, desde el 2007 está inmersa en una batalla feroz entre dos antiguos aliados: el cártel de Sinaloa o el Pacífico que encabeza, entre otros, Joaquín el Chapo Guzmán, y el de Juárez que lidera Vicente Carrillo, el hermano de Amado Carrillo muerto en 1997. En esa guerra intervinieron muchos más, desde los Beltrán Leyva y los Zetas apoyando a Carrillo, hasta diferentes pandillas locales cooptadas por la gente de Sinaloa. En realidad, lo que se está disputando es la principal ruta para el ingreso de drogas a Estados Unidos, que comienza en Sinaloa, cruza el triángulo dorado y llega a un tramo de la frontera que va mucho más allá de Juárez: abarca desde esa ciudad hasta Ojinaga, con magníficas vías de comunicación hacia todos los puntos de la Unión Americana.

Hace un año estuve en Ciudad Juárez reporteando el lanzamiento del operativo que se implementó en esa ciudad para combatir la violencia y las secuelas del narcotráfico. Juárez, desde el 2007 está inmersa en una batalla feroz entre dos antiguos aliados: el cártel de Sinaloa o el Pacífico que encabeza, entre otros, Joaquín el Chapo Guzmán, y el de  Juárez que lidera Vicente Carrillo, el hermano de Amado Carrillo muerto en 1997. En esa guerra intervinieron muchos más, desde los Beltrán Leyva y los Zetas apoyando a Carrillo, hasta diferentes pandillas locales cooptadas por la gente de Sinaloa. En realidad, lo que se está disputando es la principal ruta para el ingreso de drogas a Estados Unidos, que comienza en Sinaloa, cruza el triángulo dorado y llega a un tramo de la frontera que va mucho más allá de Juárez: abarca desde esa ciudad hasta Ojinaga, con magníficas vías de comunicación hacia todos los puntos de la Unión Americana.

En buena medida el fracaso del operativo Juárez se explica por ello. Concentrarse en Juárez, realizar intensas labores de patrullaje por parte del Ejército mexicano en la ciudad no fue determinante para frenar a los grupos criminales. Es verdad que en estos años ha habido unas ocho mil muertes en Juárez y sus zonas aledañas y la enorme mayoría son ajustes de cuentas en esa guerra de cárteles (un número que demuestra, entre otras cosas, la brutal penetración que alcanzó el narcotráfico en toda esa zona de la frontera), pero lo que está asolando a la gente son los secuestros y las extorsiones que realizan estos grupos de delincuentes integrados, cada vez más, por lúmpenes cada día más violentos.

Pero para atender esa problemática, la extorsión, el secuestro, se requerían fuerzas locales de seguridad. En realidad las mismas no existían porque estaban demasiado penetradas por el propio narcotráfico. Uno de los objetivos del operativo fue poder retirar a fuerzas locales de las calles para depurarlas y reestructurarlas. No sé qué tanto se habrá avanzado en ese proceso que inevitablemente es largo, pero ahora se podrá comenzar a ver qué se logró. Lo cierto es que mientras tanto, la seguridad de la gente sufrió, entre otras razones porque la preparación de las fuerzas armadas no está concebida para suplir a la policía, menos en períodos largos de tiempo.

Y segundo porque aunque se controlara Juárez, la fuerza del narcotráfico y la lucha entre los cárteles se dada a lo largo de toda esa ruta que nace en Topolobampo y cruza el estado, incluyendo ciudad Cuauhtémoc y la propia ciudad de Chihuahua. La reconfiguración del operativo parece orientado a atacar esa situación: por una parte la seguridad en la ciudad queda en manos de la Policía Federal y de la local, aún en proceso de formación. Por la otra el Ejército se dijo que estaría destinado al campo, pero en realidad su labor será trabajar sobre toda esa ruta. La Policía podrá cumplir mejor las labores dentro de la ciudad y sin duda, el ejército está mejor preparado para trabajar sobre las rutas que están en disputa.

Y todo eso se debe complementar con una labor de inteligencia mucho más completa que abarque el conjunto de la problemática. Pero esa inteligencia se debe aplicar no sólo a las grandes operaciones del narcotráfico, sino, insistimos a los delitos que más lastiman a la gente, o sea la extorsión y el secuestro. Dicen las autoridades que en el tema del secuestro han tenido avances. Puede ser pero no es suficiente porque la gente sigue atemorizada por ellos. La extorsión parece gozar de muy buena salud. A eso tendrían que enfocarse buena parte de las fuerzas de la Policía Federal y a ello se debería abocar las policías locales si es que han podido realmente reconstruirse. Porque entonces, la verdadera presión sobre los grupos criminales se realizaría (siguiendo paradójicamente el consejo de Mao Tse Tung) rodeando las ciudades desde el campo.

No hubo encuentro

El lunes en la noche César Nava hizo una declaración extraña: qué avalaba las alianzas PAN-PRD pero si no incluían a lopezobradoristas como candidatos. Habrá que ver qué quiere decir eso. Pero por lo pronto, la supuesta reunión que tendría Gabino Cué con el presidente Calderón, por lo menos hasta el momento de escribir estas líneas, no se realizó. Parece que en el tema alianzas algo se rompió.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *