Si hay mayorías legislativas… para el ridículo
Columna JFM

Si hay mayorías legislativas… para el ridículo

Aseguran que hoy los diputados finalmente aprobarán la licencia de César Nava que le fue negada el martes pasado por la mayoría de los legisladores del PRI, el PVEM, el PRD, Convergencia y el PT. La votación para impedir que Nava dejara su curul durante los próximos cuatro meses en San Lázaro fue un episodio lamentable, una muestra más de que los diputados están atentos a cualquier chicana política que los distraiga de la que debería ser su principal responsabilidad, legislar.

Aseguran que hoy los diputados finalmente aprobarán la licencia de César Nava que le fue negada el martes pasado por la mayoría de los legisladores del PRI, el PVEM, el PRD, Convergencia y el PT. La votación para impedir que Nava dejara su curul durante los próximos cuatro meses en San Lázaro fue un episodio lamentable, una muestra más de que los diputados están atentos a cualquier chicana política que los distraiga de la que debería ser su principal responsabilidad, legislar.

Que se le haya negado la solicitud de licencia a Nava fue interpretado por algunos como una “señal” para el panismo, como la demostración de la “falta de oficio” de la bancada panista, desde “una probadita del músculo priísta” hasta como un rechazo a la “soberbia” del legislador (eso lo declaró Omar Fayad, que de soberbia sabe y mucho) pero en realidad se trató de una simple patanería política. Y nada tiene esto que ver con coincidir o no con el manejo que ha hecho Nava de la presidencia del PAN, sino con las más elementales reglas del juego parlamentario.

En realidad, las señales que se enviaron con esa votación son otras. En primer lugar que, si quisieran, los partidos, en este caso el PRI con sus aliados, pueden formar mayorías legislativas en forma rápida y aprobar lo que quisieran. El problema, cuando se habla del músculo partidario, es que ese sólo se utiliza para estos objetivos superfluos. ¿Por qué estos partidos pueden crear una mayoría para bloquear una solicitud de licencia y no han podido lograr una sola mayoría desde que comenzó el periodo ordinario de sesiones, hace ya más de un mes, para sacar adelante alguna iniciativa legislativa de importancia?. Algo que, por sobre todas las cosas, le quita seriedad a un partido que aspira y tiene posibilidades altas de volver a gobernar México.

Declaró Nava, después de que le fue negada la licencia, que eso demostraba el miedo que le tiene el PRI a las alianzas. Pero obvió un hecho, los partidos con los que Nava concretó las alianzas también votaron en su contra. El voto puso de manifiesto el error, atribuible a Nava, de haber avanzado con las alianzas entre PAN y PRD como se hizo, sin más acuerdos de fondo que competir electoralmente. Para el PRD (y para el PT y Convergencia) es viable aliarse con el PAN para tratar de ganar una elección pero no es suficiente como para concederle al líder del partido aliado una licencia para que trabaje para la campaña conjunta. Si no estuvieran tantas cosas en juego sería divertido, casi una comedia de enredos. Pero estamos hablando de una estrategia que, hasta ahora, no le ha dado ningún beneficio al PAN y le ha generado muchos costos, comenzando por la renuncia del secretario de Gobernación a su propio partido por diferencias con la misma. Paradójicamente ha tenido que ser el propio Nava el que ha terminado pagando, aunque fuera momentáneamente, parte de ese costo.

Decían los panistas que ello lo que demuestra es otra cosa: que se aliaron con las alas dialoguistas de esos partidos y no con los duros. En parte es verdad, pero no hemos visto, ni en esta ni en muchas otras circunstancias, que esas alas dialoguistas alguna vez, en público, reclamaran el accionar de los supuestos duros. Y eso no se dio, tampoco, el martes en San Lázaro. Y esa es una pésima señal para las propias alianzas.

Hoy se votará la licencia de Nava y los mismos que votaron el martes en contra, la apoyarán. Dirán que había fallado el procedimiento legislativo, que fue para enviar una señal, lo que sea, pero volverán a dar una demostración más de falta de seriedad y congruencia.

La otra alianza

Nuestra vida política da para todo. Ahora Martín Esparza, el ex líder del Sindicato mexicano de Electricistas hizo una alianza con las fracciones perredistas de los vendedores ambulantes de Tepito, sobre todo con una muy cercana al propio jefe de gobierno Marcelo Ebrard, para hacerles todas las conexiones eléctricas que el comercio ambulante requiere  para “colgarse” (ilegal y gratuitamente) del servicio público de electricidad a cambio de que los ambulantes los apoyen con recursos y gente en las movilizaciones del SME. Lo que tenemos entonces es una dirigencia sindical no reconocida que hace un acuerdo para mejorar una serie de acciones ilegales de unos vendedores ambulantes que a cambio de ese favor se comprometen a engrosar las filas de las manifestaciones de un movimiento que cada día representa menos. Y esos, unos y otros, se dicen se izquierda y aseguran luchar por preservar el patrimonio nacional. Son una farsa: los dichos, los hechos y sus protagonistas.

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