Precandidato, violación y la caída
Columna JFM

Precandidato, violación y la caída

Strauss Khan, director del Fondo Monetario Internacional y, hasta el domingo, principal precandidato por el partido socialista francés a la presidencia de la república en el 2012, fue detenido en Nueva York, acusado de agresiones sexuales y de intentar violar a una camarera del hotel Sofitel, donde el funcionario rentaba una suite de tres mil dólares la noche. Según la acusación de la camarera de 32 años, el domingo al mediodía, luego de comer con su hija, Strauss regresó a su suite, se baño, y al salir del baño, desnudo, se abalanzó contra la camarera, trató de violarla y luego de varios minutos de lucha, la mujer pudo abandonar el cuarto y apoyada por sus compañeros de trabajo presentó la denuncia. Strauss fue detenido cuando estaba abandonando en un vuelo comercial Nueva York con destino a París.

Henry Kissinger decía que el poder es el afrodisíaco absoluto, pero los franceses le han dado, con humor, un giro al aforismo: el poder absoluto es el afrodisíaco. Dominique Strauss Khan, director del Fondo Monetario Internacional y, hasta el domingo, principal precandidato por el partido socialista francés a la presidencia de la república en el 2012, fue detenido en Nueva York, acusado de agresiones sexuales y de intentar violar a una camarera del hotel Sofitel, donde el funcionario rentaba una suite de tres mil dólares la noche. Según la acusación de la camarera de 32 años, el domingo al mediodía, luego de comer con su hija, Strauss regresó a su suite, se baño, y al salir del baño, desnudo, se abalanzó contra la camarera, trató de violarla y luego de varios minutos de lucha, la mujer pudo abandonar el cuarto y apoyada por sus compañeros de trabajo presentó la denuncia. Strauss fue detenido cuando estaba abandonando en un vuelo comercial Nueva York con destino a París.

Strauss Khan fomentó su fama como un muy eficiente administrador. Su trabajo al frente del FMI durante la crisis financiera fue muy elogiado y eso lo dejó en la antesala de la candidatura presidencial del PSF y con amplias posibilidades de derrotar al conservador Nicolás Sarkosy en el 2012. Paradójicamente, todo mundo sabía de la pasión enfermiza del funcionario por las mujeres: había estado involucrado en por lo menos un par de escándalos sexuales, uno de los cuales casi le cuesta la dirección del FMI e incluso su sobrina, una reconocida periodista, lo acusó de haber intentado abusar de ella en una entrevista. El propio presidente Sarkosy cuando le dieron el cargo en Washington le habría advertido que en esos temas sexuales Estados Unidos no era Francia y que tuviera cuidado. Un dicho común en la clase política francesa es que no se podía dejar a Strauss sólo con una mujer en un elevador. ¿Cómo se puede llegar tan alto cargando tras de sí tantos escándalos?

Es difícil saberlo. Hace unos años, prácticamente ninguno de nuestros actuales precandidatos presidenciales hubiera podido aspirar a gobernar desde Los Pinos. En el pasado muchos mandatarios tuvieron innumerables amantes pero tuvieron que preservar matrimonios que estaban rotos desde tiempo atrás para aspirar a la silla presidencial aunque se presentaran a comicios sin adversarios reales. Su vida personal estaba tan fuera de los reflectores que simplemente no se hablaba de ella (aunque eran motivo de una guerra de chismes verídicos o no) y en su vocabulario no existía siquiera la palabra vacaciones, mucho menos divorcio.

Afortunadamente los tiempos han cambiado. Ahora, López Obrador es viudo, mantiene una relación desde hace años con Beatriz Gutiérrez Müller, con quien tiene un hijo, aunque ambos viven en casas separadas. Marcelo Ebrard acaba de divorciarse después de una evidentemente larga separación de la actriz Mariagna Prats. Su ex esposa trabaja en el Gobierno del DF y el jefe de gobierno asegura que no piensa vivir solo en el futuro. Santiago Creel se divorció de su primera mujer, Beatriz Garza, con quien tenía cuatro hijos,  tuvo una relación con la actriz Edith González, con la que tuvo una hija Constanza aunque nunca formalizaron esa relación. Hoy el senador está casado con una mujer bastante más joven que él. Ha tenido otro hijo. Josefina Vázquez Mota es la única mujer en buscar la candidatura presidencial: está haciendo su precampaña sin exhibir públicamente a su familia: ni sus hijas ni su esposo, son parte de sus recorridos por el país. La primera esposa de Enrique Peña Nieto, la señora Mónica Pretelini, falleció en forma sorpresiva durante los primeros años de la administración de Peña en el gobierno mexiquense. Acaba de casarse en una sonada boda con la actriz Angélica Rivera. Todas, y muchas otras más, son historias que en el pasado le hubieran costado, con o sin razón, las aspiraciones presidenciales a cualquier precandidato. Hoy, creo que para bien, no pasa nada con esas historias.

La gente las ha asumido y aceptado y sus costos políticos terminan siendo marginales.

Pero la línea divisoria que separa la vida pública de la privada en la política es demasiado delgada y cuando se incursiona en un delito o en algo que pudiera ser éticamente condenable, la caída es irremediable. Las sociedades son más o menos tolerantes y sin duda han cambiado, pero casos como los de Strauss Khan demuestran que ese límite se traspasa con facilidad y que, independientemente  de lo que ocurra en la corte de Nueva York que está siguiendo su caso, cuando se percibe que se vulneró no sólo la ley sino también la dignidad, las sociedades democráticas son demoledoras. ¿Por qué ahora y no antes si la fama de Strauss era conocida?. Porque la tolerancia es como una liga: puede estirarse muchísimo, pero cuando se rompe se regresa con violencia y en forma inexorable. Y no se puede reparar.

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