El chantaje del engendro
Columna JFM

El chantaje del engendro

Decía Sofocles que “un Estado donde quedan impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina en el abismo”. No recuerdo un año sin que los líderes, me resisto a llamarlos maestros, de la sección 22 no hayan tomado la ciudad de Oaxaca, no hayan pedido un pliego petitorio imposible de cumplir y finalmente no hayan terminado recibiendo dinero y posiciones políticas y de poder de los gobiernos, o de sus opositores coyunturales que han pensado que los utilizan para descarrilar a sus adversarios sin comprender que así los han ido haciendo cada día más fuertes y más impunes. Ha ocurrido siempre, con Diódoro Carrasco y con José Murat, con Ulises Ruiz y ahora con Gabino Cué. No importa quién sea el gobernador y cuál la coyuntura: se ha creado un monstruo que, paradójicamente, cuanto más hunde al estado y a su educación, más poderoso se hace. El único interés es el suyo propio.

Decía Sófocles que “un Estado donde quedan impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina en el abismo”. No recuerdo un año sin que los líderes, me resisto a llamarlos maestros, de la Sección 22 del SNTE, no hayan tomado la ciudad de Oaxaca, no hayan planteado un pliego petitorio imposible de cumplir y, finalmente, no hayan terminado recibiendo dinero y posiciones políticas y de poder de los gobiernos, o de sus opositores coyunturales que han pensado que los usan para descarrilar a sus adversarios sin comprender que así los han ido haciendo cada día más fuertes y más impunes. Ha ocurrido siempre, conDiódoro Carrasco y con José Murat, con Ulises Ruiz y ahora conGabino Cué. No importa quién sea el gobernador y cuál la coyuntura: se ha creado un monstruo que, paradójicamente, cuanto más hunde al estado y a su educación, más poderoso se hace. El único interés es el de ellos.

Oaxaca tiene, gracias a ese engendro (al que con acierto Ricardo Alemán lo califica como un verdadero cártel), la peor educación del país, a pesar de que la principal fuente de empleo del estado sea el magisterio. Pero es un magisterio muy peculiar: muchos no son maestros, porque las plazas se heredan y se venden; cualquiera que salga de la escuela Normal, como sea que lo haya logrado, tiene asegurada automáticamente una plaza de maestro. Las promociones no se dan por la capacidad sino por el trabajo sindical. Ningún sindicato estatal del país tiene las condiciones de la Sección 22, no sólo en términos salariales, sino en una enorme cantidad de prestaciones, aunque no se trabaje, aunque se reciban casi dos meses de aguinaldo u otros tantos de vacaciones. En ninguna otra parte del país hay tantos maestros que no dan clase y trabajan exclusivamente para la dirigencia del sindicato. Bueno, tienen hasta su horario, porque no aceptan esos artilugios capitalistas de los cambios de horarios de verano.

Ahora piden de todo, desde que el Ejército abandone el estado hasta la cancelación del pago de tenencia; desde la anulación de las órdenes de aprehensión contra varios de sus dirigentes (muchos de ellos buscados por delitos del fuero común, que no tienen nada que ver con el sindicalismo) hasta un bono para el día del jubilado y otro bono (que ya tienen, pero quieren que sea aumentado) para iniciar clases, así como un módico aumento de 100% en sus salarios.

En respuesta, el gobierno del estado les ha ofrecido un programa que involucra más de mil 500 millones de pesos, pero lo rechazan porque se trata de apoyos que no les implica dinero para los líderes. ¿Qué ofrece el gobierno de Gabino Cué? Regularizar al personal que trabaja por honorarios; mejorar la infraestructura educativa y otorgar mayor equipamiento a las escuelas, incluida la conectividad de las mismas; darle uniformes y útiles escolares a todos los alumnos, además de establecer un amplio programa de desayunos escolares; becas para los hijos de los trabajadores y aumentos superiores a 5%, además de créditos y otros apoyos.

Pero a los líderes de la Sección 22 no les interesa ni la infraestructura escolar ni los desayunos ni los útiles escolares ni las becas, salvo que les den el dinero de esos programas a ellos para manejarlo. Quieren dinero y por eso piden cosas que saben que no lograrán para quedarse con lo más posible en la negociación mientras ahorcan al resto de la entidad. Saben que, mientras tengan tomado el centro de la ciudad y bloqueada la carretera al aeropuerto, no llegará el turismo, la verdadera fuente de ingresos para quienes no viven del presupuesto; saben que el comercio languidecerá, que los hoteles y restaurantes estarán vacíos. Se trata del chantaje perfecto: la paradoja es que, ahora, es Gabino Cuéun gobernador que representa, en mucho, los intereses que esos maestros decían defender y por eso, precisamente, lo enfrentan. Gabinodeberá utilizar la amplia coalición que lo llevó al gobierno para poner un coto al engendro.

Dylan, 70 años

Cumple 70 años ese poeta y cantante extraordinario que es Bob Dylan. Quedémonos con una reflexión suya. “Uno se pregunta —escribe en su libro de memorias recordando la época de la guerra de Vietnam— cómo personas unidas por la geografía y los ideales religiosos podían convertirse en acérrimos enemigos. Al final, sólo queda una cultura del sentimiento, de días negros, del cisma, del ojo por ojo, del destino común de la humanidad descarriada. Todo se reduce a una larga canción fúnebre, con cierta imperfección en los temas, una ideología de elevadas abstracciones, de hombres exaltados no necesariamente buenos… Todo está envuelto en un manto de irrealidad, grandeza y mojigatería… Por aquel entonces el país fue crucificado, murió y resucitó”. Felicidades y gracias, maestro Dylan.

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