Gabinetitis aguda
Columna JFM

Gabinetitis aguda

No hay nombres seguros en la conformación del gabinete. En los hechos, más allá de la listas y las ambiciones, y dependiendo del diseño institucional que se le vaya a dar al futuro gobierno, sólo el futuro presidente debe saber hoy por quienes se inclinará para que lo acompañen en su gestión. Y según han platicado otros presidentes, en estos días, a dos semanas de la toma de posesión, la enorme mayoría de ellos, no tenían aún completo ese cuadro.

No hay nombres seguros en la conformación del gabinete. En los hechos, más allá de la listas y las ambiciones, y dependiendo del diseño institucional que se le vaya a dar al futuro gobierno, sólo el futuro presidente debe saber hoy por quienes se inclinará para que lo acompañen en su gestión. Y según han platicado otros presidentes, en estos días, a dos semanas de la toma de posesión, la enorme mayoría de ellos, no tenían aún completo ese cuadro.

Pero se puede especular con base a lo que se ha visto, lo que se sabe y lo que se percibe. Probablemente, en estos momentos sólo habría tres posiciones confirmadas en el primer equipo: una sería para Luis Videgaray, del que se ha hablado para una nueva oficina de la presidencia pero que cada vez más se lo ubica en una muy poderosa secretaría de Hacienda, que sería en muchos sentidos cabeza del sector económico. Videgaray es un hombre de toda la confianza de Peña y ha cumplido un rol central desde la campaña hasta este periodo de transición. Sin duda estará en el primer plano.

El lunes, en la reunión de empresarios que se realizó en Querétaro, el propio Peña Nieto habló de los cambios que propondría en la administración federal y de sus principales objetivos en el sexenio: muchos de ellos son netamente económicos, desde la reforma fiscal y hacendaria, hasta la transformación del país en una potencia energética, y mucho de esos temas pasarán por las manos de Videgaray.

Pero también habló en la Cumbre de Negocios, de la seguridad y la política. Tendrá que conformarse, como habíamos dicho, una secretaría de Gobernación nueva, equiparable a un ministerio del interior que tendrá que incorporar las áreas de seguridad en ella. Tan seguro como aparece Vicdegaray en los terrenos económicos y financieros estaría Miguel Osorio Chon en esa nueva secretaría de Gobernación. El ex gobernador de Hidalgo, es el operador político de Peña Nieto desde hace muchos años y seguirá en esas funciones. Se ha especulado ubicando a Osorio en otras plazas, como Sedesol pero no parece lógico cambiar al principal operador político, que es quien ya tiene los contactos y amarres con distintas fuerzas y además es de toda la confianza del futuro presidente. También se ha especulado con la posibilidad de Manlio Fabio Beltrones en esa posición, pero no hay nada serio al respecto: Beltrones se quedará en la cámara de diputados. Y allí es fundamental su presencia.

En lo que existe incertidumbre, probablemente porque aún no hay una posición definida al respecto, es cómo se diseñarán, dentro o fuera de ese ministerio del Interior, las áreas de seguridad. No se percibe cómo se acomodará, si es que finalmente se crea, y todo indica que sí, por ejemplo,la nueva gendarmería nacional, que tendría unos 15 mil elementos provenientes del ejército, incluyendo sus mandos. ¿Irán de la mano con la Policía Federal?¿en qué se diferenciará de ésta?¿será un cuerpo militarizado que dependerá de la Defensa?. Son demasiadas preguntas que hasta ahora no han tenido respuestas.

Otro hidalguense aparecerá casi con seguridad en el gabinete. Es Jesús Murillo Karam al que muchos ubican en la procuraduría general de la república. Murillo es un muy buen político y sería un personaje que podría revitalizar una procuraduría que hay que transformar por completo y darle un nuevo papel en el escenario político e institucional, además de adecuar para las reformas al sistema de justicia que no se han casi ni comenzado a implementar.

Creo que esos tres nombres, Videgaray, Osorio, Murillo, son los que ya están seguros en el primer equipo de Peña. Agregaría otro: Rosario Robles, seguramente en Sedesol o en áreas muy especializadas del terreno social. La presencia de Rosario es clave para muchos proyectos políticos estratégicos de la futura administración y no es tampoco una incorporación reciente de Peña Nieto: hace años que trabaja con el futuro presidente y éste le tiene toda la confianza. Se habla también del embajador en el Reino Unido, Eduardo Medina Mora. El ex procurador, que concluyó su gestión en esa área con profundas diferencias con otros integrantes del gabinete de seguridad, no sólo realizó una muy buena labor diplomática en Londres, sino que es además un hombre con muy buenas relaciones políticas, empresariales y con conocimiento en varias áreas claves: seguridad, justicia, inteligencia, diplomacia, y también con muy buena fama pública. Medina Mora estará en el equipo de Peña, pero por su propio perfil se especula con distintas posiciones, que van desde áreas políticas hasta la cancillería, la embajada en Washington o el sector energético. En donde lo designen será una buena incorporación.

Son especulaciones. Peña es quien decidirá cómo queda su equipo, pero en ese terreno, registre usted una más: el rector José Narro Robles. ¿No le gustaría para Educación?

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