El narcomenudeo en el DF
Columna JFM

El narcomenudeo en el DF

El tema es el narcomenudeo. En la ciudad de México se pueden conseguir drogas en las escuelas, en los bares, en los estadios, en la calle, con entrega a domicilio y pedido por Internet. Los once jóvenes (y algunos no tan jóvenes) que supuestamente desaparecieron del bar Heaven hace una semana son parte de una historia con muchos lazos, con muchos hilos sueltos, pero que todos se relacionan, una vez más, con el narcomenudeo y los muchos negocios que giran en torno al mismo en la ciudad de México.

El tema es el narcomenudeo. En la ciudad de México se pueden conseguir drogas en las escuelas, en los bares, en los estadios, en la calle, con entrega a domicilio y pedido por Internet. Los once jóvenes (y algunos no tan jóvenes) que supuestamente desaparecieron del bar Heaven hace una semana son parte de una historia con muchos lazos, con muchos hilos sueltos, pero que todos se relacionan, una vez más, con el narcomenudeo y los muchos negocios que giran en torno al mismo en la ciudad de México.

Hay muchos indicios que muestran la relación del asesinato de una persona frente al bar Black, en la colonia Condesa, una semana antes de los hechos del Heaven, con la desaparición de los jóvenes de Tepito. El asesinado frente al Black participaba en negocios de narcomenudeo. Los propietarios y el giro del Black y del Heaven son los mismos. Un día después de la supuesta desaparición se dio un tiroteo en Santa Fe, a las nueve de la mañana, después de una emboscada de una camioneta a un carro, que dejó como saldo un par de personas heridas y se supone que ocho o nueve detenidos de los que no se ha vuelto a saber nada. También se cree que es parte de la lucha entre bandas. Ya semanas atrás se habían sucedido desde muertes en distintos bares hasta ajustes de cuentas que han involucrado familias enteras. Lo que está en disputa, por lo menos en el ámbito del narcomenudeo, es la ciudad de México.

Si bien las autoridades han insistido una y otra vez que no hay cárteles operando en la capital del país, el hecho es que todas las organizaciones criminales de una u otra forma conviven en la ciudad de México, pero además, el amplísimo mercado de consumo de marihuana, cocaína y cada vez más de drogas sintéticas, se tiene que proveer de alguien y es ese mercado el que está en disputa.

¿Cómo llega y cómo se distribuye la droga en la capital del país?. La marihuana tiene innumerables canales y muy diversos distribuidores, aunque la ruta termina siendo la misma que la de la cocaína y las llamadas tachas: viene de Guerrero y de Michoacán, de Jalisco y Colima, de donde se provee el mercado capitalino. Por eso buena parte de la disputa que se ha dado en Morelos, y sobre todo y cada vez más en los municipios conurbados al DF, porque los grupos han ido penetrando desde los municipios limítrofes de Michoacán y Guerrero al estado de México, y avanzado sobre la periferia de la ciudad, hasta asentarse firmemente en Ecatepec, Neza, Cuautitlán, y dentro de la capital en Iztapalapa, Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, aunque buena parte de ese negocio se maneja por grupos que tienen origen en Tepito, y que se han involucrado profundamente también en varios otros negocios, desde la extorsión hasta la clonación de tarjetas de crédito (y otros de los que se habla poco pero que son muy importantes, como la falsificación de papel moneda).

Cuando se habla del cártel de Tepito o del grupo de la Unión (que sería una escisión del primero) estamos hablando de grupos que requieren una adscripción geográfica por su origen, o de pandillas más o menos articuladas, pero también de organizaciones que se involucran en muchos ámbitos y que tienen relación con los grandes grupos. Durante años, los principales proveedores de droga en el DF fueron los Beltrán Leyva. Con el deterioro de ese cártel (y caídas como la del JJ, la Barbie, el Indio y otros), la situación se ha ido transformando y hoy son varios los que participan de ese proceso, incluyendo grupos de la Familia y de los Caballeros Templarios, cada vez más presentes en el área suburbana.

El destino de los jóvenes desaparecidos en el Heaven no se ha podido establecer, aunque su propia desaparición no deja de ser sospechosa: no hubo violencia, no hay videos, no hay testimonios sobre lo sucedido, el horario (en la mañana del domingo, después de una noche de fiesta) es extraño, y el hecho de que allí estuvieran hijos y familiares de personajes notoriamente relacionados con organizaciones criminales otorgan un marco complejo para la investigación, donde no parecen existir mayores certidumbres más que la propia trama que involucra a muchos de sus participantes, en el Heaven, en el Black, en los enfrentamientos recientes, en el enorme mercado del narcomenudeo que existe en la capital del país. Y, quizás, en más de un intento desestabilizador contra las propias autoridades del DF, alimentado por una subestimación oficial de un desafío grave.

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