El Lobohombo se quema en el Cadillac
Columna JFM

El Lobohombo se quema en el Cadillac

¿Cómo puede ser que un hombre que estaba acusado de la muerte de 22 personas en el bar Lobohombo en octubre del 2000, que fue reconocido por la explotación de las jóvenes que trabajaban en esos antros, comenzando por lugares como el Titanium, que fue acusado por su propia hija de 13 años de violencia intrafamiliar, e investigado por el asesinato de su administrador, que ha tenido órdenes de aprehensión de todo tipo en su contra, pueda volver ahora a estar en las noticias porque aparece como el propietario real del table dance Cadillac, donde el sábado, después de la denuncia de una muchacha que fue violada en el lugar se “descubrió” que allí eran explotadas sexualmente 46 mujeres, muchas de ellas extranjeras y detenidas otras 40 personas acusadas de trata de personas?

¿Cómo puede ser que un hombre que estaba acusado de la muerte de 22 personas en el bar Lobohombo en octubre del 2000, que fue reconocido por la explotación de las jóvenes que trabajaban en esos antros, comenzando por lugares como el Titanium, que fue acusado por su propia hija de 13 años de violencia intrafamiliar, e investigado por el asesinato de su administrador, que ha tenido órdenes de aprehensión de todo tipo en su contra, pueda volver ahora a estar en las noticias porque aparece como el propietario real del table dance Cadillac, donde el sábado, después de la denuncia de una muchacha que fue violada en el lugar se “descubrió” que allí eran explotadas sexualmente 46 mujeres, muchas de ellas extranjeras y detenidas otras 40 personas acusadas de trata de personas?

El personaje en cuestión se llama Alejandro Iglesias Rebollo, fue apodado el zar de los giros negros y tuvo una notable expansión en esa actividad en el DF durante años, sobre todo en la delegación Cuauhtémoc, en donde participó muy activamente en la promoción de la campaña de la ahora secretaria general del PRD, Dolores Padierna, para la jefatura delegacional que la esposa de René Bejarano ganó en el 2000.

Han pasado trece años desde el incendio del Lobohombo y el caso sigue en muy buena medida impune. Lo único importante, además de haber gastado toneladas de papel en forma inútil en torno a Iglesias Rebollo es que en el lugar donde estaba el antro hoy existe una relativamente moderna estación de bomberos. Pero como hemos visto alguna protección tendrá el señor Iglesias Rebollo porque no sólo ha quedado impune sino que también continúa en el negocio de los giros negros sin que nadie lo moleste. A ver si ahora sí llega su hora.

Quién sabe porqué una y otra vez se anuncian de órdenes de aprehensión en contra de Iglesias Rebollo y luego, por alguna razón, el hombre siempre termina libre. Hace ya años, después del Lobohombo, elementos de la Policía Judicial capitalina detuvieron a Iglesias Rebollo, debido a que su hija de 13 años lo había acusado de violencia intrafamiliar. Fue ingresado a la 50 Agencia del Ministerio Público, y allí se presentó su hija para ratificar la denuncia por los golpes y amenazas que recibió de parte de su padre en su casa de la delegación Coyoacán. La niña fue ingresada al albergue temporal de la Procuraduría capitalina. Los peritos del MP ratificaron que presentaba huellas de golpes recientes. Pero Iglesias Rebollo no terminó en la cárcel. La Procuraduría capitalina informó entonces que estaba revisando los expedientes para corroborar si existía una orden de aprehensión en contra de Iglesias, por la muerte de 22 personas durante el incendio de la discoteca Lobohombo, ocurrido el 19 de octubre del 2000. Pero también el procurador capitalino, en ese entonces Miguel Angel Mancera, dijo que seguía vigente la investigación por el asesinato de su socio y administrador, Margarito Garduño González, ocurrido un año atrás.

Lo cierto es que en el caso Lobohombo, en abril del 2006, luego de haber estado prófugo más de tres años, Iglesias Rebollo, mediante un escrito manifestó al juzgado que llevaba el caso que no estaba fugado y que tenía su residencia en el municipio de Acayucan, en el estado de Veracruz. Gentilmente el juez del caso decidió reclasificar su delito, lo amparó y la acción penal contra Iglesias Rebollo por el caso Lobohombo prescribió en el 2008.

Por el caso del asesinato de Garduño González, cuyo cuerpo fue encontrado en Circuito Interior, nunca se lo llegó a procesar. Junto al cuerpo de Garduño González se encontró una copia del expediente de las averiguaciones sobre el incendio del Lobohombo. Desde entonces, como consta en las averiguaciones de ese crimen, ya se sabía que Iglesias Rebollo era el dueño, entre varios otros lugares, del table dance Cadillac que ahora, muchos años después, fue clausurado. Eso sí, de la misma forma en que después del incendio del Lobohombo, la delegación Cuauhtémoc procedió a la expropiación del predio para construir a la estación de bomberos Ave Fénix, ahora el lugar donde está el Cadillac, según las autoridades, será expropiado vía la ley de extinción de dominio. A ver cómo hacen las cosas porque por la expropiación del terreno del Lobohombo, la delegada Virginia Jaramillo, le tuvo que pagar a Iglesias Rebollo, 13 millones 600 mil pesos como indemnización, ya que el GDF perdió el juicio. O sea que quedó impune y rico.

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