“Contra el gobierno opresor y la reforma”
Columna JFM

“Contra el gobierno opresor y la reforma”

El escenario parece estar más que puesto y los actores se desenmascaran para asumir su verdadero papel. En Guerrero, los grupos de autodefensa o policías comunitarios, los mismos de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias que un día secuestran y retienen militares, luego negocian en Gobernación, más tarde reciben hasta acreditaciones como policías por parte del generoso gobierno local y mientras tanto siguen con sus retenes, bloqueos y acciones a todas luces ilegales, el fin de semana volvieron a marchar en contra de la reforma energética en cuatro municipios guerrerenses, en Tixtla, Olinalá, Huamuxtitlán y Ayutla, pero ahora ya han elevado su discurso, ya dicen que ante esa iniciativa de reforma “hay que dar la lucha sin cuartel contra el gobierno opresor”. Ese movimiento es apoyado por los grupos de las normales como la de Ayotzinapa, por los maestros de la Coordinadora en el estado y por el PT local.

El escenario parece estar más que puesto y los actores se desenmascaran para asumir su verdadero papel. En Guerrero, los grupos de autodefensa o policías comunitarios, los mismos de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias que un día secuestran y retienen militares, luego negocian en Gobernación, más tarde reciben hasta acreditaciones como policías por parte del generoso gobierno local y mientras tanto siguen con sus retenes, bloqueos y acciones a todas luces ilegales, el fin de semana volvieron a marchar en contra de la reforma energética en cuatro municipios guerrerenses, en Tixtla, Olinalá, Huamuxtitlán y Ayutla, pero ahora ya han elevado su discurso, ya dicen que ante esa iniciativa de reforma “hay que dar la lucha sin cuartel contra el gobierno opresor”. Ese movimiento es apoyado por los grupos de las normales como la de Ayotzinapa, por los maestros de la Coordinadora en el estado y por el PT local.

Al mismo tiempo, más de un millón de alumnos no comenzaron ayer el ciclo escolar. En Oaxaca, en Guerrero, en Michoacán y en Tabasco, los maestros de la Coordinadora decidieron iniciar un paro laboral en contra de la reforma educativa y, ya que estaban, también de la energética. Todos ellos pero sobre todo los oaxaqueños de la sección 22 han decidido, como lo vienen haciendo desde hace días, aumentar los bloqueos en la ciudad de México. Ayer ya llegaron al DF sus contingentes. Mientras Morena y López Obrador anuncian manifestaciones simultáneas con las de estas organizaciones que, en realidad, son partes, todos ellos, de uno mismo movimiento, quizás con distintos orígenes pero todos con el mismo fin: desestabilizar. No hay propuestas alternativas, no hay interés en dialogar ni en llegar a acuerdos: la apuesta es romper con la posibilidad de que las fuerzas políticas los alcancen y salgan las reformas adelante. La idea es vieja y simple: cuanto peor, mejor (para ellos).

El problema es que todo esto se hace amenazando con la violencia, desde la armada en estados como Guerrero, con grupos que como saben perfectamente las autoridades están ligados al ERPI, hasta los maestros de la Coordinadora donde conviven, literalmente, todo tipo de personajes, incluyendo los ligados al EPR por una parte y a grupos tan oscuros como los que manipulan los Templarios y la Tuta (el mejor ejemplo son los autodefensas de Aquila, detenidos y desarmados por el ejército la semana pasada).

Ayer el PRD y Cuauhtémoc Cárdenas presentaron su propuesta de reforma energética. Tiene méritos e implica un enorme desafío para ese partido. Desde nuestro punto de vista, muchas de las posiciones propuestas por el PRD, sobre todo en el acotamiento del poder sindical en PEMEX, son perfectamente compartibles y compatibles con las propuestas del gobierno federal y del PAN. Para hacer viables otras se requiere, pese a lo que dicen el ingeniero Cárdenas y el PRD, reformar la Constitución, como proponen priistas y panistas. La pregunta es si el PRD estará dispuesto a negociar esos puntos (el hecho de presentar oficialmente una propuesta debería implicar que sí están dispuestos, sino para qué hacerlo), sabiendo que muy probablemente no saldrán adelante todas sus intenciones, sin dejarse arrastrar por compañeros de ruta que inevitablemente le restarán y aislarán, en una lógica donde los ganadores, sin duda, no serán ellos sino el lopezobradorismo y los sectores más radicales, incluso dentro del propio PRD.

El desafío se extiende a sus propios gobernadores: en Guerrero, Angel Heladio Aguirre (cercanísimo a Marcelo Ebrard) duerme, en los hechos, sobre un barril de pólvora que, paradójicamente, parece estar alimentando desde el propio poder; en Tabasco, con Arturo Núñez, el magisterio decidió acompañar un paro magisterial que nunca antes se había planteado, y llama la atención de que el propio Núñez diga que él se opone a esa medida. En Oaxaca, Gabino Cué está haciendo esfuerzos políticos enormes para evitar el paro magisterial, pero la decisión de avanzar en él no pasa por sus manos. En Michoacán, la sección 18 y la Coordinadora que tienen desde la administración de Leonel Godoy un enorme control del sistema educativo y su presupuesto, se enfrentan a un gobierno local debilitado y rebasado. En Morelos, donde hay fuerzas de la Coordinadora y donde se cuelan también algunos de los grupos armados de Guerrero, el gobernador Graco Ramírez ha sido el único, entre los perredistas, en expresar su respaldo a las reformas energéticas. Y en el DF, Miguel Mancera, que parece también estar de acuerdo con ellas, simplemente no ha dicho una palabra al respecto. ¿Estarán los gobernadores perredistas dispuestos a participar en un debate donde existen fuerzas a su izquierda que están decididas a desestabilizarlos también a ellos?. Ese es su desafío, de lo que no cabe duda es que tendrán que elegir, ellos también, qué papel interpretarán en esta gran puesta en escena.

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