George W. Bush ya es el nuevo presidente de Estados Unidos. Uno de los integrantes de la Corte concluyó que nunca se sabrá quién ganó las elecciones, pero no cabe duda que el que perdió fue el sistema político del país. La relación entre México y Estados Unidos es tan intensa que sería muy difícil que fuera modificada dramáticamente. Es más; la “química” personal que puede establecerse entre dos mandatarios en muchas ocasiones es determinante para canalizar la relación bilateral. Los temas de la agenda son muchos, pero en la prioridad de la relación Bush-Fox, sin duda habrá cuatro: la migración, el narcotráfico, el sector energético y el TLC.