Mireles lo pedía a gritos
Columna JFM

Mireles lo pedía a gritos

30-06-14 José Manuel Mireles no es, no fue nunca, un simple personaje más dentro del movimiento de las autodefensas. Su historia, administrada por cuentagotas por quienes hacen la apología del ahora detenido, nos cuenta que estuvo preso por narcotraficante en México y en Estados Unidos. Que quiso ser candidato a diputado federal o local y lo intentó en el PRI, el PRD y Alternativa con unos pocos meses de diferencia, pero siempre trabajó y cobró en el gobierno de Leonel Godoy, hasta el último día del mismo, en 2011, o sea que fue parte de esa administración que tan condescendiente fue con La Familia y los Templarios. Fue destituido tres veces por el propio movimiento de las autodefensas; es el único que no aceptó el acuerdo para incorporarse a las guardias civiles, y ahora hay quienes nos lo quieren poner como referente de rectitud, principios, autonomía, independencia y lucha contra el narcotráfico.

 

No es verdad, la suya y la de sus más cercanos, ahora las indefendibles hermanas Talia y Selene Vázquez, es una lucha por poder y protagonismos en la cual todo se vale. El gobierno se tardó en poner orden, en hacer respetar los acuerdos de desarme y detener a Mireles si continuaba con sus provocaciones armadas, pero quizás se tardó, y esperó que la situación llegara al límite, como ocurrió el viernes en Lázaro Cárdenas, sencillamente porque el propio Mireles pedía a gritos que lo detuvieran para precisamente medir la fortaleza del propio gobierno y colocarse el disfraz de víctima.

 Mireles, que ha acusado de estar en el narcotráfico a muchos de los dirigentes de las autodefensas, decíamos aquí el 12 de mayo pasado que es el único de ellos que efectivamente fue detenido por narcotraficante: según una amplia investigación de Excélsior publicada el pasado 17 de enero, Mireles fue arrestado el 8 de noviembre de 1988 con 86 kilos de marihuana empaquetada en su propia casa en 10 costales, junto con todo un grupo que estaba haciendo envíos de una tonelada y media de marihuana. Fue procesado y recibió una sentencia de siete años y tres meses de cárcel, sólo cumplió tres años y ocho meses de prisión por buena conducta. Cuando dejó la prisión de Uruapan, se fue a Estados Unidos, allí estuvo otros  cuatro años en prisión, también por temas relacionados con drogas, y al salir se avecindó en la pequeña ciudad de Modesto, California, donde formó una ONG, Casa Michoacana.

            Regresó a Michoacán y quiso ser candidato del PRI y no lo logró pero sí fue candidato plurinominal a senador por el PRD, en el 2006, impulsado por Leonel Godoy, pero como no llegó a ocupar una plaza se fue a Alternativa, dirigida entonces por Alberto Begné. Mireles fue inscrito como candidato de mayoría relativa propietario en el distrito XXI con cabecera en Coalcomán, en fórmula con Ana Delia Valencia Chávez, su esposa, para las elecciones locales. No ganó ninguna de esas elecciones pero Mireles entró a la nómina del gobierno estatal de Leonel Godoy, con el cargo de asesor de asuntos internacionales de la Secretaría de Salud, en donde estuvo hasta 2011, cuando concluyó esa administración.

Unos meses después apareció encabezando una fracción de las autodefensas, asegurando que había gastado siete millones de pesos para comprar armas, nunca aclaró de dónde había sacado esa cantidad de dinero, pero ejerció un protagonismo que se frustró cuando en enero tuvo un accidente de aviación que casi le cuesta la vida. Luego del accidente fue cuidado, curado y protegido en instalaciones militares, pero su salida de escena durante muchas semanas permitió que se conocieran y fueran públicos otros líderes de ese movimiento que participaron activamente en las labores en contra de los Templarios, una actividad en la que Mireles prácticamente no participó porque cuando se reintegró al movimiento, luego de su convalecencia, buena parte de la labor emprendida por el comisionado federal, Alfredo Castillo, con los otros liderazgos de las autodefensas, ya había concluido. Y los demás líderes lo excluyeron del movimiento.

Talía Vázquez Alatorre  será la encargada de la defensa de Mireles Valverde. Es hermana de la diputada local Selene Vázquez. Talia, ya lo comentamos ampliamente en este espacio, ha sido acusada de tener relación y negocios con casineros tan controvertidos como las dos hermanas, los Rojas Cardona.

Para la diputada Selene Vázquez con la detención de Mireles “puede haber más confrontación ciudadana; lamentablemente el operativo no ha dado con la clave de detener al crimen; parece que agarraron su segundo aire de asesinatos y ejecuciones”. En realidad, una de las razones por las cuales se siguen tan de cerca las labores de Mireles y sus seguidores es que el principal peligro que se advierte en Michoacán, es la penetración, por esa y otras vías, del cártel Jalisco Nueva Generación, que quiere ocupar los espacios que están dejando los Templarios. Si hay enfrentamientos, de allí se derivarán.

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