Los dirigentes actuales tanto del PRI como del PRD adelantan que no apoyarán las propuestas fiscales y presupuestales del nuevo gobierno. Felipe Calderón dijo que su principal responsabilidad al frente de los legisladores de su partido es lograr que Fox tenga los suficientes recursos como para poder gobernar. Varios de los puntos de la agenda serán polémicos y difíciles de consensar: la reforma hacendaria, la reconducción presupuestal, la supresión de la partida secreta y la reforma al sector eléctrico entre otros. Habría que destacar los cinco capítulos políticos que podrían servir de puentes de negociación para lograr algunos de los objetivos fiscales y económicos: la reforma a la administración pública federal, la transformación del Distrito Federal en un virtual estado 32, el fortalecimiento de estados y municipios, el fortalecimiento del poder legislativo y una nueva ley de derechos indígenas.