El futuro político de Roberto Madrazo parece estar marcado por una coyuntura en la cuál sus opciones se han reducido drásticamente, dentro y fuera de su partido. En el intento por asegurar el gobierno estatal, y sobre todo, para garantizar una base política propia, Madrazo cometió demasiados errores y terminó fraccionando al priísmo tabasqueño. Las opciones que tiene el tabasqueño para presidir el PRI se han diluído dramáticamente. Después de lo sucedido en los últimos días, se sabe que por lo menos 16 de la veintena de gobernadores priístas le han negado su apoyo.