25-03-2015 Mientras las autoridades federales, estatales y electorales siguen asegurando que no ven peligro para la realización de las elecciones de junio en los estados de Guerrero y Oaxaca, los hechos siguen abriendo notorios signos de interrogación respecto a la posibilidad real de que esos comicios sean boicoteados por los grupos que giran alrededor de la Coordinadora en ambos estados, desde organizaciones armadas hasta fuerzas radicales, pasando en algunos casos por grupos lisa y llanamente financiados por la delincuencia organizada.
Esta semana, la sección 22 en Oaxaca se ha sumado a la propuesta de la CETEG de boicotear, impedir, los comicios de junio. La estrategia es la misma, han dicho sus voceros: rodear las escuelas para evitar que se puedan instalar las casillas e impedir que la gente acuda a votar. Antes durante abril, pasada las vacaciones de semana santa (porque las vacaciones son sagradas para los militantes de la provocación), boicotearán, dicen, las actividades de preparación electoral.
Todas esas acciones constituyen delitos que deberían ser investigados desde el momento en que fueron enunciados. Si usted o yo anunciamos públicamente que vamos a asesinar a alguien, uno queda, por lo menos, en prisión preventiva. Y lo mismo tendría que ocurrir en estos casos: la Coordinadora tiene todo el derecho del mundo a pedirle a sus miembros que voten por quien quieran, o que no voten o que voten en blanco. Lo que no pueden hacer es impedir que la ciudadanía ejerza uno de sus principales derechos, que es el de votar y ser votado, de elegir a sus gobernantes.
Para alguno, todo esto puede ser sólo bravuconería vacía, pero el hecho es que estos grupos vienen realizando un día sí y otro también, innumerables actos violentos y desestabilizadores. Y nadie parece estar poniéndole un alto: al contrario, reciben cada día más prerrogativas, apoyos, dinero, impunidad. ¿Porqué no apostarían en ese escenario a boicotear e impedir los comicios como una demostración de fuerzas ante un Estado al que consideran débil?.
Porque además, en todo esto, hay una clara intencionalidad política. Es verdad que la CETEG y la sección 22 no son lo mismo, por ejemplo, que Morena. Pero también es indudable que son parte de un mismo movimiento que tienen alianzas y objetivos, por lo menos en el mediano plazo, comunes. ¿A quién le podría interesar que se pudieran suspender o boicotear elecciones en Guerrero y Oaxaca?. A ninguno de los otros nueve partidso, pero sí a Morena. Al PRD lo que le conviene es que haya elecciones y sobre todo en esos dos estados, quizás los dos únicos, además de las elecciones en el DF, donde tiene posibilidades reales de ganar. Para Morena es distinto: tendrá mejor votación en Oaxaca que en Guerrero, pero hoy en ninguno de los dos estados es una opción. Pero, además, en el 2015 no le interesa serlo: Morena quiere crecer, como todo partido, en el máximo porcentaje posible.
Su objetivo, sin embargo, tiene nombre, apellido y fecha: es Andrés Manuel López Obrador presidente en el 2018. No hay un solo anuncio de Morena, en ninguna elección local o federal, que no sea protagonizado por López Obrador en una evidente, ni siquiera disimulada, campaña adelantada de cara a las elecciones presidenciales del 18 (¿no tiene nada que decir el INE al respecto?). Por lo pronto, López Obrador, como publicó ayer La Razón, tendrá en seis meses, un millón 55 mil spots de radio y televisión gratuitos, lo que significan la friolera de ocho mil 791 horas de tiempo oficial, un ventaja brutal respecto a cualquier otro precandidato potencial. En ese sentido, sea cual sea el resultado del 2015, López Obrador ya ganó y si se demuestra que el Estado mexicano no puede garantizar la realización de elecciones en dos o tres entidades, ese triunfo (desde su óptica y objetivo políticos) es aún más redituable. Nadie más podría beneficiarse de ese hecho. No es un dato menor.
¿Fascistoides o sólo idiotas?
Esos provocadores, con la coartada del caso Aristegui, han vuelto a exhibir en estos días su verdadero rostro, fascistoide e intolerante. Un ejemplo es la campaña que han aderezado contra el periodista Ezra Shabot (un profesional honesto, culto, irreprochable), critico con la posición de Carmen en MVS, por la sencilla razón de que es de origen judío. Han pasado de los tuits a las manos: la semana pasada Ezra al salir de su casa encontró pintada en la fachada un svástica. Son los defensores de la libertad y de la pureza…étnica. Y por cierto, que triste que Carmen no haya descalificado jamás a semejantes seguidores.
Pero la ignorancia y la idiotez tiene también cargos de elección popular. ¿Qué pensar de la diputada federal priista por Coatzacolacos que dice que los migrantes son un peligro para México porque matan, se prostituyen y asaltan o del presidente municipal de Chihuahua, Javier Garfio, que regala televisores a las trabajadoras domésticas, con el encargo de que los usen para ver telenovelas, no noticias?.