04-05-2015 ¿Cómo logró el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) convertirse en el más rico de México? Según las autoridades federales ninguna organización criminal maneja tantos recursos como esa y también según las propias autoridades ese es el cártel que más ha crecido en los últimos años. El secreto está en Oriente, sobre todo en Japón.
El mercado de Oriente siempre tuvo relación con los cárteles mexicanos, durante muchos años por los Arellano Félix, con sus amplias conexiones en California, también, menos por el anterior cártel de Juárez (y Sinaloa) en los años de Amado Carrillo Fuentes. Luego por el del Chapo Guzmán (se supone que ellos enviaron a los hermanos González Villareal a Malasia).
Son relaciones antiguas pero también complejas, no se tejen en unas semanas. En Oriente hay tres grandes grupos criminales, con fuertes perfiles nacionales y divididos entre sí en muchos otros. Quizás los más extendidos son las triadas chinas, cada vez más asociadas con sectores del gobierno y con enormes recursos, sobre todo desde la anexión de Hong Kong. No son nuevas, nacieron desde el siglo XVII. Durante muchos años (hasta 1912) fueron legales. Están organizadas con férreos códigos de honor y disciplina interna, con mandos muy verticales.
Hasta hace unos años había unas 60 triadas, pero las importantes son cuatro con bases sobre todo en Hong Kong y Taiwan, pero que desde que la primera fue anexada al estado chino se han extendido y relacionado en todo el país, con fuertes relaciones gubernamentales. La forma que tienen estos grupos de legitimarse pasa por la incorporación de sus líderes a los llamados tongs, que son sociedades de negocios que tienen sucursales en prácticamente todas las ciudades de los Estados Unidos y también (¿recuerda usted el caso de Zhenli Ye Gon?) en México, como en muchas otras partes del mundo. Hay por lo menos seis grandes tongs operando en el mundo que combinan actividades lícitas e ilícitas.
También están los llamados gangs vietnamitas y coreanos, involucrados en la prostitución, el juego y el narcotráfico. Tienen presencia en Estados Unidos y actúan sobre todo como distribuidores de droga, organizados como pandillas juveniles en diversas ciudades de Estados Unidos. Si bien tienen disputas feroces con las triadas chinas, su inserción y su relación internacional es bastante menor que aquellas.
Pero ninguno de estos grupos tiene tanta historia como el yakuza japonés. Su nombre verdadero es el Boryokudan (los violentos) y está formado por más de dos mil distintos grupos que controlan a miles de personas. En un pasado lejano, el yakuza tuvo una imagen respetable en Japón y estaban íntimamente ligados a numerosas empresas. Pero cuando además del juego y la prostitución se pasaron al narcotráfico y la extorsión perdieron el respaldo de muchos empresarios. Lo recuperaron con el tiempo y han logrado enorme influencia tanto en California como en Nueva York. Y también se han desarrollado en la misma medida en que los capitales japoneses han crecido en China operando otro tipo de redes.
En ese mercado y con esas organizaciones ha incursionado en los últimos años el cártel de Sinaloa y sobre todo, en la actualidad, el Jalisco Nueva Generación (CJNG). ¿Cómo funciona el mecanismo?. El CJNG les envía cocaína en cargas pequeñas, hormiga, a través de muchas personas con cantidades reducidas, a la isla para evitar los controles y disminuir pérdidas. Muchos caen pero el negocio funciona: el gramo de cocaína se vende en Japón a 700 dólares el gramo. El yakuza y sus grupos se encargan de la distribución.
Lavan esas ganancias y pagan la droga por dos vías: una de ellas es regresar hacia México grandes cantidades de precursores para drogas sintéticas, que procesadas en nuestro país (los principales laboratorios están en toda la costa del Pacífico) tienen como mercado los Estados Unidos, donde su venta ha crecido en forma geométrica. Otro mecanismo, de los más redituables, es el comercial, legalizando esos recursos. El yacuza tiene fuertes relaciones con grupos empresariales, a través de ellos se compra o se vende con precios manipulados, desde Japón o desde otros países donde esas empresas tienen presencia, a proveedores o importadores dependientes del CJNG en México. El dinero llega así ya “legalizado” y las acusaciones por lavado de dinero en México son difíciles de comprobar porque en todo caso el delito se convierte en el país de origen de los recursos.
Así funciona el CJNG y eso es lo que lo hace tan fuerte, más allá de sus redes en Estados Unidos o en México. Dijo Monte Alejandro Rubido, el comisionado nacional de seguridad, que existen investigaciones avanzadas sobre sus líderes y operaciones y que pronto habrá noticias al respecto. Ojalá así sea, pero hay que recordar que se deben desmantelar también esas redes en oriente, que son las verdaderamente estratégicas.