18-06-2015 Dicen que “el amor en Francia es una comedia; en Inglaterra, una tragedia; en Italia, una ópera y en Alemania, un melodrama”. Probablemente en México sea una canción de José Alfredo Jiménez, pero de lo que no cabe duda es que la política y un tema como el de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que en cualquier parte del mundo sería interpretado como una tragedia, en nuestro caso se termina convirtiendo, por lo menos con la actuación de algunos actores centrales en ese drama, en una comedia negra, uno de eso dramas en las que tanta maldad, tantas desgracias, no pueden más que hacernos sonreír.
Ayer regresó a clases en Oaxaca la sección 22 de la Coordinadora que había estado en paro 12 días hábiles con el objetivo, a todas luces ilegal, de boicotear las elecciones del 7 de junio, mismo que por cierto no lograron. Pero en el camino, quemaron y destruyeron oficinas del INE, de los partidos políticos y papelería electoral; bloquearon avenidas, autopistas y casetas de cobro; se robaron camiones de pasajeros y secuestraron y saquearon camiones de reparto; bloquearon centrales de Pemex y gasolineras y dejaron sin combustible durante varios días a la ciudad de Oaxaca. En el DF estrangularon la ciudad durante varios días. Y luego de un jaloneo con el subsecretario de Gobernación, Luis Miranda, la semana pasada decidieron regresar a Oaxaca para, dijeron, repensar su estrategia. Eso sí, dejaron un campamento en el Monumento a la Revolución que ya le ha ocasionado pérdidas a los comerciantes de la zona de unos 600 millones de pesos, además de que hicieron inútil la remodelación que había hecho el GDF y que había costado otros 300 millones. Como los que están en ese campamento no tienen nada que hacer, bloquean la circulación en el primer cuadro de la ciudad algunas horas al día.
El hecho es que regresaron y aquí dijimos que lo hacían para simplemente cobrar sus quincenas, entregar papeles de fin de curso e irse de vacaciones adelantadas (y pagadas). Para algunos eso será un logró: el ciclo lectivo 2005-06 no pudo concluir porque en aquel entonces la sección 22, integrada a la APPO, tenía tomada la ciudad de Oaxaca y simplemente decidieron que ni siquiera permitirían al millón y medio de niños que desgraciadamente están bajo su tutela terminar ese curso escolar. Ahora, parece que sí le entregarán los certificados de fin de curso a los alumnos. No a todos, los niños que estén en escuelas manejadas por maestros de la minoritaria sección 59, que son del SNTE y que son los que sí dieron clases todos estos días, no los recibirán.
Lo cierto es que la mayoría de los integrantes de la sección 22 regresaron a Oaxaca y las autoridades, obedientes, le pagaron sus quincenas, la que no habían trabajado pero sí vandalizado, y lo hicieron incluso dos días antes de que volvieran a las aulas. ¿Por qué, se preguntará usted, se les paga si no trabajaron, si en la reforma educativa se dice que ante más de tres faltas consecutivas injustificadas pueden perder la plaza?¿por qué no se hace, como también ordena la ley, una quita en los salarios en las jornadas no devengadas?. Nadie se quiere hacer responsable de responder esas preguntas.
Por lo pronto, el secretario de educación pública, Emilio Chuayffet, salió a decir que “llueve o truene” sí se aplicará la reforma y la evaluación educativa. También dijo que él no podía cancelar ese pago de salarios porque si bien la SEP tiene concentrado el pago, es el gobierno estatal el que informa sobre ausencias o descuentos en la nómina magisterial local. Rápidamente, el gobierno estatal reconoció que ellos tampoco tienen control de la nómina o de las asistencias de los maestros. Resulta que desde hace 23 años, cuando era gobernador Heladio Ramírez, se firmó una “minuta” en la cual se acordó que el control de las asistencias (y de toda la secretaría de educación local) lo lleva la sección 22, con lo cual ella se convierte en su propio pagador y contralor. Han pasado 23 años desde que se firmó aquella “minuta” y desde entonces nadie ha tenido la decisión de aceptar que una minuta no tiene fuerza de ley y no puede colocarse por encima de ella.
Al mismo tiempo, una investigación de Milenio, confirmó los salarios de los agremiados a la sección 22. Tienen altas prestaciones, en varios casos los sueldos se dividen entre dos o tres personas (en la mayoría de los casos se trata de aviadores) pero los salarios de los líderes sí valen la pena: doce de sus principales dirigentes cobran 170 mil pesos mensuales. Su secretario general, Rubén Nuñez, se conformar con unos buenos 130 mil pesos mensuales…más todos sus gastos pagados, porque, por ejemplo, cuando sus bases están acampadas en el Monumento a la Revolución, él y otros dirigentes duermen cómodamente en un hotel de lujo en el centro de la ciudad. Socialismo estilo Coordinadora: todos somos iguales pero algunos son más iguales que otros.