21-07-2016 Para mi madre, Lidia,
por sus impecables 85
Presentó la SEP las propuestas para su nuevo modelo educativo, que busca que los contenidos pedagógicos se adecuen a este siglo XXI y dejen de mirar, como ahora, al siglo XIX. Tenemos una enorme carencia en la educación, no sólo en su cobertura sino también, y sobre todo, en su calidad. El nuevo modelo intenta, en otras palabras, poner al día ese siglo de rezago en nuestros contenidos, pero se topa, una vez más, con la realidad: son muchos, a veces demasiados, los intereses involucrados en que la educación no avance, no se reforme, mucho menos se modernice.
Quienes dicen que la reforma educativa es simplemente una reforma administrativa o laboral por supuesto que se equivocan. Lo laboral es central en este tema: sin evaluación, sin una serie de normas básicas para la formación y el trabajo de los maestros, sin buenos maestros, es imposible modificar contenidos y mucho menos aumentar la calidad. Ya se ha intentado, de una u otra forma en el pasado y el resultado ha sido siempre, decepcionantemente el mismo.
No hay nada que escenifique mejor las resistencias a la modernización de la educación que la oposición de la Coordinadora a cualquiera de estos cambios, considerándolos beneficios ganados por sus agremiados. No son beneficios laborales, se trata lisa y llanamente de atropellos, mal uso de recursos públicos y de colocar a la educación al servicio de grupos políticos con intereses particulares, como los de la propia CNTE.
Por eso mismo desconcierta tanto el tono del diálogo que se está produciendo en Gobernación. Nadie, de ninguno de los bandos involucrados, ha logrado o querido explicar de qué se trata, qué se negocia y para qué. Porque uno supondría que mientras se da esa negociación, se tendrían que suspender los bloqueos o los terribles actos vandálicos que día con día cometen los integrantes de la Coordinadora y sus aliados. Ejemplos hay muchos: el martes quemaron tres autobuses y un camión de reparto en Michoacán, donde, por cierto, están secuestrados, en poder de estos grupos, 142 autobuses. Los propietarios están en una situación económica desesperada pero lo único que le piden a los secuestradores, o sea a los integrantes de la Coordinadora y sus aliados, es que no los quemen, porque los seguros no cubren los actos de vandalismo. La respuesta de los maestros y normalistas fue inmediata: quemaron tres autobuses.
Bueno, mientras eso ocurre, las autoridades se reúnen y negocian con ellos. Dice Juan Díaz de la Torre, el líder del SNTE, que llegarán a algún acuerdo de coyuntura, que durará un par de semanas, porque “la revolución, para estos personajes, también toma vacaciones” y que a fines de agosto los tendremos otra vez en la ciudad de México, bloqueando calles y carreteras. Tiene razón: ese ha sido el método utilizado por la Coordinadora durante años para ganar espacios y concesiones. Parecían haber entrado en una especial descendente. Pero lo ocurrido en Nochixtlán, les dio nueva vida.
Pero ¿qué ocurrió en Nochixtlán? Habrá en estos días un informe pero parece ocurrir algo similar a lo sucedido en Iguala, con la diferencia de que en esta ocasión estamos hablando de un escenario preparado. Hoy sabemos que se disparó originalmente contra los policías, que hubo francotiradores, que los muertos y muchos de los heridos, incluyendo policías, no lo fueron por balas de calibre oficial, que alguien hizo sonar las campanas del pueblo mientras un grupo de mujeres, diáconos dicen algunas, comenzaron a levantar a la población interrumpiendo la misa, diciendo que la policía estaba atacando el pueblo y arrasando casas. Era la hora en la que en forma pacífica y sin ningún conflicto se acababa de desalojar el bloqueo en la carretera México-Oaxaca. Poco después comenzaron los disparos.
Ese es el escenario Nochixtlán y no deja de resultar increíble que montados en él, con tantos elementos que los hacen por lo menos corresponsables de lo sucedido, la Coordinadora y sus aliados hayan podido remontar sus estrategias y estén negociando con las autoridades mientras no conceden nada.
Para quienes no estamos en el corazón de esa negociación es sencillamente desconcertante. Ayer mismo, mientras la SEP decía que la mesa del día anterior fue fructífera, los dirigentes de la Coordinadora decían que rechazaban la presentación del nuevo modelo educativo y que no había habido avances, mientras continuaban con sus movilizaciones y bloqueos, muchos de los cuales no están respaldados ni por un solo participante (hay camiones quemados, sacos de tierra, piedras, basura, impidiendo el paso pero nadie, o unas pocas personas, en ellos) bloqueos que, de todas formas, no son levantados por las autoridades.
A ver qué sale de todo esto. Por lo pronto, el buen proyecto de modelo educativo presentado ayer tendrá que pasar a consulta para ser implementado hasta el año lectivo 2018-19, o sea cuando ya esté en sus últimas semanas la administración Peña. No vaya a ser que la Coordinadora se enoje.