El miércoles en la mañana pudimos saber de muy buena fuente que Arturo Nuñez había decidido renunciar a la precandidatura priísta de Tabasco a causa de la inequidad prevaleciente en el proceso interno para elegir a su candidato a gobernador, en los comicios que se realizarán el próximo domingo. Algo sucedió porque un par de horas después, fue el secretario general del PRI, Esteban Moctezuma, quien desmintió la versión y fue él quien aseguró que Arturo seguiría hasta el final en el proceso interno. Arturo Nuñez apareció poco después en la conferencia de prensa que había convocado donde, en efecto, no habló de su renuncia sino que reiteró que los dados estaban cargados a favor de su adversario, el ex líder de la cámara de diputados del estado, Manuel Andrade.
El miércoles en la mañana pudimos saber de muy buena fuente que Arturo Nuñez había decidido renunciar a la precandidatura priísta de Tabasco a causa de la inequidad prevaleciente en el proceso interno para elegir a su candidato a gobernador, en los comicios que se realizarán el próximo domingo. Algo sucedió porque un par de horas después, fue el secretario general del PRI, Esteban Moctezuma, quien desmintió la versión y fue él quien aseguró que Arturo seguiría hasta el final en el proceso interno. Arturo Nuñez apareció poco después en la conferencia de prensa que había convocado donde, en efecto, no habló de su renuncia sino que reiteró que los dados estaban cargados a favor de su adversario, el ex líder de la cámara de diputados del estado, Manuel Andrade.
No fue esa la única confusión reciente en el proceso interno priísta en el estado gobernado por Roberto Madrazo. Un día antes de la versión de la renuncia de Nuñez se habría realizado una reunión en la secretaría de Gobernación en la que participaron, entre otros el propio secretario Diódoro Carrasco, Nuñez, Andrade y Madrazo, en la cual se llegó a acuerdos generales sobre el proceso interno, tratando de desactivar las que Nuñez ha descripto como medidas de apoyo, desde el gobierno estatal a su adversario. Parecía tarde: faltan apenas unos días para la elección y ahora suspender esa campaña podría tener poco efecto. Sin embargo, cuando se propuso suspender la elección hasta el siguiente domingo, todos se opusieron: la gente de Andrade porque consideran que el efecto está logrado, la de Nuñez porque sigue considerando que, a pesar de todo tiene una pequeña ventaja de unos 4 puntos sobre Andrade y la misma podría terminar de esfumarse de continuar la campaña.
Para el ex líder de la cámara de diputados, el eje es ya la confrontación directa con Madrazo y nucleando así a todos sus opositores, incluyendo a los no priístas que podrán participar en la elección. Incluso ayer, Nuñez reiteró que su verdadero adversario no es Andrade sino Madrazo, y que el eje del asunto es que el precandidato presidencial derrotado el 7 de noviembre pasado por Francisco Labastida, está basando en este proceso interno la posibilidad de mantener su espacio de poder en el estado, desde donde relanzar su proyecto político nacional después del 2 de julio. Es más, Nuñez argumenta que la que se da en su estado es la lucha entre el nuevo y el viejo PRI.
Pese a todo, nada indica que Nuñez tenga asegurada la elección del domingo. No es imposible, por supuesto, pero todo indica que efectivamente toda la fuerza y apoyo de Madrazo respaldan a Andrade y ello sería suficiente para convertirlo en candidato a gobernador en un proceso en el cual las autoridades del partido, por lo menos las enviadas desde la capital de la república, se han visto completamente rebasadas: el delegado del CEN, el ex embajador en Cuba y ex gobernador en Quintana Roo, Pedro Joaquín Coldwell, fue superado por el proceso y sus protagonistas e ignorado por las fuerzas internas.
Sin embargo, más allá de lo coyuntural o incluso de su puntual anecdotario, tres aspectos son importantes en este sentido. El primero de ellos es que quienes pensaban que Roberto Madrazo se había resignado simplemente a permanecer en el escenario político se equivocaron. El tabasqueño quiere regresar con posiciones protagónicas y sabe lo que hace al enfrentar de forma tan radical a un hombre como Nuñez: éste ha sido subsecretario de gobernación en dos oportunidades, fue un funcionario muy cercano tanto a Fernando Gutiérrez Barrios como a Emilio Chuayffet e incluso a Esteban Moctezuma, fue el último líder de la cámara de diputados y desde hacía meses estaba, como él mismo decía, tan destapado para lanzarse por la gubernatura de su estado que esta le daba "rubor". Pero, sobre todo, Nuñez es el candidato de Labastida.
Y en ello se ha basado Madrazo para su enfrentamiento. Para Roberto ganar su estado es imprescindible para continuar con su proyecto político y lanzar, gane o pierda Francisco Labastida la elección del 2 de julio, oficialmente su corriente política, llamada Patria Nueva, como la que estaba construyendo su padre, Carlos Madrazo, al momento de fallecer en un accidente aéreo en Monterrey, en los 60. Por eso, Madrazo ha rechazado, en más de una oportunidad posiciones en el gabinete legal o ampliado del presidente Zedillo, con tal de mantener su base de operaciones en el estado. Y para ello, Madrazo requiere de la derrota de Nuñez: necesita demostrar su fuerza.
Ahora bien ¿podría ser ello posible rompiendo con el acuerdo de Los Pinos, aquella reunión que a fines de noviembre pasado mantuvieron el presidente Zedillo, Francisco Labastida y el propio Madrazo, que concluyó en un abrazo entre los dos aspirantes priístas, sin que éste hubiera contenido acuerdos no públicos que fueran mucho más allá del regreso de Madrazo a la gubernatura?. Muy probablemente no, salvo que el propio Madrazo se esté saltando esos acuerdos (intentando poner, si fuera así, de manifiesto la debilidad tanto de la presidencia de la república como del candidato presidencial priísta). Pero, insistimos, todo indica que no es así: que puede haber acuerdos más profundos, que son los que le permiten a Roberto Madrazo no sólo impulsar la candidatura de Andrade como lo está haciendo, sino también hacerlo contra una figura nacional de peso como Nuñez.
Pero también habría que tomar en consideración un aspecto que es real: en el DF no conocemos a Manuel Andrade y muchos estarán en desacuerdo con Madrazo, pero ambos, Madrazo y Andrade, son fuertes expresiones locales que cuentan, tampoco se puede negar, con apoyo real en su estado. Cada vez más las candidaturas locales tienen posibilidades de imponerse en los procesos internos en los estados por sobre los candidatos muy bien posicionados a nivel nacional pero que han ido perdiendo, por lo mismo, presencia en sus propios estados. Esos candidatos locales, como Andrade, tienen respaldos y apoyos de los grupos de poder local que no pueden desestimarse. Puede ser, como dice Arturo Nuñez, que la elección interna del PRI esté siendo manipulada y que no existan condiciones idóneas de participación y equidad, pero también existe una realidad política local ineludible.
Por lo pronto, el domingo se demostrará hasta qué punto llega el control de Madrazo sobre su estado y en qué condiciones estará para reinventar su carrera política a partir del 3 de julio. Lo paradójico de todo esto es que, quizás, para ello, se tenga que pasar por el sacrificio de un político profesional digno e inteligente como Nuñez. Por cierto, desmintiendo las versiones de que se mantendría en la contienda interna a cambio de contar con una posición plurinominal en la lista priísta del senado, si perdía la elección, Nuñez nos aseguró que no aceptaría ninguna candidatura para el senado.
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Hoy concluye una carrera de 25 años de Guillermo Ortega en Televisa, en la cual durante los dos últimos años fue el titular del noticiario nocturno y en los próximos días se incorporará a nuevos proyectos de radio y televisión en MVS. El lunes, Joaquín López Dóriga se convierte en el titular del noticiario nocturno de Televisa, luego de su excelente trabajo en el espacio matutino. Para ambos, para Guillermo y para Joaquín, dos queridos amigos, la mejor de las suertes en estas nuevas aventuras periodísticas. Ambos la merecen.