06-02-2017 No es verdad que Josefina Vázquez Mota está indecisa sobre la candidatura para el estado de México. La ex candidata presidencial está puesta y decidida a asumir esa responsabilidad desde semanas atrás. Los que no están ni decididos ni preparados son los panistas que por conflictos internos en los que la dirigencia partidaria no ha logrado poner orden, están impidiendo la designación de Josefina y perdiendo tiempo precioso en términos de campaña, mientras Alfredo del Mazo ya está trabajando con los priistas y Delfina Gómez, con López Obrador por delante, en Morena.
Josefina no puede ser aún candidata porque un grupo minoritario y desde la época de Montiel relacionado por el PRI estatal, que encabeza Ulises Ramírez y que ya perdió meses atrás la dirigencia panista en el estado, ha impugnado ante el Tribunal Electoral, el método de elección de candidato decidido por el PAN para el estado de México: el de designación directa, precisamente porque el padrón estatal, manejado en el pasado por el grupo de Ramírez está pleno de inconsistencias, no es en absoluto confiable. Quieren que haya una elección interna que termine desgastando al propio partido como ocurrió en la presidencial del 2012.
Hay que recordar que en todos los estados en los que ha ganado el PAN en los últimos años hubo designación directa de candidatos. Eso es lo que se quiere evitar en el estado de México. Manejados desde el propio gobierno estatal ya utilizaron a la corriente perredista ADN que encabeza Héctor Bautista para romper la alianza PAN-PRD (dejando en una situación muy precaria, además, al propio PRD en el estado) y al mismo tiempo utilizan a Ulises Ramírez y su gente para bloquear la candidatura de Josefina por el PAN, porque en las encuestas tiene un mínimo de diez puntos de ventaja sobre Alfredo del Mazo.
La maniobra es evidente. El viernes en la reunión de la comisión permanente del PAN se votaron los métodos de selección de candidatos en los estados en los que habrá elecciones este año. En Coahuila, a pesar de la durísima disputa interna, se alcanzó la unidad y se votó en forma unánime, aprobando la candidatura por designación. Lo mismo sucedió en Nayarit. Cuando se puso a votación el estado de México, hubo de los 32 integrantes tres abstenciones que frustraron el proceso: dos diputadas que responden a Ramírez y el presidente del comité ejecutivo de Puebla.
Precisamente es Rafael Moreno Valle, el único en el PAN con influencia con Ulises Ramírez, el que puede romper este bloqueo absurdo. Todas las demás figuras de primer nivel del PAN apoyan la candidatura de Josefina, desde Ricardo Anaya hasta Felipe Calderón, pasando por Margarita Zavala y los otros diez gobernadores del partido.
No es un tema menor. La actual impugnación del método de selección se resolverá en el tribunal alrededor del 15 de febrero. El grupo de Ramírez ya ha anunciado que volverá a impugnar la decisión si le es desfavorable, para llevar el tema hasta el 3 de marzo, la fecha límite para poder registrar candidato a gobernador.
Algunos dirán porqué no registrarse y de todas formas hacer proselitismo mientras el tema se resuelve en tribunales. El problema es que la ley lo prohíbe. Se puede registrar quien quiera para buscar esa posición, como ya lo hizo, por ejemplo José Luis Durán Reveles (que estaría perdido ante Del Mazo y Delfina), pero no puede hacer ningún tipo de proselitismo. Eso es lo que está frenando Ulises Ramírez: es un boicot contra la candidatura panista para favorecer la candidatura priista.
Ya Bautista (ADN del PRD) y Ramírez tuvieron un primer logro: acabar con la alianza PAN-PRD. Ahora Ramírez quiere acabar con la candidatura de Josefina, que es un peligro también para Bautista, porque como ocurrió en Chihuahua, en torno a la candidatura de Javier Corral, donde también la alianza fue bloqueada por sectores internos del PRD con intereses cercanos al PRI, lo que se dio fue un movimiento de liderazgos perredistas e independientes que crearon una alianza de facto que en buena medida permitió explicar lo holgado del triunfo de Javier. Si se da la candidatura de Josefina algo similar sucedería en el estado de México.
Y hoy, la llave para destrabar ese boicot interno la tiene Moreno Valle por su ascendencia sobre Ulises Ramírez…salvo que la del gobernador Eruviel Ávila sea aún mayor que la del poblano sobre el cuestionado diputado federal.
Por cierto, llamó la atención que en la reunión de la comisión permanente del viernes en el PAN, el ex presidente Felipe Calderón (tanto él como Margarita Zavala apoyan a Josefina y la designación directa en el estado de México) demandara copia de todos los documentos del proceso de impugnación. Y es que si éste proceso de impugnación prospera y evita la candidatura de Josefina, el día de mañana se puede utilizar para cualquier otra candidatura, por ejemplo la presidencial.
Es demasiado lo que el PAN tiene en juego en el estado de México. Es el PAN el que tiene que tomar una decisión. Josefina está decidida desde hace semanas.