La reforma constitucional sobre derechos y cultura indígena ya fue aprobada por más de la mitad de los congresos estatales y sólo falta que sea publicada en el Diario Oficial. Si bien se hablado hasta el hartazgo de la ley indígena, lo aprobado no es tal: es una reforma constitucional, que deberá contar posteriormente con una ley reglamentaria. El rechazo a esta ley fue inducido a un sector del PRD vía los organismos de base del zapatismo que decidieron intervenir en las luchas internas del partido del sol azteca.