La detención de cinco de los militantes de la Fuerza Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) que habían colocado los tres artefactos explosivos en las sucursales Banamex, deja muchos temas para el análisis que van mucho más allá de los aspectos meramente policiales. En el aspecto político y uno de los más significativos es la advertencia de que el gobierno no tolerará acciones fuera de la ley.