05-09-2018 Estamos viviendo, sin duda, un notable cambio de gobierno. Estamos en tránsito hacia una forma de ver, comprender y ejercer el poder diferente, incluso parafraseando aquel libro de Rolando Cordera y Carlos Tello de principios de los 80 estamos en un nuevo capítulo de La Disputa por la Nación. Pero no creo que estemos ante un cambio de régimen, o a “una hora cero de la República”, como lo proclamó el sábado Porfirio Muñoz Ledo. Incluso creo que estamos viviendo un momento casi circular en nuestra historia, donde el cambio se da la mano con la restauración, en programas e incluso en personajes.
Y eso es más notable cuando pasamos de los grandes discursos a hechos muy concretos. Veamos el tema de la seguridad. Según han dejado trascender desde el equipo más cercano al presidente electo la estrategia a aplicar al inicio de la administración es dividir el país en 260 zonas. En cada una de ellas estará a cargo un militar con un grupo de militares y policías, con un mando específico en su zona territorial y objetivos claros. La idea es que cada uno de esos comandos, para llamarlos de alguna manera, tengan entre 700 y mil integrantes (lo que por sí será un problema porque no alcanzarían los elementos operativos actuales del ejército, la marina y la policía federal para completar ese número).
En el diseño del plan han participado, también eso se ha dejado filtrar desde el equipo de Andrés Manuel, dos ex titulares de seguridad: Manuel Mondragón y Kalb y Alejandro Gertz Manero. Don Manuel tiene 82 años y Alejandro 80. Según la columna de Raymundo Riva Palacio, Gertz Manero incluso sería el próximo subsecretario de seguridad, mientras que el diseño estratégico habría sido elaborado por Mondragón.
Y es muy probable que sea así porque esta idea de dividir el país en zonas encargadas a un grupo especial, es, ampliada al territorio nacional, la estrategia de los cuadrantes que Mondragón aplicó en la ciudad de México durante el gobierno de Marcelo Ebrard y luego, cuando fue comisionado de seguridad con Peña Nieto, en los tramos carreteros de todo el país. Al inicio de la administración Peña, Manuel anunció la creación de “los primeros 136 Cuadrantes Carreteros, con la participación de dos mil 692 elementos de la Policía Federal, pertenecientes a la División de Seguridad Regional, con el apoyo de 17 helicópteros de reconocimiento y 575 vehículos terrestres… En cada uno de los cuadrantes, explicó el entonces nuevo comisionado nacional de seguridad, existe un responsable del mismo, en cada uno de los tres turnos. Este responsable es el mismo, no cambia, tiene nombre y apellido, debe atender las solicitudes de apoyo a los ciudadanos, debe reportar todas y cada una de las incidencias... En cada cuadrante a su vez existe un número determinado de elementos y de unidades, que permanecen siempre, esa patrulla o esas unidades con su número no cambian de cuadrante”. Cada jefe de cuadrante se coordinaría con las autoridades de Caminos y Puentes Federales (Capufe), con las procuradurías y las secretarías de Seguridad Pública estatales, así como con los mandos regionales de la Sedena y de Marina Armada de México.
Ahora, se está proponiendo prácticamente lo mismo, sólo que ampliado en territorio, en número de elementos, en atribuciones y objetivos. Pero el diseño, según lo que ha trascendido, es el mismo. El de los cuadrantes de Mondragón y Kalb. Y el mismo Manuel es el responsable de la nueva estrategia.
Gertz Manero fue secretario de seguridad pública con Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles en la ciudad de México. Con el triunfo de Fox (como Mondragón con el de Peña) fue llamado al gabinete federal en el contexto de la creación de la secretaría de seguridad pública y en un ambiente de franca confrontación con el secretario de Gobernación, Santiago Creel, que se oponía a la separación de la SSP. Capítulo central en la disputa fue la propuesta de trasladar el CISEN de Gobernación a la naciente secretaría. Un personaje clave en la defensa del CISEN y que fue su director en la primera etapa de la administración Fox, fue Eduardo Medina Mora, ahora ministro de la Suprema Corte.Según se ha informado ahora Gertz ha logrado que el CISEN sí vaya a la nueva secretaría de seguridad.
Alejandro también se distanció del procurador Rafael Macedo de la Concha, quien le dio cobijo, creando la Agencia Federal de Investigación, a muchos de los mandos policiales y del CISEN que se confrontaron con Gertz. Fue una lucha de poder que se canalizó en muchas vertientes, incluyendo las atribuciones y las formas de operar de las distintas dependencias. En buena medida el punto central del diferendo era, es, la capacidad, las atribuciones de investigación de cada dependencia. Si la información es correcta, esos 260 comandos o grupos tendrían capacidad de investigación y de presentar ante el ministerio público a sus detenidos (posiblemente con la integración de policías ministeriales a los mismos).
No deja de llamar la atención que, en cargos tan decisivos, sigan girando, con sus éxitos y sus fracasos, los mismos nombres y las mismas estrategias, enfrentados con otros personajes y otras estrategias que cíclicamente se van reemplazando unas con otras.