Hay dos grandes peligros que podrían amenazar a México en esta atípica primera guerra global del siglo XXI. Uno de ellos son el más de un centenar de centrales atómicas que se ubican cerca de la frontera de México con Estados Unidos. Los grupos que atentaron contra Nueva York y Washington pudieran haber estado planeando algún tipo de ataque en California con elementos químicos o biológicos, bactereológicos, esto es mucho más inquietante, porque se trata de elementos imposibles de detectar y sería imposible detener su propagación por todo nuestro país.