La falta de determinación, de una voz que ponga orden entre los propios integrantes del equipo gubernamental, sumado al profundo desconcierto inicial sobre cómo actuar ane los ataques terroristas en los Estados Unidos, han atenazado al gobierno federal de tal forma que hoy lo tienen en su peor momento desde que asumió el poder. El estilo de gobernar de Fox es desconcentrado, tiene distintas áreas con muy amplia autonomía de gestión, pero cuando por alguna razón no funcionan , el presidente los deja en su puesto, pero le asigna a algún otro esas mismas tareas, lo que provoca, que haya muchas voces dispersas e innumerables contradicciones.