El asesinato de la abogada Digna Ochoa, ocurrido el viernes pasado, el algo más que un crimen injustificable: es un ataque directo al estado de derecho y al propio gobierno federal. Digna Ochoa había recibido diferentes amenazas en los últimos años, todas ellas relacionados con algunos de los más controvertidos casos que decidió asumir como abogada defendora.