De la asamblea priísta, surgió un ganador que se llama Roberto Madrazo. Madrazo emerge de la asamblea como el más posible próximo dirigente del priísmo. Es un hombre terriblemente controvertido, que puede tener o mostrar muchas caras, que ha tenido en general mala prensa. Roberto Madrazo es un político muy ambicioso, con mucha capacidad para diseñar escenarios, estrategias y seguirlas al pie de la letra. También ha demostrado tenacidad y capacidad de pragmatismo, es un hombre terriblemente desconfiado que apuesta más a imponer que a convencer.