Las presiones para encontrar una salida autoritaria en la UNAM continúan y, paradójicamente, en lugar de allanar las posibilidades para evitar las polarizaciones y conjuntar un bloque de diferentes grupos, de paristas y no paristas, que aisle a los sectores ultras y extrauniversitarios, lo que propicia es la confusión y le otorga armas a esos mismos grupos ultras que, agitan el fantasma de la represión.