Los resultados de las encuestas pueden ser discutibles, lo que no, es su efecto político. Y los resultados de las últimas encuestas han tenido un efecto que, quizás, muchos no esperaban y que puede cambiar todo el escenario político nacional de cara a las elecciones del año 2000: han provocado un nuevo acercamiento entre los candidatos de la Alianza por México, Cuauhtémoc Cárdenas, y Vicente Fox, de la Alianza para el Cambio.
Los resultados de las encuestas pueden ser discutibles, lo que no, es su efecto político. Y los resultados de las últimas encuestas han tenido un efecto que, quizás, muchos no esperaban y que puede cambiar todo el escenario político nacional de cara a las elecciones del año 2000: han provocado un nuevo acercamiento entre los candidatos de la Alianza por México, Cuauhtémoc Cárdenas, y Vicente Fox, de la Alianza para el Cambio.
Y es que si bien la encuesta de Pearson coloca al abanderado priísta Francisco Labastida con 47 por ciento de las preferencias electorales y a Fox con 35 por ciento, doce puntos abajo aproximadamente), otras, como la publicada por Milenio Diario deja a ambos prácticamente empatados con un 42 por ciento y 41 por ciento de las intenciones de voto. La última encuesta interna que está manejando el PAN y que motivó el acercamiento entre Fox y Cárdenas, le da a Labastida 39.4 por ciento de las expectativas de voto, a Fox el 38.3 por ciento y a Cárdenas el 12 por ciento (un porcentaje en el que sí coinciden la mayoría de las encuestas que se han dado a conocer públicamente).
Es verdad que, según el equipo de Labastida, esas encuestas buscan levantar a Fox para incrementar su recaudación de fondos de campaña. Parten de la base de que Fox ha gastado ya demasiado para posicionarse y que si no muestra hoy que ya está a la altura de Labastida se quedará sin aportes hacia la recta final de la campaña. La gente de Fox y distintos analistas insisten en que la ventaja que muestran esas encuestas para Labastida parte de suponer una distribución equitativa de los votos de los indecisos, lo que afecta los resultados. En todo caso, como decía ayer Raymundo Riva Palacio, lo que habrá que analizar, de acuerdo a cómo se desarrolle el proceso electoral y la vida política y económica del país, es cómo se canalizará, por encima de estos estudios de opinión, el voto de los grupos corporativos, que existen y operan en buena parte del territorio nacional y que no benefician a Fox.
En todo caso y según nuestras fuentes, esos resultados tan cerrados entre Labastida y Fox, habrían llevado a la realización, hace dos semanas, de un primer encuentro privado entre Cárdenas y Fox. La reunión se realizó en la casa del señor Alberto Sánchez, un cuñado del secretario particular de Vicente Fox, el señor Juan Hernández. Luego del encuentro, ambos realizaron consultas con su gente más cercana para analizar los términos de un hipotético acuerdo y antes del último fin de semana hubo otro encuentro directo entre Vicente Fox y un representante personal de Cárdenas.
A partir de esas reuniones se habrían establecido acuerdos importantes entre ambos. Uno de ellos, es que si para el primero de mayo, Cárdenas se encontraba en las encuestas confiables de ambas coaliciones, por debajo de los 18 puntos, el ex jefe de gobierno del DF retiraría su candidatura en favor de Fox.
Un segundo acuerdo, sería que en aquellas plazas donde los candidatos a diputados del PAN estén por debajo de los del PRD, los blanquiazules se retirarían en favor de los cardenistas. La medida no será recíproca, o sea que en los distritos en los que estén arriba los panistas no se retirarán los perredistas, porque ello disminuiría drásticamente el porcentaje electoral del PRD, su presencia legislativa y sus prerrogativas legales (de medios y financieras) para el trienio 2000-2003.
Pero habría habido un tercer acuerdo que es el que mayores problemas podría generar (en realidad ya han comenzado los desencuentros por el mismo). El mayor interés de Cárdenas está puesto en el DF y en la candidatura de Andrés Manuel López Obrador. Por lo tanto, una de las condiciones que habría impuesto Cárdenas en esas reuniones habría sido que en reciprocidad por su renuncia a la candidatura presidencial, Santiago Creel, tendría que declinar a favor de López Obrador. Ello ya ha provocado reacciones, por el importante apoyo que el panismo histórico está nucleando en torno a Creel y, muy probablemente el grupo de consejeros locales que están trabajando para lanzar la candidatura de Diego Fernández de Cevallos al senado por el DF, sea parte de esa reacciones que se resiste a resignar la candidatura de Creel aunque sea parte de un acuerdo mucho mayor en beneficio de su propio candidato presidencial.
En estos encuentros, habría habido otro tipo de acuerdos puntuales para tratar de sacar adelante esa coalición tácita, si se dan las condiciones, después del primero de mayo. Un punto importante (que ya había sido un reclamo de Cárdenas desde las semanas en las que se estuvo analizando la conformación de la coalición opositora en septiembre y octubre pasados), es que si Vicente Fox lleva la ventaja en las encuestas para el 15 de junio, o sea dos semanas antes de las elecciones, el candidato del PAN dará a conocer la conformación de su gabinete, como una suerte de reaseguro de la alianza tácita de la oposición.
Según las fuentes consultadas, también se habría analizado qué sucedería con los otros tres candidatos presidenciales: Manuel Camacho, Porfirio Muñoz Ledo y Gilberto Rincón Gallardo. En el caso de Camacho, se habría dado el visto bueno, de darse la oportunidad, para buscar una alianza con Fox. Evidentemente no ocurrió lo mismo en el caso de Muñoz Ledo: Cárdenas no aceptará de ninguna forma un acercamiento o alianza en la que participe el ex presidente nacional del PRD. En el caso de Gilberto, éste ha dejado en claro en muchas oportunidades que no aceptará una alianza con ninguno de los tres partidos mayoritarios.
Ayer intentamos comunicarnos con Cárdenas y Fox para confirmar la realización de estas reuniones privadas y secretas y no tuvimos éxito. Hasta la noche de ayer, ninguno de ellos las había confirmado.
Archivos recuperados
Mientras tanto, en el PRI sigue el trabajo para la confección de sus listas de candidatos a senadores y diputados que en el tricolor consideran como un factor clave para echar a andar toda la maquinaria del partido tras la candidatura de Francisco Labastida. Pese a rumores y filtraciones, desde los niveles más altos del priísmo se asegura que, hasta el día de hoy, no está incluido en ellas ningún miembro del gabinete presidencial, legal y ampliado. Sí podría haber, las habrá, postulaciones provenientes de los niveles medios del gabinete, o sea de subsecretarios. Tampoco se está pensando al contrario de lo que se ha dicho, en la postulación de demasiados ex gobernadores. En principio, para el senado, por ejemplo, estaría muy adelantada la postulación de Fernando Gutiérrez Barrios como senador por Veracruz y la de Manuel Bartlett, al igual que la de Humberto Roque Villanueva, para que tanto el ex coordinador del proceso interno, como esos dos ex aspirantes, tengan un lugar en el Congreso. Por lo pronto, el 18 habrá reunión del Consejo Político Nacional del PRI y se expedirá la convocatoria para elegir a los candidatos a gobernador para Jalisco y Tabasco. Pero esa es otra historia.