Han muerto, en lo que va del año, aproximadamente 500 mexicanos tratando de cruzar la frontera con Estados Unidos en forma ilegal. Pero la imagen de los dos jóvenes que tratando de cruzar a nado el río Bravo, murieron ahogados en el intento, siendo observados de un lado de la frontera en forma displicente por miembros de la patrulla fronteriza estadunidense y de este lado por patéticos ?intentos? de ayuda de un par de miembros de los grupos Beta, puso de manifiesto una realidad que, muchas veces por lo lejana nos parece casi una ficción.